Es increíble. Todos juegan menos River. Todos son más seguros. ¿Dónde caímos? ¿Qué nos pasó? Mientras surgen preguntas y más preguntas imposibles de contestar aparece un sentimiento primitivo, puro, como el de los chicos felices por un chiche del Día del Niño: extraño a River. Al de antes, al que daba orgullo ir a ver, el que hacía contar las horas hasta el domingo, el que ganaba pero apostaba a hacerlo de un modo muy diferente a los demás, el que quería a la pelota. Hoy River es uno más, podrá ganar o perder, hasta no jugar, pero perdimos nuestra identidad y somos mala noticia. Por eso les pregunto: ¿qué nos pasó? ¿Qué harían ustedes? ¿Cómo se soluciona esto? Recuerden: argumento le gana a descalificación
Ya sabemos quienes son los culpables de esto no?? Aguilar y su complice/socio Pasarella tienen mucho que ver con este presente…
Lo unica que nos queda es decir hasta cuando?? cuanto mas habra que esperar???