En nuestro día...

No se si alguien ya lo puso, de ser así lo cierro, pero por lo menos a mi me puso la piel de gallina literalmente… Lo escribió Javi en LPM. Me encantó Javi… Vale la pena leerlo

¿Quién lo hubiera dicho? River, tu, nuestro River está mal. Pero mal en serio. Con una dirigencia que no hace bien las cosas y un grupo de jugadores que no están a la altura, al menos en gran parte. Pero, ¿Quién nos quita lo bailado? ¿Quién se atreve a reírse de River? ¿Quién es capaz de ostentar más gloria que la que acumula nuestra amada banda roja?

Son días difíciles, donde las palabras “Promoción” y “Descenso” suenan en nuestras bocas o se escriben en nuestras páginas, aunque sepamos que sigue siendo una posibilidad un tanto lejana. En días en que oramos porque diciembre llegue lo más rápido posible. Pero este nefasto presente no puede tapar lo que es River.
Porque River no son estos jugadores, River no es Aguilar, River no es Gorosito y River no es nadie. River son sensaciones. River es esa primera vez que quedaste maravillado con el Monumental. River es tu abuelo, tu viejo, tu tío, tu amigo, un hermano, un pariente, un vecino. River es abrazarse con ese desconocido porque la pelota por fin entró. River es ir domingo a domingo, sin importar resultados, ni actualidad (aunque estemos acostumbrados, en general, a la buena) Eso es River. Eso es lo que nos obliga a seguir sintiéndonos orgullosos de la banda roja. Parece poco cuando el equipo es una sombra en la cancha y cuando te cargan hasta los de Estudiantes, pero es demasiado.

Así como nuestros abuelos y viejos tuvieron que sufrir 18 años sin títulos, a nosotros nos toca capear este temporal, cuyo peor escenario imaginable sería el descenso. Ahora, si River descendiera, ¿cambiaría ese primer gol que gritaste? ¿Cambiaría tu alegría cuando te dieron la primera camiseta? ¿Cambiaría ese abrazo con tu viejo, que quizás hoy ya no esté, porque el Millo ganó un campeonato más? ¿Cambiaría la inmensa gloria conseguida? ¿Sería una vergüenza ser de River? No, claro que no. Ser de River es lo más lindo que puede pasarte en la vida.

Hay millones de locos enfermos como vos que sufren, lloran, gritan, insultan, no comen, no duermen, tienen mala cara por horas con este presente. Pero esos millones también comparten la misma pasión. Y está pasión, que ya lleva 108 años (aunque nos haya tocado vivir tan sólo una porción de ese tiempo) no entiende de resultados. River es amor y el amor no está sujeto a cosas tan triviales como una larga racha sin ganar de visitante.

Es cierto que por más pasado de gloria y buenos recuerdos que uno atesores ver a River así es una daga clavada a fondo en el corazón. Pero hoy, que Ángel Labruna, el queridísimo Angelito, cumpliría 91 años, te pido a vos que sos hincha, a vos que sos enfermos, a vos que sos simpatizante, a vos que sos de River por mandato familiar o que, por el contrario, te rebelaste a la orden paterna y elegiste profesar amor eterno al blanco y rojo. A vos, sí a vos. Hoy olvídate de todo. Andá al placard, al cajón, a donde sea que la guardes y agarra bien fuerte tu camiseta.

Estréchala contra el pecho, cerrá los ojos y visualiza el Monumental repleto. Visualiza a tu viejo llevándote de la mano al estadio, a tu abuelo en una silla escuchando la spika, a esos que iban de traje y sombrero al viejo estadio de Alcorta y Tagle. A Angelito, Al Beto, al Enzo y al Burrito haciendo una de las suyas. ¿Lo hiciste? Bueno, ahora respira profundo y guarda (o no) tu camiseta.

Sé feliz. Sos de River y pensá que hay millones que no tienen la suerte de amar esta gloriosa banda roja. Feliz Día Internacional del hincha de River, abrazo Millonario.

No se si alguien ya lo puso, de ser así lo cierro, pero por lo menos a mi me puso la piel de gallina literalmente… Lo escribió Javi en LPM. Me encantó Javi… Vale la pena leerlo

¿Quién lo hubiera dicho? River, tu, nuestro River está mal. Pero mal en serio. Con una dirigencia que no hace bien las cosas y un grupo de jugadores que no están a la altura, al menos en gran parte. Pero, ¿Quién nos quita lo bailado? ¿Quién se atreve a reírse de River? ¿Quién es capaz de ostentar más gloria que la que acumula nuestra amada banda roja?

Son días difíciles, donde las palabras “Promoción” y “Descenso” suenan en nuestras bocas o se escriben en nuestras páginas, aunque sepamos que sigue siendo una posibilidad un tanto lejana. En días en que oramos porque diciembre llegue lo más rápido posible. Pero este nefasto presente no puede tapar lo que es River.
Porque River no son estos jugadores, River no es Aguilar, River no es Gorosito y River no es nadie. River son sensaciones. River es esa primera vez que quedaste maravillado con el Monumental. River es tu abuelo, tu viejo, tu tío, tu amigo, un hermano, un pariente, un vecino. River es abrazarse con ese desconocido porque la pelota por fin entró. River es ir domingo a domingo, sin importar resultados, ni actualidad (aunque estemos acostumbrados, en general, a la buena) Eso es River. Eso es lo que nos obliga a seguir sintiéndonos orgullosos de la banda roja. Parece poco cuando el equipo es una sombra en la cancha y cuando te cargan hasta los de Estudiantes, pero es demasiado.

Así como nuestros abuelos y viejos tuvieron que sufrir 18 años sin títulos, a nosotros nos toca capear este temporal, cuyo peor escenario imaginable sería el descenso. Ahora, si River descendiera, ¿cambiaría ese primer gol que gritaste? ¿Cambiaría tu alegría cuando te dieron la primera camiseta? ¿Cambiaría ese abrazo con tu viejo, que quizás hoy ya no esté, porque el Millo ganó un campeonato más? ¿Cambiaría la inmensa gloria conseguida? ¿Sería una vergüenza ser de River? No, claro que no. Ser de River es lo más lindo que puede pasarte en la vida.

Hay millones de locos enfermos como vos que sufren, lloran, gritan, insultan, no comen, no duermen, tienen mala cara por horas con este presente. Pero esos millones también comparten la misma pasión. Y está pasión, que ya lleva 108 años (aunque nos haya tocado vivir tan sólo una porción de ese tiempo) no entiende de resultados. River es amor y el amor no está sujeto a cosas tan triviales como una larga racha sin ganar de visitante.

Es cierto que por más pasado de gloria y buenos recuerdos que uno atesores ver a River así es una daga clavada a fondo en el corazón. Pero hoy, que Ángel Labruna, el queridísimo Angelito, cumpliría 91 años, te pido a vos que sos hincha, a vos que sos enfermos, a vos que sos simpatizante, a vos que sos de River por mandato familiar o que, por el contrario, te rebelaste a la orden paterna y elegiste profesar amor eterno al blanco y rojo. A vos, sí a vos. Hoy olvídate de todo. Andá al placard, al cajón, a donde sea que la guardes y agarra bien fuerte tu camiseta.

Estréchala contra el pecho, cerrá los ojos y visualiza el Monumental repleto. Visualiza a tu viejo llevándote de la mano al estadio, a tu abuelo en una silla escuchando la spika, a esos que iban de traje y sombrero al viejo estadio de Alcorta y Tagle. A Angelito, Al Beto, al Enzo y al Burrito haciendo una de las suyas. ¿Lo hiciste? Bueno, ahora respira profundo y guarda (o no) tu camiseta.

Sé feliz. Sos de River y pensá que hay millones que no tienen la suerte de amar esta gloriosa banda roja. Feliz Día Internacional del hincha de River, abrazo Millonario.

si, acá tambien lo puso. =)

Ja, mirala a Lari.

Shh nena!

Cierro =) No lo habia visto. Gracias Lari