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“Hay campeones que no venden ni un jugador: eso sí que es vender humo”, dijo y agregó: “Los de San Lorenzo querían gritar ‘ole’ y no podían: su equipo no daba pases”.
“El fútbol que le gusta a los argentinos todavía está vigente”, digo Angelito. 1
-¿Se puede hablar de reinstalar un estilo de fútbol sin haber ganado un campeonato?
-Es que va más allá de un resultado. Yo me voy de Huracán con la alegría de que, a partir de este equipo que ganó y perdió, los argentinos pudieron recordar que nuestra identidad no está muerta. El tiki tiki fue lo mejor que le pudo pasar al fútbol argentino en los últimos 20 años.
-Hubo grandes equipos en este tiempo…
-Yo no pretendo desconocer a esos grandes equipos ni a los logros que tuvieron, como el Vélez y el Boca de Bianchi, el River de Ramón Díaz o este Estudiantes que acaba de ganar la Copa. Me refiero a la recuperación de nuestra identidad. Con Huracán revivió el gusto por este fútbol, resucitó la alegría de poder disfrutar en una cancha de un equipo que juega al toque. Y para mí es muy importante aunque no quiere decir que sea más importante que aquellos otros clubes que ganaron un montón de cosas.
-¿Cómo encuadrarías a estos equipos en el marco de tu filosofía?
-Por lo pronto, todos fueron equipos que querían ir al frente, que no especulaban ni pijoteaban… Cada uno con sus características particulares, pero yo valoro a todos. El Boca de Bianchi, que por momentos parecía invencible, tuvo jugadores como Riquelme y Guillermo; este Estudiantes juega extraordinariamente bien y lo hace tocando la pelota. También es un exponente del tiki tiki.
-¿Entonces lo que planteás con tu Huracán sería algo así como el redescubrimiento de “la nuestra”?
-La manera en que jugó Huracán se daba por perdida en la Argentina. Se decía que era un fútbol antiguo, y que lo moderno pasaba por otro lado. Bueno, yo digo que no: al fútbol se juega bien o mal. Y Huracán jugó bien, defendiendo un estilo que es nuestro, de todos los argentinos.
-Como nunca, tu discurso se revalorizó; ¿también se revalorizó tu carrera de entrenador?
-Se revalorizó la identidad del fútbol argentino. Prefiero no tomarlo como algo personal aunque sí es cierto que yo me sentí muy revalorizado desde la comprensión que los jugadores tuvieron a mi mensaje. Y por eso me voy contento. Y porque me siento partícipe de haber sumado un granito de arena a la defensa de este estilo.
-¿Y lo vas a seguir intentando de inmediato o te vas a tomar un descanso en tu trabajo?
-Hoy estoy desocupado y no tengo nada en vista. Claro que quiero seguir trabajando e intentando, si es que puedo, repetir lo que busqué en Huracán y que se frustró.
-Es paradójico, porque te terminás yendo con una campaña muy pobre.
-Es cierto, me voy con el peor final posible. Pero aun con malos resultados, el equipo sostuvo la intención y en algunos partidos realmente le salió muy bien.
-Aun jugando sin arcos, como dijo Simeone.
-Es cierto, nos costó mucho llegar. Y cuando movés la pelota sin generar peligro corrés el riesgo de jugar “fulbito”. Pero sí existe la intención. Y también es cierto que San Lorenzo no hizo tres pases seguidos… Simplemente porque no le interesa: juega a otra cosa. El tema es que, con Huracán desarticulado, ellos llegaban al arco, generaban chances de gol, pero su gente quería gritarle “ole” a la de Huracán y no podía, porque su equipo no daba pases.
-Esto te separa de Simeone-técnico.
-Es que no lo personalizo. Que yo lo juzgue a Simeone, no sirve para nada; sí discuto las ideas porque eso, aunque sea áspero, enriquece, mejora. Hay tres o cuatro dinosaurios que todavía no lo entienden así, pero cuando yo digo que Niembro es bilardismo, hablo de ideología, no de ellos en particular. A mí me quieren poner en la vereda opuesta a este Estudiantes, y nada que ver, me gusta cómo juega. Hay quienes se empecinan en vincularlo con el Estudiantes de los 60 y, al menos desde lo conceptual, no tienen nada que ver.
-¿Cómo se hace para que tu Huracán no haya sido una isla?
-La continuidad la dan los equipos. Si Huracán no se hubiese desmantelado, no tengo dudas de que hoy estaría peleando el título de nuevo. Si a Godoy Cruz no le hubieran desmantelado el equipo, también habría seguido en la línea en la que estaba. Esto es como si pintás un cuadro y viene un tipo a la noche y, amparado en la oscuridad, humedece un algodón y te lo borra. Al día siguiente tenés que empezarlo de nuevo y así no se puede.
-Hablar es mucho más fácil que jugar, ¿recordás esa frase que te pusieron en tu blog, en la que te decían que si empaquetaras el humo que vendés serías millonario?
-Si todos los jugadores que se fueron de Huracán se hubiesen quedado, como sería normal en cualquier otro lado, ¿cuánto habría terminado recaudando el club en ventas? ¿Más de 20.000.000 de dólares, por decir un número? ¿Dónde está el romanticismo? Hay equipos que salen campeones y no pueden vender ni un jugador: eso es vender humo. Yo creo que es más rentable jugar bien que mal; es negocio jugar como jugó Huracán.
“El tiki tiki es lo mejor que pasó en los últimos 20 años”
Me dio un poquito de asquete leer el olé,puajj!
Parece que a Cappa le faltó ver al River del Pelado Diaz,ese que te hacia 40 pases seguidos y terminaba en gol,eso fue futbol total.Me gusto el Huracan de Cappa,pero tampoco la pavada,querer imponer que es el artifice de un estilo propio de otros equipos como River o Independiente cuando él con su tiki tiki no gano nada, es una falta de respeto hacia el buen futbol.Creo que es la 1er vez en su vida que hizo jugar bien a un equipo,gana algo y despues habla.