El sucesor de Castrilli

Tras la renuncia del Sheriff, llegó Pablo Paladino, delfín de Aníbal Fernández y ex vice del club Los Andes jaqueado por los barras.

                                                                                                                                                                        [IMG]http://www.perfil.com/export/sites/diarioperfil/img/2008/deportes/0904_castrilli_paladino_468.jpg_687088226.jpg[/IMG]                                     

“Renovarse es vivir”, habrá pensado Aníbal Fernández luego de la reciente renuncia de Javier Castrilli a la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos. Lo cierto es que, lejos de la imagen dura del Sheriff, el Ministro designó al frente de ese organismo a alguien que, aparte de responderle a pie juntillas, debió habituarse tiempo atrás a convivir con barrabravas.

                             Se trata de  [b]Pablo Paladino[/b], quien, [b]como buen yerno del otrora jefe de prensa del menemismo Hugo Toledo (ex ministro de Obras Públicas e incondicional aliado de Eduardo Duhalde), integrará las filas del duhaldismo hasta que, con la llegada de los Kirchner al poder, comenzó a revistar bajo el ala protectora del hoy titular de la cartera de Justicia y Seguridad.[/b]

Fue esa cercanía con Aníbal F, justamente, lo que, sumado a su experiencia como dirigente de fútbol en el club Los Andes, convirtió a Paladino en candidato ideal para suceder a Castrilli casi ni bien se produjo la renuncia del ex árbitro, que el Gobierno esperaba -e inducía- desde hace ya un buen tiempo para colocar un hombre de su riñón al frente de la SubSEF.

Lo cierto es que, si bien recién fue designado oficialmente para el cargo este jueves mediante un decreto que llevó la firma de la Presidenta, el Jefe de Gabinete y el propio ministro de Justicia, este ex candidato a la intendencia de Lomas de Zamora ya era número puesto para el cargo desde mucho antes. Y no sólo por su fidelidad absoluta a los Kirchner.

El mismo día en que se produjo la dimisión de Castrilli, de hecho, ya Aníbal Fernández había anunciado su decisión de contar en la SubSEF con alguien “de bajo perfil”, que tuviera una relación no tan conflictiva como la que, emulando sus épocas de juez polémico, el Sheriff mantuvo con los clubes en sus cinco años de gestión al frente del organismo.

Por ese motivo, no fue nada extraño que el ministro pensara -o viniera pensando desde mucho antes- en Paladino, un hombre que, como Fernández mismo en Quilmes, debió convivir a diario en Los Andes con una realidad en la que, lejos de ser raleados del modo en que correspondería, los barrabravas son amos y señores que gozan de todo tipo de prebendas.

En el club de Lomas, el hoy funcionario “K” llegó a ser vicepresidente allá por el año 2000, cuando la entidad vivía un momento de euforia luego de ascender a Primera por tercera y última vez en su historia. Ni siquiera el hecho de tener como presidente al ex juez en lo penal Hugo Van Schilt, sin embargo, impidió que la institución, que rápidamente volvería a la B Nacional, fuera frecuentemente noticia por hechos de violencia.

Fue por aquellas épocas, justamente, en que sufrieron distintos tipos de agresiones físicas por parte de la barra del club un técnico, un dirigente y Germán Denis, el actual delantero del Nápoli de Italia y la Selección que en esa temporada 2000/01 hacía sus primeras armas en la división superior.

Lejos de terminar con ese accionar, aquella dirigencia a la que pertenecía Paladino nada pudo hacer para evitar que el mal siguiera propagándose. Por el contrario, los violentos cobraron cada vez más preeminencia en Los Andes, al punto de copar el predio de Villa Albertina donde entrenan las inferiores del club.

Por si eso fuera poco, y pactos de no agresión con los dirigentes mediante, según dicen por Lomas los barras llegaron a tener entre cuatro y cinco micros gratis para sus traslados al Interior, a recibir carnets especiales para su ingreso al estadio e incluso a contar con una provisión de hamburguesas y gaseosas en el entretiempo de los partidos.

“Para ser dirigente, en Los Andes tenés que estar dispuesto a transar, a negociar con la barra”, dicen quienes saben de la interna del club lomense. ¿Será el caso de Paladino? Por el bien del fútbol, ojalá que no.

Tras la renuncia del Sheriff, llegó Pablo Paladino, delfín de Aníbal Fernández y ex vice del club Los Andes jaqueado por los barras.

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“Renovarse es vivir”, habrá pensado Aníbal Fernández luego de la reciente renuncia de Javier Castrilli a la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos. Lo cierto es que, lejos de la imagen dura del Sheriff, el Ministro designó al frente de ese organismo a alguien que, aparte de responderle a pie juntillas, debió habituarse tiempo atrás a convivir con barrabravas.

                             Se trata de  [b]Pablo Paladino[/b], quien, [b]como buen yerno del otrora jefe de prensa del menemismo Hugo Toledo (ex ministro de Obras Públicas e incondicional aliado de Eduardo Duhalde), integrará las filas del duhaldismo hasta que, con la llegada de los Kirchner al poder, comenzó a revistar bajo el ala protectora del hoy titular de la cartera de Justicia y Seguridad.[/b]

Fue esa cercanía con Aníbal F, justamente, lo que, sumado a su experiencia como dirigente de fútbol en el club Los Andes, convirtió a Paladino en candidato ideal para suceder a Castrilli casi ni bien se produjo la renuncia del ex árbitro, que el Gobierno esperaba -e inducía- desde hace ya un buen tiempo para colocar un hombre de su riñón al frente de la SubSEF.

Lo cierto es que, si bien recién fue designado oficialmente para el cargo este jueves mediante un decreto que llevó la firma de la Presidenta, el Jefe de Gabinete y el propio ministro de Justicia, este ex candidato a la intendencia de Lomas de Zamora ya era número puesto para el cargo desde mucho antes. Y no sólo por su fidelidad absoluta a los Kirchner.

El mismo día en que se produjo la dimisión de Castrilli, de hecho, ya Aníbal Fernández había anunciado su decisión de contar en la SubSEF con alguien “de bajo perfil”, que tuviera una relación no tan conflictiva como la que, emulando sus épocas de juez polémico, el Sheriff mantuvo con los clubes en sus cinco años de gestión al frente del organismo.

Por ese motivo, no fue nada extraño que el ministro pensara -o viniera pensando desde mucho antes- en Paladino, un hombre que, como Fernández mismo en Quilmes, debió convivir a diario en Los Andes con una realidad en la que, lejos de ser raleados del modo en que correspondería, los barrabravas son amos y señores que gozan de todo tipo de prebendas.

En el club de Lomas, el hoy funcionario “K” llegó a ser vicepresidente allá por el año 2000, cuando la entidad vivía un momento de euforia luego de ascender a Primera por tercera y última vez en su historia. Ni siquiera el hecho de tener como presidente al ex juez en lo penal Hugo Van Schilt, sin embargo, impidió que la institución, que rápidamente volvería a la B Nacional, fuera frecuentemente noticia por hechos de violencia.

Fue por aquellas épocas, justamente, en que sufrieron distintos tipos de agresiones físicas por parte de la barra del club un técnico, un dirigente y Germán Denis, el actual delantero del Nápoli de Italia y la Selección que en esa temporada 2000/01 hacía sus primeras armas en la división superior.

Lejos de terminar con ese accionar, aquella dirigencia a la que pertenecía Paladino nada pudo hacer para evitar que el mal siguiera propagándose. Por el contrario, los violentos cobraron cada vez más preeminencia en Los Andes, al punto de copar el predio de Villa Albertina donde entrenan las inferiores del club.

Por si eso fuera poco, y pactos de no agresión con los dirigentes mediante, según dicen por Lomas los barras llegaron a tener entre cuatro y cinco micros gratis para sus traslados al Interior, a recibir carnets especiales para su ingreso al estadio e incluso a contar con una provisión de hamburguesas y gaseosas en el entretiempo de los partidos.

“Para ser dirigente, en Los Andes tenés que estar dispuesto a transar, a negociar con la barra”, dicen quienes saben de la interna del club lomense. ¿Será el caso de Paladino? Por el bien del fútbol, ojalá que no.

buenaa infoo, son todos choros esoos.

Por dios, otro manejo mas de Grondona. Despoja de su cargo a Castrilli, que por mas HdP que sea queria hacer algo serio (Poner butacas en toda la cancha) fue avalado por la FIFA, y de pronto lo rajan. Y ahora traen a alguien del riñon de Anibal Fernandez, ex-presidente de un club tapado por las deudas y que estuvo a punto de quebrar. Lo que le depara a la seguridad deportiva, por dios…:evil:

en fin termina siendo mas de lo mismo…osea estos parece qe no cambia mas

Qué laburito va a tener…

Castrilli es uno de los chabones mas anti-fiesta que vi en mi vida…

Si por anti-fiesta es evitar la violencia y parar las muertes, yo tambien soy anti-fiesta…:roll:

No dejan entrar bombos y eso me parece que no evita muertes.

Lo que pasa es que va todo de la mano. Si dejan entrar bombos, despues dejan entrar vengalas, y como pasan bombos y vengalas pueden pasar Cuchillos o puntas. A mi me encantan el tema de los trapos y los bombos, pero que queres que te diga…No me gustaria haber estado en la cancha de velez cuando se cagaron a cintazos y puntasos, o en la cancha de NOB cuando pelaron el cuchillo ese…

Si, eso si, yo estuve en Vélez y fue el peor partido a nivel hinchada que vi en mi vida.

Imaginate lo que fue entonces el partido ese (NO me acuerdo en que popular fue, pero se que era la hinchada de NOB o Colon), en el cual el flaco ese pelo el Cuchillaso (Era bastante grande) Y empezo a tirar puntasos al azar. Yo llego a estar ahi con mi sobrina, o con mis hijos (Cuando tenga) y no los llevo nunca mas.

En cancha de colon fue, estaba re locooo.


Es mas de lo mismo este tipo que asume ahora…

es mas de lo mismo… no va a cambiar nada…

tal cual creo que va a seguir todo igual

Es el lo mismo cas…

son todos manejes…

aca en la tribuna de aldosivi llevaron una ametralladora y estaba escondida abajo de un buzo… :confused:

mas de lo mismo

Ya te digo que tiene una cara de chanta importantísimo. Esperemos que le pueda dar un cambio a todo el quilombo que pasa en el fútbol. Algo mínimo, pero algo en fín.

:roll: