La selección española sub’21 se ha proclamado campeona de Europa tras derrotar en la final, disputada en Aarhus, a Suiza, por 0-2. Ander Herrera, centrocampista del Zaragoza fichado por el Athletic Club para la próxima temporada, marcó el primer tanto de la contienda en el minuto 41 al rematar de cabeza un centro medido desde la banda izquierda de Didac Vila. En el 81, el barcelonista Thiago Alcántara sentenció el encuentro al lanzar rápido una falta directa que sorprendió por alto al meta helvético. El mejor jugador del torneo ha sido Adrían.
España ha conquistado su tercer Europeo sub’21 al derrotar a Suiza en la final (0-2) y ha tocado el cielo de Aarhus con un Thiago celestial, autor de un gol para enmarcar en una falta a 40 metros de la portería que puso el broche a un torneo que extiende el dominio español en el fútbol. Una nueva generación repleta de brillantez se proclama campeona de Europa en un estadio que debe ser patrimonio de la humanidad para España. En el Aarhus Stadion nació un estilo en la absoluta que la guió a ser campeona de Europa y del mundo. Los chicos de Milla, con una herencia de juego impagable, culminaron un torneo impecable. Superaron la presión de ser favorito.
La racha de éxitos del fútbol español provoca que los rivales estudien el juego y plasmen un planteamiento centrado en la destrucción, antes que en mostrar sus cualidades. Le ocurrió a Suiza. Hasta la final brillante en su fútbol. Segura en defensa, sin encajar un gol. Sacrificó la calidad de jugadores como Shaquiri o Xhaka en la pelea. En el reto de frenar la magia de jugadores que cambian el ritmo: Thiago y Ander Herrera.
A España le costó romper el partido. Salvo una llegada aislada que culminó Adrián en un centro que no encontró rematador, se atascó. La presión de la final. El cansancio acumulado de un equipo en el que Milla no ha rotado. Emergía una figura por encima de todas para mantener la fuerza. Es Javi Martínez. Como medio centro único en el Europeo ha demostrado ser el gran dominador.
Exhibición sin balón
Tras las exhibiciones de trabajo sin balón, el ejercicio de presión de España se relajó. Provocó que, aunque mandase, su dominio no fuese abrumador. Y le faltó profundidad de inicio. Thiago, el futbolista que transforma el juego, tenía siempre dos rivales encima. Suiza permanecía agazapada. El peligro para España era el mismo que en semifinales con Bielorrusia. Una llegada aislada complicaría el panorama al equipo de Milla. Y ocurrió a la media hora de partido. Una maniobra de Shaqiri, la culminó con un derechazo potente que sacó de puños De Gea.
Sirvió para despertar a la selección española. Los buenos conceptos no tenían ejecución. El descaro de Muniain hizo adelantar líneas y acercarse a la zona de peligro. Thiago lo intentó y rozó el palo con un disparo lejano. Y el premio llegó gracias a la revelación de España en el campeonato. Didac puso un centro perfecto en una subida aprovechando el espacio y Ander sorprendió a todos, apareciendo desde segunda línea, para cabecear a la red. Quedaban cuatro minutos para el descanso.
Control del balón
Suiza tenía que modificar su planteamiento para empatar. Lo intentó en el segundo acto, corriendo el riesgo de sufrir algún contragolpe letal español. A los dos les faltó frescura en la cabeza y las piernas. El ritmo fue bajo y tras un remate en carrera de Emeghara, los chicos de Milla se adueñaron del balón.
No fue el día de Adrián. Un futbolista extraño. Capaz de marcar cuando menos se le espera como de perder cada balón que le llega. No disfrutó de ocasiones. Estuvieron en botas de Muniain, que se topó con la seguridad de Sommer, y Javi Martínez, que remató alto una acción de estrategia.
Antes de que Suiza hincase la rodilla dio dos sustos a De Gea con dos cabezazos de Kasami y Klose que no encontraron puerta. Y acabó rendida a la calidad de Thiago. Ideas de genio. Ejecución de maestro. Cuando esperaban que tocara en corto una falta. Golpeó desde 40 metros con una suavidad magistral.
El tanto del campeonato de un futbolista que marcará una época si no tuerce su camino. El broche de oro para el campeón. La generación de oro de la selección española absoluta tiene el futuro garantizado.
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Quizá el mejor jugador del torneo ha sido Javi Martínez. Puestos a buscar laterales es una suerte constatar que Dídac Vilà y Montoya pueden ser una alternativa a corto plazo para la absoluta de Del Bosque. Y la mayoría de clubes se pelearía por tener a Herrera, Mata o Muniain. La selección ha funcionado muy bien como equipo. Hay, sin embargo, un futbolista diferente que responde al nombre de Thiago Alcántara. Un artista y, como tal, la mejor solución para vencer al contrario con un toque genial y un problema para el entrenador convencional porque arriesga tanto con el pase que a veces pierde el balón.
Hijo de Mazinho, Thiago evoca la figura de Iván de la Peña. Ambos levantan de su asiento al aficionado para aplaudir y a su técnico para chillar. Pocas jugadas resumen mejor manera de ser de Thiago como el gol que marcó ayer a Suiza. Nada de perder el tiempo, prohibido retrasar la pelota al portero, descartado discutir quien ejecuta un tiro libre desde la zona de tres cuartos, a más de 35 metros del marco. Ambicioso, tomó el balón y lo metió de forma parabólica, bella y precisa, superando al adelantado portero. Una acción sorpresa que dejó boquiabierta a la afición.
Si Messi es la genética argentina formada en La Masia, Thiago es La Masia con sangre brasileña.
Thiago (Bari, 1991) no solo ha jugado esta temporada 17 partidos y marcado tres goles con el Barça, equipo con el que debutó en mayo de 2009 en Mallorca, sino que ha estado presente en la convocatoria de los partidos más comprometidos. Guardiola entiende que, en caso de necesidad, no había mejor alternativa que la de Thiago. Fue una sorpresa que no jugara durante la prórroga en la final de Copa. El técnico tiene dicho que para la próxima temporada necesita refuerzos desacomplejados, excelentes en el regate, con mucho desparpajo, nada de acompañantes. Así las cosas, sería una sorpresa que el Barça prescindiera de Thiago. Ocurre que a día de hoy es uno de los jugadores más codiciados del Camp Nou y, por otra parte, uno de los futbolistas que reclama una mayor participación en el equipo. Si Pedro da las gracias cada partido al entrenador por ponerle, Thiago se pregunta porque no le pone más a menudo.
Especial y creativo, con su brillante actuación en el Europeo sub-21 ha compartido las portadas de los diarios catalanes con los tres fichajes que baraja el Barça: Alexis, Rossi y especialmente Cesc, por el que el Arsenal pide un precio prohibitivo. Al club no le será fácil gestionar las entradas y las salidas si de por medio está Thiago, un futbolista único y por tanto codiciado. A más presión, mejor rendimiento.