Elecciones en Capital -Buenos Aires para pocos-

Filmus: “Nunca un político se puede enojar con la gente porque no votó como uno quiere”

En medio de la polémica por la contratapa de Fito Páez en Página/12, el candidato a jefe de Gobierno por el Frente por la Victoria aseguró que “de ninguna manera que nosotros hayamos hecho una evaluación distinta de los votos de Macri nos lleva a enojarnos con quienes lo votaron”.

“El resultado del domingo nos debe llamar a la reflexión porque hay que hacer una autocrítica cuando uno no supo llegar con las ideas y los proyectos”, admitió Filmus esta mañana.

Al respecto, advirtió que “nunca un político se puede enojar con la gente porque no votó como uno quiere: uno tiene que enojarse con uno mismo y analizar qué fue lo que no ayudó a tener la cantidad de votos que uno hubiera imaginado tener”. Manifestó que “trabajaremos para convencerlos de que la segunda vuelta nos voten a nosotros”.

Respecto al ballottage, el senador adelantó que “queremos que nos acompañen muchas otras fuerzas de la Ciudad” por lo que “vamos a convocar con pluralidad, con un espíritu muy generoso y mucha amplitud”, anticipó en declaraciones a Radio Continental.

Señaló que “estamos elaborando con dirigentes de otros sectores un programa en común para un modelo de Ciudad”, y explicó que no se trata de un encuentro de fuerzas políticas y sociales en contra de alguien sino un modelo para que Buenos Aires “no sólo sea la ciudad más bella, la más rica, sino también la más justa”.

Porque el hijo de remil putas de Gieco, junto con Víctor Heredia y Teresa Parodi, son las caras visibles y la fuerza de choque artística utilizada por CAPIF en el reclamo por la ley canon que entre otras bellezas, presupone que cuando vos comprás un DVD virgen lo vas a usar para el pirateo y te castiga con un 75% de impuesto, cagándose en cosas tan básicas como el principio de inocencia que tiene rango constitucional. :wink:

Perfecto lo de Filmus.

Abrazos, Martín.

¿31 de julio o 23 de octubre?

Por Eduardo Aliverti Este artículo es escrito en medio de versiones que hablan de que, con alrededor de 18 a 20 puntos de diferencia, analizan en Olivos la hipótesis de abrirse de la segunda vuelta. Son como las 12 de la noche y es ligeramente verosímil. Lo que no resuena veraz es que Cristina entregue la Capital mientras matemáticamente sea posible pelearla. Bajarse podría interpretarse como una equiparación con Macri, Solanas, Sanz, Cobos & Cía. No es creíble una Cristina bajada, y menos después de escucharlo a Filmus anunciando que va por más.
En principio, uno diría que el voto ganador fue ideológico. Hablamos de ideología en cuanto a favor o en contra de, no más que eso. Porque uno no puede creer que Macri haya ganado, como ganó, por su gestión. Uno registra cotidianamente (¿en su microcircuito?) que las escuelas y los hospitales porteños se caen a pedazos; que los taxistas braman de furia contra bicisendas que no usa nadie y cambios de mano que caotizaron el tránsito vehicular; que el Borda no tiene gas hace dos meses; que la Ciudad está cada día más sucia y todo lo de corrido que se quiera. Macri procesado. Macri tragándose el bigote postizo, mimetizado con Freddy Mercuri en su fiesta campestre de casamiento. Macri que tiene una papa en la boca, y todos los esfuerzos que se requieren para entender lo que dice. Pero evidentemente, eso no es así en lo referido a cómo se vota. Quizá sea que la invasión del amarillo, y un asfaltado por allí y otro por allá, y muchos carteles, y una estrategia de campaña bien direccionada y con mucha plata, son carta ganadora en el lugar donde se concentra la gente con más guita de este país. Es con el diario del lunes, correcto. Pero es.
Hay dos preguntas clave y complementarias sobre el resultado de ayer. Lo son más allá de un FpV asentado en un tercio electoral, con todo lo que eso significa en un escenario como el porteño: intrincado, volátil e históricamente reactivo al peronismo. La primera es en cuánto se habrían modificado los números si la Presidenta le hubiera puesto más el físico a la fórmula que decidió. ¿Una diferencia menor, tal vez? Si la respuesta es afirmativa, surge el interrogante de qué podría pasar con Cristina participando en forma intensa frente a la segunda vuelta. Es probable que pudiera servirle a la dupla kirchnerista para arrimar guarismos mejores, aunque difícilmente hasta el punto de ser un factor decisivo a fin de torcer el dictamen de este domingo. Pero también sería factible que una excesiva o más penetrante “intromisión” presidencial diera cabida al rechazo de, por lo menos, una franja de porteños reactivos a ese tipo de entrometimiento. Y una cantidad de votos con carácter de “franja” puede ser determinante, en tanto el dueto K debe remontar las cifras especulando con cómo acercar cada garbanzo. Si es por esta última apreciación –con la que el firmante se siente más proclive–, a Cristina le conviene seguir jugando sin variantes respecto de lo hecho hasta ahora, en rol de jefa de Estado mucho antes que como candidata. Al fin y al cabo, su mira es octubre y nunca el 31 de julio, por mucho que se trate de la Capital cuando, además, los cuatro años de Macri gobernándola no le alcanzaron para edificar una opción nacional. Si, además de octubre, la Presidenta piensa efectivamente en la sucesión 2015, no se ve cómo haría el hijo de Franco para moldear una fuerza expandida sin trabajar. En consecuencia, lo que suena más sensato de cara a la segunda vuelta capitalina es que quienes afilen discurso y acción –sobre todo esto último– sean los candidatos propiamente dichos. Parecería hora para caer en la cuenta de que la campaña de Filmus fue pobre, incluyendo aspectos a los que, sin prejuicios, debería prestarse muchísima más atención: marketing, colorido, creatividad, capacidad de ataque y contraataque. No es eso por sí solo lo que define un resultado, pero no hay campaña que pueda carecer de eso si lo que manda es un mano a mano o, más aún, un seguro segundo lugar. El kirchnerismo hizo ayer una gran elección en el distrito más jodido del país, no gracias sino a pesar de su proselitismo.
Por estas horas, la oposición saca una suma muy dudosa que no involucra, únicamente, a la condición psiquiátrico-ambulatoria de Elisa Carrió. Macri en Capital. Santa Fe entre socialistas-radicales y una buena elección del cómico Del Sel. Y Córdoba con el timón de De la Sota-Juez, adversos ambos a la Casa Rosada, bien que sin comer vidrio. De esa adición infieren un clima anti K en las tres ciudades mayores, que no se corresponde con ningún número preciso en aptitud de cambiar octubre. En la Ciudad Autónoma, en territorio santafesino e inclusive en el cordobés, la Presidenta tiene asegurado un piso electoral que, con el agregado de la ventaja fulminante en provincia de Buenos Aires –aporta 4 votos de cada 10, recordemos–, hace pensar en una prospectiva a su favor y sin retorno. ¿Tiene sentido común que la Presidenta se lance al intento cuerpo a cuerpo de revertir Capital, a riesgo de rebajar su imagen vencedora con probabilidades (muy) escasas? ¿Revertir tamaña ventaja?
Vaya el final para la feísima elección de Pino, quien es el único que merece ser estimado entre el resto de Macri-Filmus. El vástago de Alfonsín debería guardarse en Chascomús hasta más ver, en compañía de Zamora, Castrilli, López Murphy e indivisibles ad hoc. Desde una posición discursivo-romántico-nac&pop, Pino consiguió un cuarto de las voluntades porteñas en 2009. Envalentonado con esos dígitos, no más que los correspondientes a una elección de medio término en la peor instancia del kirchnerismo, se subió a una candidatura presidencial que carecía de todo correlato con posibilidades reales de siquiera discutir en la gran liga. Advertido de ello, fugó de tal alquimia. Descendió a la Capital con ínfulas de entrar al ballottage, aporte clarinista mediante. Por alguna razón, que desde fuera y dentro de sus filas se atribuye a la egolatría, insistió en creerse que podía jugar en Primera sin otra constatación que el Nacional B. Un luchador de toda la vida, un artista de rasgos sobresalientes, un cronista popular, vencido por la falta de vocación de poder. Por jugar con él: con el poder. No se dio cuenta de que la historia le tenía un papel reservado, de excelencia, para correr por izquierda a aquello que pregonó siempre, en lugar de aspirar a reemplazarlo –o algo así– a los 75 años. Y por si faltaba algo, mandó incendiar a una robusta ideológica y testimonial del nivel de Alcira, en rango de ¡¡¡candidata presidencial!!! Qué bajón, Pino. Haber perdido la mitad de los votos no en función de una utopía conquistable, digamos, sino para servírselos a Macri. Vos, Pino, que hiciste historia con La Hora de los Hornos. ¿No te corre un cosquilleo viendo la felicidad macrista? ¿Seguro que no te pasa nada? ¿Seguro que no estás pensando en que, de haber tenido una actitud más desprendida, estaríamos hablando del cabeza a cabeza contra la derecha, nada menos que en tu amada Buenos Aires? ¿Seguro que no analizaste como el tujes la correlación de fuerzas?
El resultado porteño termina siendo una dialéctica maravillosa, como lo es la cantidad de gente que votó a Macri y que en octubre sufragará por Cristina. La bonanza económica, ligeramente dicho, lleva a las simpatías por los oficialismos. O, en otras palabras, los kirchneristas están encorsetados por su éxito. Esto que pasó es demostrativo, o ratificatorio, de que además de los votos y la sensibilidad popular hay que construir poder. Los votos están, aunque haya ganado Macri con semejante diferencia, y son el primer requisito. Lo que le faltaría al kirchnerismo es comprender que no debe dormirse. El voto de ayer es producto del exitismo que generó en un núcleo poblacional, nada menor, capaz de mostrarle el lujo de que pueden pelearlo.
Ojo.

Muy de acuerdo con lo resaltado en negrita. Esta claro que la campaña de Filmus fue a medias tintas (o pésima, según Aliverti), se abusó de la imagen de Cristina sin reparar en la importancia de que la mandataria diese la cara por el candidato porteño. Fue bueno el resultado “a pesar del proselitismo”. Lo banco.

Muy lindas tus suposiciones, pero yo tengo datos más concretos: Mientras Corach mandaba a reprimir a los desocupados víctimas de las privatizaciones, había una legisladora, una tal Cristina Fernandez, que peleaba contra la flexibilización laboral primero desde el Senado y luego desde la Cámara de Senadores. Pelea que le valió la expulsión del bloque del PJ.

Y no, no me refiero a “el porteño”, me refiero a una parte de los porteños, al 48% para ser más precisos :stuck_out_tongue:


Durísimo párrafo de Aliverti contra Pino.

No se Martin, pero si me enteraba que el sorete de Leon hubiera apoyado a Ghandi le hubiera votado en contra a Mahatma.

Que rata resbaladiza ese tipo, igual que Cesar Isella, Nito Mestre, Tarragosito Ros y toda la mafia acomodaticia y eterna de SADAIC.

Supongo que Martin por ser del rubro sabe de lo que hablo.

Sí sí sí, exactamente por ese lado venía. Y por la ley canon. :wink:

Microcircuito?
Mira vos, Aliverti desayuna cafe con leche y medialunas y después sale a la calle, se mete en alguna escuela pública, se da una vuelta por cada aula y después sale para meterse en cada sala de algún hospital público. Se toma el 60 para ir al Borda, chequea que no tiene gas y después recien se va al laburo, seguramente en un taxi donde escucha puteadas por las doble mano.

La otro directamente es risible… “Papa en la boca” “Bigote postizo”, “Freddy Mercuri”… Está todo bien con la chicana si sos un lumpen… Pero este tipo se supone es un periodista serio.

¿Es lo único que rescatas de la nota? Y mira que es bastante accesorio, dice otras cosas mas importantes.

Nomás pasaba para ver si le siguen haciendo el juego a la derecha (?)

:mrgreen::mrgreen::mrgreen:

Puede ser. Igual yo creo que León Gieco tiene mucha más imagen negativa que Fito políticamente hablando, aunque también más imagen positiva.

Políticamente hablando (y musicalmente también, pero no viene al caso :mrgreen:), Fito es un pelagatos, un tipo al que no recuerdo haber escuchado alzar la voz casi nunca.

León en cambio es y siempre fue un ejemplo de compromiso, un músico que dejó de cantar durante cinco años y casi abandona su carrera el día que la dictadura militar tomó un tema suyo (Sólo le pido a dios) como himno para la guerra de Malvinas. Un artista popular con todas las letras.

Con León no :evil:

¿Y qué opinás al respecto (como estudiante de abogacía que sos) de que tu querido León, por mero interés propio, apoye e impulse activamente la sanción de una ley que elimina el principio de inocencia que tiene rango constitucional?

Martín, cuando menciono a los cacerolazos no lo hago teniendo en cuenta la reacción del país en el 2001. Porque no sólo salieron los porteños a reclamar el Estado de Sitio, aunque sí fueron los determinantes para que el nefasto presidente se fuera volando en un helicóptero. Al hablar de los cacerolazos me refiero más a las señoras de clase media/alta que salieron con sus tapados de pieles a “luchar” a favor del campo por la 125. El porteño tiende a centralizar y su voto es una consecuencia de eso.
Sin embargo, no coincido con Cristina al subestimar al votante basicamente porque no me gusta que lo hagan conmigo, no me banco escuchar que se nos tilde de “ignorantes” a quienes votamos a los K o los apoyamos en algunas medidas. Por esta razón aclaré en la cita a los comentarios de Fito Paez, que no me gustaron sus formas y es algo que también suelo criticar del gobierno, porque no creo que haya que ir al choque para buscar ganar una elección.

Coincidamos o no, me parecieron geniales tus análisis.
Saludos!

Me parece exagerado decir que contraría el principio de inocencia. De entrada nomás no es una ley que tipifique un delito penal sino que lo que hace es establecer un gravamen. Podría establecerse un paralelismo, por las características del caso, con el reclamo de los pequeños productores ante la primera versión de la 125), pero difícilmente un tribunal podría declarar la inconstitucionalidad de la ley basándose en ese argumento. Dicho esto, me parece que no hace falta tener noción alguna en derecho para entender que es una ley bastante absurda, cuya aplicación podría resultar en muchos casos injusta.
No estoy muy al tanto de la cuestión de la regulación de los derechos intelectuales, sé que hay muchos intereses encontrados, de todos modos las referencias que tengo sobre ese proyecto de ley son malas.

La columna del cantante se convirtió en la nota más comentada de la historia del sitio; más de 14 mil personas dejaron su opinión

La polémica de Fito, récord en lanacion.com - lanacion.com

Bueno… ahíiiiiiii sí nos podemos poner más de acuerdo, Pamela.

La clase media alta, claro que existe, claro que se concentra en Buenos Aires, y claro que muchas veces responde a los intereses de la Sociedad Rural, que es el más nefasto de los organismos del campo. En eso sí te doy la derecha.

Yo, particularmente, estaba en contra de la 125, tal como estaba planteada. Por ahí vos no estabas en el foro, por eso te aclaro. Mis dos puntos básicos en contra de esa medida era que metía (y hoy por hoy, las retenciones siguen metiendo) a todos en la misma bolsa: pequeños, medianos y grandes productores, y a todos los gravaba con el mismo porcentaje de retención. Si hoy por hoy tenés una retención de un treintipico por ciento, eso significa que a un tipo que saca 30.000 camiones de su campo cargados con soja, le cobrás 10.000 camiones de impuestos. Pero al tipo que saca 3, le cobrás 1. Y considero que sacarle 1 camión al tipo que en su campo apenas cosecha 3 es expropiarlo. Y por eso fue que tuvieron a las bases del campo protestando, y por eso fue que se armó la mesa de enlace. Al tipo que cosecha 30.000 camiones (Grobos y demás etcéteras) sacale 15.000 si querés, pero al tipo que saca 3 camiones, cobrale solo los impuestos tradicionales y listo.

El otro tema por el cual estaba en contra es porque las retenciones no discriminan por zona de actividad, también para todos es igual. Y un tipo que siembra en Santiago del Estero, por ejemplo, que es una tierra muchísimo más árida que la pampa húmeda, cosecha 4 veces menos que uno que siembra en Baires o territorios similares. O sea que para cosechar lo mismo que un bonaerense, un santiagueño tiene que tener campos 4 veces más extensos, gastar en semilla y en fertilizantes 4 veces más, etc. etc. etc. Eso sí, a la hora de cosechar, la retención es exactamente la misma. Y tampoco me parece que sea así.

Y cito el resto de tu mensaje para redondear la idea:

Justamente por acá pasa el problema que yo veo, Pame. Quedó plasmado tal y cual en los debates por la 125, que el Gobierno quería que saliese sin tocarse una coma del Congreso.

El problema GRAVÍSIMO del kirchnerismo es polarizar absolutamente todo. Si no están con nosotros están en contra, y le hacen el juego a la derecha demoníaca. Y no, como verás, las objeciones que yo te cito arriba son razonables y son las que planteaba una parte del campo que no fue escuchada. Se puede coincidir o no, se puede verificar a ver si es tan así o no, pero cuando vos tenés objeciones que son lógicas, se tienen que tratar dentro de la lógica.

Yo lo que percibo es que justamente en las elecciones de Buenos Aires se vio plasmada esa circunstancia. Tanto polarizar, tanto “estás con nosotros o estás en contra”, que el porteño se dijo “bueno, estoy en contra. ¿Quién interpreto que es quien está más en contra del gobierno?” Y bien, lo eligieron a Macri.

Yo hubiese preferido que hubiese sido muy distinta la cosa. Que hubiese ganado el radicalismo, o que hubiese ganado Pino Solanas. Que el porteño hubiese entendido que para estar en contra de esa política polarizante no hace falta necesariamente elegir el exacto polo opuesto del gobierno, y mucho menos obviar todo lo desastroso que hizo el niñito Mauricio desde que dejó de jugar con cochecitos y Rastis y empezó a jugar al Sim Life con la vida de 4 millones y pico de personas.

Pero por este lado hay que interpretar el voto de Buenos Aires. Que las señoras de clase media alta con tapados y berretín de Mirtha Legrand existen, existen. Pero ni a ganchos suman entre todas ellas el 47% del electorado. Acá hay una llamada de atención y muy grande.

Abrazos, Martín.

Nadie niega lo del 2001. Igual no fue esa la clase media la que se quedó bancando la represión en la Plaza al otro día, no confundamos, pero sí, tuvo MUCHO mérito. Ahora, el mnemismo ganó la ÚNICA elección que ganó un peronista en Buenos Aires, y con esto voy a citar a mi abuela, que siempre fue anti-peronista acérrima, que me dijo "sí, yo voté a mnem, y me equivoqué, lo voté por NO PERONISTA". O sea, ESA elección es clave, porque la ganaron porque apoyaban las políticas neo-liberales, por eso, prevaleció le ideología por sobre los nombres. En 1993 ya estaba el Plan de Convertibilidad, con Cavallo a la cabeza. Así que no me parece “la única del mnemismo", te lo cambio por "la única del PERONISMO fue un MNEMISTA”.

Yo ya dije, no siento ninguna verguenza por ser de clase media, por el contrario, entiendo muchas cosas, pero este 47% de macri, méritos en su vida política no tiene, o tiene muy poco. Por eso yo no voy a condenar a nadie pero tampoco adjudicarles luchas que nunca tuvieron.

No, seguro. La clase media se fue de la plaza tan pronto como empezaron a aparecer banderas políticas en la misma. Y me parece perfecto, la idea de la protesta no era que ningún partido político se fuese a poner la cucarda del “yo empecé el cacerolazo” sino una protesta espontánea y legítima contra una medida propia de un dictador y no de un presidente elegido por el pueblo. Hasta esa declaración de De la Rúa, desde la vuelta a la democracia hubo una sola vez en que se había implantado el estado de sitio, lo había hecho Alfonsín y ante una amenaza bastante certera de golpe militar, no para defender a los banqueros.

La represión en la Plaza al día siguiente fue previsible. Lo último del neoliberalismo resistiendo a palos y tiros sus robos de todos los días contra algunos manifestantes de izquierda reclamando legítimamente, y algunos de los que siempre están para armar quilombo.

Que la Capital nunca quiso ni a Perón ni a los peronistas también es sabido, aunque relativamente. Ha votado masivamente a Chacho Álvarez varias veces, de extracción peronista, y por cierto, mucho más peronista que el turco innombrable. Está bien que no lo votó bajo el escudito del PJ, pero esa fue una elección bastante más peronista que votar a Superman de Maceta González.

Después, depende del concepto de lucha que se entienda, Belén. O sea, por ejemplo, escribir en un periódico una columna política también es una forma de lucha. Cada cual lucha de la manera que interpreta que saca mejor partido de ello. Desde ese punto de vista, la clase media luchó contra De la Rúa. Y ganó. Porque si bien la gota que rebalsó el vaso de la renuncia fue la represión brutal en Plaza de Mayo, si eso no hubiese sucedido, De la Rúa duraba 5 días más como mucho.

No entendamos que para luchar necesariamente tenés que ser un manifestante y aguantar los trapos contra la cana represora, justamente, una de las luchas más exitosas del siglo pasado, que derivó en la independencia de la India, fue la lucha no violenta de Gandhi. Y fijate si era peligroso que lo terminaron matando, a pesar de que nunca el tipo incitó a levantar un dedo contra las fuerzas represoras.

Abrazos, Martín.

cuando fue eso, en los 90 ??? porque en el 82 en el festival de la solidaridad de la guerra de malvinas se lo veia copado cantando el tema no se lo tomaron para otros, lo canto el; tambien hacia presentaciones de “pensar en nada” en obras y otros estadios, me recuerdo haberlo visto en algunos programas de la tele incluso… despues fue al interior a trabajar en de ushuaia a la quiaca con santaolalla (de fugaz suceso con el tema ando rodando)y en el 84 lo vi en ferro con mercedes sosa, un brazuca y unos mas…mas tarde aparecio con los rosarinos…y en los 90 ahi si que no se que habra hecho.