Enseñarán en las escuelas el escrache como forma de protesta social.

EL PAIS › ADRIANA PUIGGROS, SOBRE LA INCLUSION DEL ESCRACHE EN LOS PLANES DE ESTUDIOS DE LAS ESCUELAS BONAERENSES
“Hay que poner una mirada histórica”

		La diputada y ex ministra de Educación de la  provincia critica el tratamiento que le dieron los medios al tema y  asegura que es necesario explicar el contexto en que surgieron los  escraches, “a raíz de las leyes de obediencia debida y punto final”.

Por Laura Vales
“Yo no hubiera puesto en el programa la palabra escrache”, advierte de entrada Adriana Puiggrós, ex ministra de Educación bonaerense, sobre la polémica por la inclusión de los escraches como parte de los planes de estudio de los colegios secundarios de la provincia. Sin embargo, la antecesora de Mario Oporto en la Dirección General de Cultura y Educación considera que la cuestión “fue magnificada” por los grandes medios, que se tomaron de esa palabra –siempre odiada o enaltecida sin medias tintas– para generar un escándalo donde debería darse otro tipo de discusión. “Lo que fundamentalmente tenemos que enseñar a los chicos son las formas democráticas y constitucionales de expresar las opiniones”, sostiene la diputada, doctora en Pedagogía.
–¿Por qué dice que no hubiera incluido la palabra escrache en el plan de estudios?
–Porque me parece que en el programa habría que poner un contenido más general, que no es enseñar “escrache”. Creo que este tipo de contenidos tiene que explicarse desde una perspectiva histórica, con el enfoque de que el escrache surgió cuando estaban cerradas las posibilidades de peticionar, para poner en evidencia a torturadores, a gente que participó de las peores cosas de la dictadura. Y además, que surgió a raíz de las leyes de obediencia debida y de punto final. O sea que no tiene sentido poner la palabra “escrache” en un programa: lo que hay que poner es una mirada histórica a todo ese período y tratar de entender por qué surgieron esa y otras formas de expresión.
–¿Qué les dice a quienes sostienen que el escrache es una práctica fascista?
–Los calificativos no sirven, yo no voy a calificar. Lo que puedo decir vinculado con estos temas es que creo que hay que reglamentar el artículo de la Constitución que establece la posibilidad de la iniciativa popular y ponerla en vigencia. Que se abra un espacio para que haya proyectos de ley que puedan llegar al Congreso impulsados con la firma de una determinada proporción de la sociedad, ése es el camino.
–Cuando usted fue directora general de Cultura y Educación en la provincia, ¿incorporó al secundario una materia similar a la ahora cuestionada, Política y Ciudadanía?
–Durante mi gestión se incluyó en los primeros años del secundario (en este caso, en cambio, se trata de quinto año de la escuela media) una materia que se llamó Construcción de Ciudadanía, no era esta materia.
–¿Su sentido era el mismo?
–Tendría que ver más profundamente el programa. Pero aclarando esto, supongo que el sentido de la materia es la formación en derechos humanos, de los chicos como ciudadanos, sobre todo centrado en el tema de los derechos y deberes que tenemos todos.
–En aquel momento, la Iglesia Católica se opuso.
–Monseñor Héctor Aguer se enojó muchísimo porque en el programa se incluía la perspectiva de género. Fue una polémica muy fuerte.
–¿Por qué cree que ahora el tema del escrache generó este despliegue en los grandes medios de comunicación?
–Porque aprovecharon que se incluyó la palabra escrache en los contenidos y, agarrándose de eso, magnificaron el asunto.
–¿Qué experiencias hay sobre la enseñanza de la participación política? ¿Qué antecedentes pueden servir de orientación?
–Hay antecedentes acá y en muchos otros países. Por ejemplo, hay trabajos del Instituto Intera-mericano de Derechos Humanos de Costa Rica, que lleva en esto cuarenta años porque después de la Segunda Guerra Mundial, en la posguerra, empezó a trabajar con Naciones Unidas en educación para los derechos humanos. La Argentina venía muy atrasada en este tema, pero la experiencia indica que el impacto sobre los jóvenes es muy importante cuando se trabaja bien.
–Más allá de los programas, son los docentes los que tienen que desarrollar los contenidos. ¿Se podría hacerlo aun cuando el escrache genera posiciones tan divergentes?
–En mi gestión, antes de poner en marcha la materia Construcción de Ciudadanía, hicimos un año entero de capacitación de los docentes y una prueba piloto específicamente para ese curso. Es decir que dimos formación a los docentes que fueron seleccionados especialmente. Por eso insisto en que la discusión del tema es otra. No estoy en contra ni a favor de que los escraches sean parte del plan de estudio, pero es un tema que lo enfocaría con una mirada histórica, con una mirada que lo explique como una consecuencia de las leyes de obediencia debida y de punto final.

EL PAIS › ADRIANA PUIGGROS, SOBRE LA INCLUSION DEL ESCRACHE EN LOS PLANES DE ESTUDIOS DE LAS ESCUELAS BONAERENSES
“Hay que poner una mirada histórica”

		La diputada y ex ministra de Educación de la  provincia critica el tratamiento que le dieron los medios al tema y  asegura que es necesario explicar el contexto en que surgieron los  escraches, “a raíz de las leyes de obediencia debida y punto final”.

Por Laura Vales
“Yo no hubiera puesto en el programa la palabra escrache”, advierte de entrada Adriana Puiggrós, ex ministra de Educación bonaerense, sobre la polémica por la inclusión de los escraches como parte de los planes de estudio de los colegios secundarios de la provincia. Sin embargo, la antecesora de Mario Oporto en la Dirección General de Cultura y Educación considera que la cuestión “fue magnificada” por los grandes medios, que se tomaron de esa palabra –siempre odiada o enaltecida sin medias tintas– para generar un escándalo donde debería darse otro tipo de discusión. “Lo que fundamentalmente tenemos que enseñar a los chicos son las formas democráticas y constitucionales de expresar las opiniones”, sostiene la diputada, doctora en Pedagogía.
–¿Por qué dice que no hubiera incluido la palabra escrache en el plan de estudios?
–Porque me parece que en el programa habría que poner un contenido más general, que no es enseñar “escrache”. Creo que este tipo de contenidos tiene que explicarse desde una perspectiva histórica, con el enfoque de que el escrache surgió cuando estaban cerradas las posibilidades de peticionar, para poner en evidencia a torturadores, a gente que participó de las peores cosas de la dictadura. Y además, que surgió a raíz de las leyes de obediencia debida y de punto final. O sea que no tiene sentido poner la palabra “escrache” en un programa: lo que hay que poner es una mirada histórica a todo ese período y tratar de entender por qué surgieron esa y otras formas de expresión.
–¿Qué les dice a quienes sostienen que el escrache es una práctica fascista?
–Los calificativos no sirven, yo no voy a calificar. Lo que puedo decir vinculado con estos temas es que creo que hay que reglamentar el artículo de la Constitución que establece la posibilidad de la iniciativa popular y ponerla en vigencia. Que se abra un espacio para que haya proyectos de ley que puedan llegar al Congreso impulsados con la firma de una determinada proporción de la sociedad, ése es el camino.
–Cuando usted fue directora general de Cultura y Educación en la provincia, ¿incorporó al secundario una materia similar a la ahora cuestionada, Política y Ciudadanía?
–Durante mi gestión se incluyó en los primeros años del secundario (en este caso, en cambio, se trata de quinto año de la escuela media) una materia que se llamó Construcción de Ciudadanía, no era esta materia.
–¿Su sentido era el mismo?
–Tendría que ver más profundamente el programa. Pero aclarando esto, supongo que el sentido de la materia es la formación en derechos humanos, de los chicos como ciudadanos, sobre todo centrado en el tema de los derechos y deberes que tenemos todos.
–En aquel momento, la Iglesia Católica se opuso.
–Monseñor Héctor Aguer se enojó muchísimo porque en el programa se incluía la perspectiva de género. Fue una polémica muy fuerte.
–¿Por qué cree que ahora el tema del escrache generó este despliegue en los grandes medios de comunicación?
–Porque aprovecharon que se incluyó la palabra escrache en los contenidos y, agarrándose de eso, magnificaron el asunto.
–¿Qué experiencias hay sobre la enseñanza de la participación política? ¿Qué antecedentes pueden servir de orientación?
–Hay antecedentes acá y en muchos otros países. Por ejemplo, hay trabajos del Instituto Intera-mericano de Derechos Humanos de Costa Rica, que lleva en esto cuarenta años porque después de la Segunda Guerra Mundial, en la posguerra, empezó a trabajar con Naciones Unidas en educación para los derechos humanos. La Argentina venía muy atrasada en este tema, pero la experiencia indica que el impacto sobre los jóvenes es muy importante cuando se trabaja bien.
–Más allá de los programas, son los docentes los que tienen que desarrollar los contenidos. ¿Se podría hacerlo aun cuando el escrache genera posiciones tan divergentes?
–En mi gestión, antes de poner en marcha la materia Construcción de Ciudadanía, hicimos un año entero de capacitación de los docentes y una prueba piloto específicamente para ese curso. Es decir que dimos formación a los docentes que fueron seleccionados especialmente. Por eso insisto en que la discusión del tema es otra. No estoy en contra ni a favor de que los escraches sean parte del plan de estudio, pero es un tema que lo enfocaría con una mirada histórica, con una mirada que lo explique como una consecuencia de las leyes de obediencia debida y de punto final.

–¿Qué les dice a quienes sostienen que el escrache es una práctica fascista?
–Los calificativos no sirven, yo no voy a calificar. Lo que puedo decir vinculado con estos temas es que creo que hay que reglamentar el artículo de la Constitución que establece la posibilidad de la iniciativa popular y ponerla en vigencia. Que se abra un espacio para que haya proyectos de ley que puedan llegar al Congreso impulsados con la firma de una determinada proporción de la sociedad, ése es el camino.

Que grande la mina, quería decir eso a toda costa:lol:

Esto le debería preocupar mucho nada mas que a las potenciales víctimas de escraches:twisted:

Hablando en serio, realmente, que un plan de estudios sea descalificado por este tema puntual, significa o que el plan es tan fantástico que lo único que pueden criticar es esto; o que les chupa un huevo el plan, tal es así que mas allá de si es bueno o malo les preocupan estas pelotudeces.

A mi me parece perfecto que se incluyan estos temas en los planes de estudio.
Recuerdo que en la facultad, la profesora de Laboral (de muy mala relacion con mi viejo desde hacia añares) me sento y me dijo “Bueno, clasificacion doctrinaria y jurisprudencial del piquete”.

Me le cague de risa en la cara. No solo que es exisitia nada de lo que me pregunto, menos aun estaba en el temario. Me termino haciendo rendir como 5 horas preguntamendome todo el temario, entero, punto por punto. Jajaja, una enferma MAAAAAAALLLLLL.

Se la mandaste a guardar por lo menos?

Yo sabia todo perfecto, no solo porque laboral es lo que me gusta y laburaba de eso, sino porque sabia como era la onda de la mina para conmigo. Igualmente siempre fui medio obse del estudio, jaja.

La cuestion es que me dice “Perfecto, dio un parcial perfecto. Tiene un 4”. Me volvi a reir mucho. Le di mi libreta para que me la complete. Una vez completa la libreta nos puteamos lindo, duro y parejo. Igualmente ese 4 no influyo en nada y pude obtener mi diploma de honor, jajaja.

Estaba linda la vieja conchuda. Labura en el Ministerio de Trabajo desde hace añares, y cada vez que me la cruzo la vuelvo loca.

El escrache es el paso previo al linchamiento público… dejémonos de joder.

Vos tenés una imagen del EZLN y decís eso?:lol:

Ah, sabés del EZLN. :roll:

Las marchas pacificas masivas por los campos de los terratenientes no son una forma de escrache ideológico? :slight_smile:

Los escraches son 50, 100, 200 personas contra 1, tirando huevos, insultando, amenazando, el único fin del escrache es el morbo, lo digo a pesar de que es mayormente utilizado por partidos o agrupaciones que me caen relativamente bien, pero no comparto en absoluto.
El EZLN es lo que es gracias a la vocación de diálogo pero la firmeza al mismo tiempo, se basa en el respeto y en la no confrontación con las FF.AA., aunque todos conocen el asco mutuo que se tienen.

Podemos discutir sobre el escrache, sobre su origen, sobre su concepcion, sobre si estamos a favor o en contra, pero que este en una curricula no implica que se este promoviendo el escrache ni mucho menos.

Que el escrache este asociado con el “vandalismo” es una figura construida por los medios de comunicación. El escrache en realidad es denunciar algo pero desde la confrontación cara a cara. Yo me planto en frente de una casa con 30 personas y saco una pancarta diciendo “fulanito violador suelto”. Que en Argentina los escraches terminen en hechos vandálicos es otro tema.

El EZLN tuvo dos momentos: uno armado y el otro pacifico. Por suerte pudieron ver que con las armas sólo estaban logrando que mas sangre se derramara. La lucha del EZLN es muy digna.

Uh, eramos pocos y cayó el pepe Eliaschev libertario…

Qué podemos esperar de alguien que apoya las patotas sindicales y la mafia política…

A mi siempre me cayo muy bien algunas cosas organicas del EZLN ( aparte de la declaracion de principios que suena muy con el fondo musical de Manu chao :mrgreen:), pero si queremos “combatir al mal gobierno”, y expropiar a los grandes terratenientes como lo hico Zapata y Villa…

Van a tener que empesar a “confrontar”, un poquito.

El error es discutir si el escrache es algo bueno o malo. Es un práctica que existe, ya tiene muchos años y no tiene nada de malo que se enseñe en una clase. En todo caso, por mas programa que haya la subjetividad la va a dar cada profesor. Es algo así como la gente que prohibe la venta de mein kampf, como si eso no fuera un documento histórico; no me voy a hacer nazi por estudiar una parte de la historia. Las editoriales de Clarín esta semana al respecto son patéticas como el GELP de Cappa.

Es que ellos hicieron un análisis lógico; una lucha armada sin cuartel contra el ejército mexicano era inganable porque tampoco querían caer en la fácil de volverse carteles de drogas como las FARC para autofinanciarse. Además cuando armaron el frente de resistencia no habia siquiera un frente ideológico que lo sostenga. Hoy en día se puede decir lo contrario, no tienen las armas pero ganaron muchisimo apoyo entre los sectores populares rurales.

Te manda saludos Jorge Antonio Berges. Dice que gracias por defenderlo en el foro.

Puede ser, pero toda movida de un grupo que dice ser Revolucionario tiene que tener un fin… ¿Captas?.

Si contás con la gente pero no buscar rearmar un ejerito popular, es como ganar masa por ganar masa.