ESTO ES DURISIMO..........

no hay palabras de aliento que puedan hacer efecto en un equipo como el que anoche se arrodilló ante Boca, demostrando ya definitivamente que ganar, le da lo mismo que perder.
Ya no importa si un jugador o dos más, si un gol de ventaja o tres, si cambiaron de técnico, si fabulan con “Ogros” o si se esperanzan con “Tortugas” que les salven el verano.
Este equipo de River deja mucho que desear y, lo peor, hace que los hinchas se sientan resignados ante el duro panorama.

Anoche, contra Boca, River demostró que su problema no se llama “Cholo”, ni “Mostaza”, ni “Kaiser”, mucho menos “Pipo”: el problema son los jugadores.
Hablar de fútbol cuando se habla de River, es ningunear a la pelotita. [SIZE=“3”]Por eso ya no importa demasiado si a este rejunte de floggers preocupados por la vinchita, el pelito, los shorcitos ajustados o el flequillo al viento, le falta un marcador de punta izquierdo y uno derecho, como pide Gorosito.[/SIZE]
El ex entrenador de Argentinos tendrá una ardua tarea para 2009, con un plantel que no le ofrece garantías.
En el arco, Juan Marcelo Ojeda es el jugador que, dentro de la debacle, quedó a salvo. No logró evitar las derrotas en cadena del segundo semestre de 2008, pero sí las goleadas.
Mario Vega, en tanto, no es un arquero para River, a pesar de sus esfuerzos. No es suficiente con que muestre seguridad una vez y la próxima le deje la pelota a un rival cuando saca del arco, y a 10 metros del área, tampoco es claro en los centros.

En la defensa, Paulo Ferrari alcanza, pero no sobra, porque batalla sólo, y no tiene recambio. Está claro que Villagra tiene problemas en el dominio del balón, ni hablar de Gerlo, y los centrales no transmiten seguridad, se pasan en el cálculo cuando deben saltar, suelen dejarse ganar por los delanteros, y no cuidan sus espaldas, fundamental en un jugador de fondo.

El mediocampo tiene una línea de base titular, con Augusto Fernández, Ahumada, Buonanotte y Abelairas. Pero no recupera, tampoco marca. El “enano” no es un jugador que explote cuando juega símil enganche, como sí lo hace como definidor, y si los extremos no desbordan, así no hay equipo que funcione. Los recambios, encima, tampoco dieron muestras de solvencia. Ni Galmarini fue el de Tigre, ni Archubi el de Lanús.

Y arriba, Falcao, sin perder potencia, ya no genera esos espacios que antes encontraba, Salcedo olvidó sus goles en Rosario, y Mauro Rosales no ha tenido continuidad.
Los demás, Gustavo Fernández, Daniell Villalba y Erik Lamela, podrán ser promesas, pero aun no están listos para el ruedo de Primera.

A este equipo le sobran Buonanottes, Villagras, Ahumadas, Abelairas, Augustos Fernández, Salcedos y Falcaos, no por abundancia, sino porque están demás.
A este equipo, claro, le faltan horas de videos de Boca: sólo de esa manera, por repetición, tal vez aprendan lo que hay que hacer, cuando un equipo sale a la cancha.

ESPARAVOS .COM

no hay palabras de aliento que puedan hacer efecto en un equipo como el que anoche se arrodilló ante Boca, demostrando ya definitivamente que ganar, le da lo mismo que perder.
Ya no importa si un jugador o dos más, si un gol de ventaja o tres, si cambiaron de técnico, si fabulan con “Ogros” o si se esperanzan con “Tortugas” que les salven el verano.
Este equipo de River deja mucho que desear y, lo peor, hace que los hinchas se sientan resignados ante el duro panorama.

Anoche, contra Boca, River demostró que su problema no se llama “Cholo”, ni “Mostaza”, ni “Kaiser”, mucho menos “Pipo”: el problema son los jugadores.
Hablar de fútbol cuando se habla de River, es ningunear a la pelotita. [SIZE=“3”]Por eso ya no importa demasiado si a este rejunte de floggers preocupados por la vinchita, el pelito, los shorcitos ajustados o el flequillo al viento, le falta un marcador de punta izquierdo y uno derecho, como pide Gorosito.[/SIZE]
El ex entrenador de Argentinos tendrá una ardua tarea para 2009, con un plantel que no le ofrece garantías.
En el arco, Juan Marcelo Ojeda es el jugador que, dentro de la debacle, quedó a salvo. No logró evitar las derrotas en cadena del segundo semestre de 2008, pero sí las goleadas.
Mario Vega, en tanto, no es un arquero para River, a pesar de sus esfuerzos. No es suficiente con que muestre seguridad una vez y la próxima le deje la pelota a un rival cuando saca del arco, y a 10 metros del área, tampoco es claro en los centros.

En la defensa, Paulo Ferrari alcanza, pero no sobra, porque batalla sólo, y no tiene recambio. Está claro que Villagra tiene problemas en el dominio del balón, ni hablar de Gerlo, y los centrales no transmiten seguridad, se pasan en el cálculo cuando deben saltar, suelen dejarse ganar por los delanteros, y no cuidan sus espaldas, fundamental en un jugador de fondo.

El mediocampo tiene una línea de base titular, con Augusto Fernández, Ahumada, Buonanotte y Abelairas. Pero no recupera, tampoco marca. El “enano” no es un jugador que explote cuando juega símil enganche, como sí lo hace como definidor, y si los extremos no desbordan, así no hay equipo que funcione. Los recambios, encima, tampoco dieron muestras de solvencia. Ni Galmarini fue el de Tigre, ni Archubi el de Lanús.

Y arriba, Falcao, sin perder potencia, ya no genera esos espacios que antes encontraba, Salcedo olvidó sus goles en Rosario, y Mauro Rosales no ha tenido continuidad.
Los demás, Gustavo Fernández, Daniell Villalba y Erik Lamela, podrán ser promesas, pero aun no están listos para el ruedo de Primera.

A este equipo le sobran Buonanottes, Villagras, Ahumadas, Abelairas, Augustos Fernández, Salcedos y Falcaos, no por abundancia, sino porque están demás.
A este equipo, claro, le faltan horas de videos de Boca: sólo de esa manera, por repetición, tal vez aprendan lo que hay que hacer, cuando un equipo sale a la cancha.

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Y buen, si les damos letra despues no nos podemos quejar.

triste realidad

Ortega volve!

A river le pegan tanto y cualquiera se anima, lo que van a lograr es que terminemos diciendo, “es verdad” aceptando varias cositas bosteras que se filtran en el medio.
El hincha no se resignó un carajo, optó por el camino más fulero que es seguir ilusionando, nadie alienta por alentar ni es hincha de la hinchada, el que paga la entrada no va a un recital de canto, va a intentar meterle en el corazon su grito de aliento y espera ver a River ganar.

Si un filósofo racionalista nos viese diría que somos unos pobres pelotudos.

muy lamentable

es la opaca realidad que tenemos capo!

Lamentablemente es asi…

idem

chupame la chota

Eso también es durísimo que te lo digan :lol:

:lol::lol: