De SALVEMOS EL MONUMENTAL.
El nuevo Monumental cuesta 320 millones de dólares, según el señor Rodolfo D’Onofrio. Es lo que ha pregonado en cada lugar donde tuvo un micrófono cerca, sin perder ocasión. Pero… ¿Es verdad lo que dice?
NO.
Explicaremos los motivos de nuestra respuesta…
Hace pocos meses, el destacado contador Daniel Rosamilia publicó en su Twitter un dato revelador: para hacer un estadio de fútbol se deben invertir de 3000 a 5000 dólares por espectador, dependiendo la diferencia del grado de confort y modernidad que se busque dar al edificio, pudiendo ser más dinero todavía. Ahora bien…
Al señor presidente de River le agrada el estadio Arena Do Gremio, y lo mencionó varias veces, como también su visita al nuevo San Mamés, cuando anduvo de gira por Europa. El primero de ellos costó alrededor de 234 millones de dólares y tiene una capacidad de 60.540 asientos. Es decir, 3865 dólares por espectador. Si tomamos este valor pero lo aplicamos a los 85.000 lugares que pretende nuestro mandatario, el resultado es de 328.525.000 doláres. Muy cerca de los 320 millones inicialmente mencionados. Sin embargo, esa cantidad de dinero es insuficiente. En una de las charlas que tuvimos con el arquitecto Aslan, él mismo nos dijo que ese valor no era real teniendo en cuenta lo que se deseaba hacer. Y es verdad, por varios motivos, pero uno en particular: no alcanza con hacer un nuevo recinto con más capacidad si ese edificio no logra superar al Monumental en arquitectura, comodidad y localización. Y está muy claro que construir un Arena Do River similar al del Gremio pero con mayor aforo no es ningún avance, más bien es un retroceso brutal.
Cualquier estadio del mundo que sea superior al nuestro, que es a lo que deberíamos apuntar, costó muchísimo más que lo que se pretende vender como una oportunidad de oro. Por ejemplo, si vemos al Maracaná, podemos decir que su remodelación total necesitó de 420 millones de dólares, a un valor de 5620 dólares por persona, aunque según un documental de Discovery Channel la inversión fue mucho mayor, superando ampliamente el presupuesto original, llegando a 700 millones… Incluso se dio el caso de que otros escenarios destinados al mundial de Brasil fueron levantados con no menos de 250 millones de dólares, pero con capacidades que van de 40.000 a 50.000 espectadores, muy por debajo de lo que pretende la dirigencia actual.
En resumidas cuentas, con 320 millones se podría hacer (con mucha suerte, viento a favor y una economía estable…), un estadio nuevo pero de segundo orden, inferior en su arquitectura y calidad constructiva respecto del Monumental. De ninguna manera sería un recinto superador, que nos haga avanzar. No sería ni un Maracaná ni un Wembley, que es a lo que se habría de apuntar. Porque que se progresa mirando hacia arriba, no hacia abajo. Hablando en criollo, sería como vender un Mercedes-Benz de los años 70 para comprar un FIAT Punto cero kilómetro. El FIAT será nuevo y tendrá muchos chiches, pero seguirá siendo muy inferior al Mercedes… Y nosotros ya tenemos un Mercedes.
De todas maneras, si se vendieran las tierras del Monumental, según nuestras fuentes, se podrían recaudar no más de 200 millones de dólares, dado que los inversores no podrían hacerse cargo del lugar de inmediato, sino dentro de 4 o 5 años en el mejor de los casos, y eso reduce ostensiblemente su precio, el cual se presta a negociación. No es lo mismo comprar hoy para comenzar a construir mañana que tener que esperar un lustro. Igualmente, sabemos que ese dinero no alcanzará ni por asomo, por una simple razón: no solo un nuevo Monumental deberá ser superador del actual y por ende, mucho más caro por persona, sino que además existen una serie de obras que el señor presidente decidió “olvidar” en su discurso, y que elevarán la inversión a niveles inimaginables. De esos trabajos extra y obligatorios hablaremos en el próximo posteo, porque para un solo informe se haría muy largo.
Estadio Arena Do Gremio. 60.540 espectadores sentados.

Estadio Wembley. 90.000 espectadores sentados.

Estadio Maracaná. 75.000 espectadores sentados.
