En Olé aseguran que se va....

Si ya está posteado, lo borran muchachos. Hoy tenemos una noche difícil…

00:00 | COPA SUDAMERICANA: RIVER 0 (2) - ARSENAL 0 (4)
El tiene su final

Passarella les aseguró a los dirigentes que hoy anunciará el cierre de su ciclo, aunque va a dirigir los tres partidos que quedan. El Tolo y Simeone son los candidatos para la sucesión.

MARTIN BLOTTO mblotto@ole.com.ar

Bastaba con observar ese rostro endurecido, tenso, ese andar contracturado en un costado del campo de juego, para certificar que con cada uno de los diez penales, Daniel Passarella iba perdiendo un año de vida. Y con el último, el derechazo de Cuenca, terminó perdiendo lo poco que le quedaba. Ese haz de luz, de esperanza, de chance de título, se le escurría al Kaiser, quien se había empacado en irse campeón de River, y no, esa historia que tantas veces le guiñó el ojo como futbolista y entrenador, le daba la espalda.

Porque no, no ganó nada. “A los hinchas honestos les pido paciencia hasta diciembre. Si no gano nada, me voy”. Y se termina, entonces. Aunque no hay voz oficial, no se sienta Daniel Alberto en la sala de conferencias, y algunos directivos se muestran preocupados, además de abatidos. Porque ir, se va a ir… ¿No? “Es una pena, River mereció ganar. Ahora hay que ver toda la situación y evaluar con tranquilidad”, explica Julio Macchi, vice 1°. “Tendría que irse, es un ciclo cumplido, se necesita un cambio de aire”, sostiene el protesorero Héctor Cavallero. “Si el técnico hizo una promesa a través de una carta, debería cumplirla”, plantea el vocal Rodolfo D’'Onofrio. “No es momento de hacer evaluaciones, está todo muy caliente”, avisa el tesorero Héctor Grinberg. Algunos directivos no creen que el Kaiser cumpla con su palabra, y temen que el escenario se plantee conflictivo en las próximas horas. Porque de esta manera se forzaría un despido, que previamente deberá ser aprobado en reunión de Comisión Directiva, y hasta una indemnización, ya que el contrato del entrenador fue prorrogado hasta diciembre del 2009.

A las 23.55, Grinberg hizo movilizar al personal de prensa. Hubo pruebas de micrófonos y todo, porque “Passarella dijo que vendría con todo el cuerpo técnico”. El técnico se encontraba en el vestuario. Adentro ya estaba José María Aguilar. También el ex dirigente Ramiro Castro, quien ingresó gritando, insultando a los que estaban en el pasillo y exigiendo “que acá no entre nadie, eh”. Hubo, también, una pelea frente a frente, a las piñas, entre Castro y el vocal Santiago Poblet Videla, aunque en una zona del vestuario en la que no se encontraban Passarella o los jugadores. Pero dos minutos después del anuncio de que el Kaiser hablaría, hubo marcha atrás. “El técnico no va a hablar. Lo hará mañana (por hoy) a la mañana, después de la práctica en el predio de Ezeiza”, debió dar la cara Walter Di Nardo, coordinador de prensa, mientras en los pasillos se oían con fuerza los nombres de Gallego y Simeone.

¿Será su última charla cara a cara con este plantel? “Están ante una oportunidad única: aprovéchenla. Váyanse de vacaciones siendo campeones, es una sensación muy linda”, les había dado manija ayer al mediodía, en el césped del Monumental, sólo él y sus soldados, nadie más.

Pasada la medianoche y en pleno vestuario, el técnico se quedó dialogando unos minutos con Aguilar, el vocal Rodolfo Cuiña y otros directivos. “Renuncio, pero me quedo a dirigir los tres partidos que faltan”, les dijo el Kaiser. Y se fue. Pero no se fue…

Si ya está posteado, lo borran muchachos. Hoy tenemos una noche difícil…

00:00 | COPA SUDAMERICANA: RIVER 0 (2) - ARSENAL 0 (4)
El tiene su final

Passarella les aseguró a los dirigentes que hoy anunciará el cierre de su ciclo, aunque va a dirigir los tres partidos que quedan. El Tolo y Simeone son los candidatos para la sucesión.

MARTIN BLOTTO mblotto@ole.com.ar

Bastaba con observar ese rostro endurecido, tenso, ese andar contracturado en un costado del campo de juego, para certificar que con cada uno de los diez penales, Daniel Passarella iba perdiendo un año de vida. Y con el último, el derechazo de Cuenca, terminó perdiendo lo poco que le quedaba. Ese haz de luz, de esperanza, de chance de título, se le escurría al Kaiser, quien se había empacado en irse campeón de River, y no, esa historia que tantas veces le guiñó el ojo como futbolista y entrenador, le daba la espalda.

Porque no, no ganó nada. “A los hinchas honestos les pido paciencia hasta diciembre. Si no gano nada, me voy”. Y se termina, entonces. Aunque no hay voz oficial, no se sienta Daniel Alberto en la sala de conferencias, y algunos directivos se muestran preocupados, además de abatidos. Porque ir, se va a ir… ¿No? “Es una pena, River mereció ganar. Ahora hay que ver toda la situación y evaluar con tranquilidad”, explica Julio Macchi, vice 1°. “Tendría que irse, es un ciclo cumplido, se necesita un cambio de aire”, sostiene el protesorero Héctor Cavallero. “Si el técnico hizo una promesa a través de una carta, debería cumplirla”, plantea el vocal Rodolfo D’'Onofrio. “No es momento de hacer evaluaciones, está todo muy caliente”, avisa el tesorero Héctor Grinberg. Algunos directivos no creen que el Kaiser cumpla con su palabra, y temen que el escenario se plantee conflictivo en las próximas horas. Porque de esta manera se forzaría un despido, que previamente deberá ser aprobado en reunión de Comisión Directiva, y hasta una indemnización, ya que el contrato del entrenador fue prorrogado hasta diciembre del 2009.

A las 23.55, Grinberg hizo movilizar al personal de prensa. Hubo pruebas de micrófonos y todo, porque “Passarella dijo que vendría con todo el cuerpo técnico”. El técnico se encontraba en el vestuario. Adentro ya estaba José María Aguilar. También el ex dirigente Ramiro Castro, quien ingresó gritando, insultando a los que estaban en el pasillo y exigiendo “que acá no entre nadie, eh”. Hubo, también, una pelea frente a frente, a las piñas, entre Castro y el vocal Santiago Poblet Videla, aunque en una zona del vestuario en la que no se encontraban Passarella o los jugadores. Pero dos minutos después del anuncio de que el Kaiser hablaría, hubo marcha atrás. “El técnico no va a hablar. Lo hará mañana (por hoy) a la mañana, después de la práctica en el predio de Ezeiza”, debió dar la cara Walter Di Nardo, coordinador de prensa, mientras en los pasillos se oían con fuerza los nombres de Gallego y Simeone.

¿Será su última charla cara a cara con este plantel? “Están ante una oportunidad única: aprovéchenla. Váyanse de vacaciones siendo campeones, es una sensación muy linda”, les había dado manija ayer al mediodía, en el césped del Monumental, sólo él y sus soldados, nadie más.

Pasada la medianoche y en pleno vestuario, el técnico se quedó dialogando unos minutos con Aguilar, el vocal Rodolfo Cuiña y otros directivos. “Renuncio, pero me quedo a dirigir los tres partidos que faltan”, les dijo el Kaiser. Y se fue. Pero no se fue…

Amigazo, ponelo en el tema “no sale de…”