El regreso de los muertos vivos

Todos juntos, en la misma mesa, los que representan el verdadero peligro para 2011:

PD: qué carajo hace Stolbizer ahí ?!?!?!

Bergoglio presentó un documento elaborado por Dromi, Jaunarena y otros ministros de Menem, De la Rúa y Duhalde. El manifiesto opositor reclama autarquía del Banco Central, eliminar retenciones a la soja, minimizar las políticas sociales, fundir Seguridad con Defensa y reprimir el conflicto social. Asistieron De Narváez, López Murphy y Nosiglia, pero nadie del gobierno ni de las centrales de trabajadores. Casaretto insistirá en Mar del Plata con este programa para el poskirchnerismo.

Por Horacio Verbitsky

El presidente de la Iglesia Católica, cardenal Jorge Bergoglio, hizo una espectacular reaparición, rodeado por la plana mayor de los gobiernos de Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde y por el liderazgo del Peornismo opositor y la UCR. Luego del fracaso de las movilizaciones que intentó realizar en Luján y en la Plaza de Mayo, el 8 y el 25 de mayo, y del frustrado documento sobre la pobreza elaborado por su ministro político, Alcides Jorge Pedro Casaretto, Bergoglio presentó un Contrato Social para el Desarrollo, elaborado por el ex ministro Roberto Dromi, con la colaboración de los ex ministros Armando Caro Figueroa, Andrés Delich, Roque Fernández, Horacio Jaunarena y Jorge Vanossi y la coordinación del vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad del Salvador, Fernando Lucero Schmidt. Entre los asistentes a la presentación, realizada en la USAL, estaban la senadora Hilda González de Duhalde, el diputado Francisco De Narváez, el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, los ex ministros Ricardo López Murphy y Enrique Nosiglia, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, el ministro de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, y la diputada de GEN, Margarita Stolbizer. No hubo explicaciones sobre las ausencias de Domingo Cavallo y María Julia Alsogaray. No pudo asistir Erman González, porque falleció en 2007. Durante la presentación del trabajo de Dromi, Bergoglio reclamó la reconciliación y el diálogo. Consideró necesario aclarar que no se trataba de una plataforma electoral. En una de sus habituales frases de efecto propuso ponerse “la patria al hombro” y postuló que la unidad es superior al conflicto, una frase inspirada en San Ignacio de Loyola que repite desde que asumió como provincial de la Compañía de Jesús, en 1973.

El programa

El documento presentado, que reclama consensuar políticas públicas en materia de Educación, Garantías, Relaciones Exteriores, Economía, Producción, Regionalización territorial y Comunicaciones, va en contra de varios pilares de la política en aplicación desde 2003 e incluso de algunos consensos básicos de la democracia recuperada en 1983. Como si se tratara de un problema de carga de trabajo, Dromi dijo que quienes tenían más tiempo porque estaban “en el banco de suplentes” ofrecían ese aporte a quienes “están jugando el partido”. Curiosa metáfora: ningún suplente diagrama la estrategia del partido, apenas reemplaza al titular y sólo si lo decide el director técnico. Sin embargo, no participó ningún funcionario del Poder Ejecutivo ni legisladores del partido del gobierno. Pese a la fuerte presión ejercida sobre ellos tampoco estuvieron presentes los jueces de la Corte Suprema de Justicia.

El Consenso propone eliminar las retenciones a la comercialización externa de cereales y oleaginosas y el impuesto al cheque, bajar impuestos y aumentar tarifas de modo de asegurar “la ganancia empresaria y la inversión”. Reivindica la autarquía del Banco Central y confía a la responsabilidad empresaria el mantenimiento de las fuentes de trabajo. Como eco de la asociación patronal AEA, reclama seguridad jurídica económica, reglas claras, duraderas, sin desviación de poder y finalidad, respeto a los derechos adquiridos, resguardo a las inversiones, libertad de empresa, “estabilidad de derechos, razonabilidad de poderes, calidad institucional y responsabilidad pública”. También consagra el derecho a “la información veraz” y sostiene que los medios de comunicación deben ser “de gestión privada o mixta”. Las retenciones al comercio exterior de granos, y en especial de soja, han sido junto con el impuesto al cheque fuente decisiva de ingresos del gobierno nacional, y motivo de intensas batallas políticas y sociales, con las cámaras patronales agropecuarias y con la oposición parlamentaria. Esos recursos han permitido aplicar políticas sociales como la incorporación al sistema previsional de 2,5 millones de personas que no tenían ningún ingreso jubilatorio o la Asignación Universal por Hijo que este año cubrirá a 5 millones de personas y que han reducido los niveles de pobreza e indigencia a niveles de varias décadas atrás. La autarquía del Banco Central ha sido cuestión de otro de los grandes debates de este año, a partir de la resistencia de su ex presidente, Martín Redrado a aceptar una letra del Tesoro a cambio de 6800 millones de dólares que el Poder Ejecutivo dispuso aplicar a la cancelación de compromisos de la deuda pública. Primero la recuperación y luego el mantenimiento de las fuentes de trabajo ha sido un objetivo prioritario de los dos gobiernos kirchneristas, durante los cuales la desocupación se redujo a un tercio del índice que dejó el ex senador Duhalde. Para ello ha descansado en políticas activas y no en la mera voluntad patronal. Algunas han sido de control y penalización, como la doble indemnización, y otras de estímulo, como el Repro, por el cual el Estado paga los salarios de empresas en crisis para evitar despidos. Bergoglio y Dromi sólo contemplan ventajas tributarias o crediticias para las empresas. La “información veraz” forma parte de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero contradice los principios liberales de la Constitución argentina, la declaración de principios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la posición de la Sociedad Interamericana de Prensa. El gobierno de Hugo Chávez propuso ese principio a la VII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que sesionó en Margarita en 1997, pero no fue aceptado. Además, el gobierno argentino eliminó del Código Penal los delitos de calumnias e injurias en temas de interés público, una vieja reivindicación de los periodistas. Mientras el manifiesto opositor establece que los medios de comunicación deben ser de gestión privada o mixta, la ley de servicios de comunicación audiovisual, promulgada en 2009, reserva un tercio de las frecuencias para los Estados federal y provinciales y otro tercio para las organizaciones de la sociedad civil. (Si el programa presentado por Bergoglio se aplicara, la Iglesia Católica no podría disponer de canales de televisión y estaciones de radio, según el procedimiento excepcional que le concedió esa ley. Esa “autorización privilegiada para usar una frecuencia de manera permanente, sin necesidad de someterse a concurso en igualdad de condiciones” fue objetada por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuya Declaración de Principios establece que, las asignaciones de radio y televisión deben considerar criterios democráticos que garanticen el acceso en igualdad de oportunidades para todos los individuos). Pese a su extensión que supera las cien páginas, el Consenso no menciona la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). En cambio propone “relanzar la alianza del ABC” (Argentina, Brasil, Chile) “para construir un puente bioceánico AtlánticoPacífico”.

Seguridad y Defensa

El documento presentado por Bergoglio también contempla la conformación de “un sistema integral de seguridad pública y defensa común”. Incluye en el campo de la Defensa “el narcotráfico, el tráfico ilegal de armas, el lavado de dinero, el terrorismo, etc.”, para terminar con lo que llama “el vacilar de las palabras y acciones”. Con el mismo propósito crea un Consejo Federal de Civilidad y Convivencia Social, con el que deberán colaborar las Universidades estatales y privadas, las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, las cámaras patronales, las organizaciones sindicales y los diferentes cultos. Con un lenguaje que tergiversa el sentido de las palabras para esconder el objetivo, se refiere al “valor garantista de la seguridad”. Así se opone a uno de los mayores consensos alcanzados por el conjunto de las fuerzas políticas a partir de 1983: la nítida separación entre defensa nacional, a cargo de las Fuerzas Armadas, y seguridad interior, de la que se ocupan las fuerzas policiales y de seguridad. Esto fue establecido por la Ley de Defensa Nacional, de 1988; la de Seguridad Interior, de 1992, y la de Inteligencia Nacional, de 2001, promulgadas por los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa respectivamente. Las tres surgieron de un cuidadoso proceso de elaboración acordado por las principales fuerzas políticas del país.

Supramarketinero

El resto es una colección de generalidades, maquilladas con el lenguaje marketinero de Dromi, con conceptos como la idea “suprasingular”, la “inteligencia plural”, la “voluntad general suprapartidaria” y el “Contrato Social de Garantía y Pertenencia”. Repite buena parte de las muletillas sobre la “calidad institucional” y la “plenitud republicana”, con que la oposición ha hostigado a los gobiernos de Néstor Kirchner y CFK y sostiene que si la gestión de las instituciones se opone al bien común “desaparecen el orden y los límites, se desdibuja el principio de autoridad, se avasallan los derechos” y “se actúa con deshonestidad, se miente, se corrompe”. De este modo “las instituciones se convierten en botines de guerra de los administradores”. Para financiar obras de infraestructura contempla “el peaje o contribuciones específicas”.

El documento se elaboró como parte de un acuerdo entre la USAL, que desde 1973 orienta Bergoglio, y la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (EPOCA), que conducen Dromi y su esposa Laura San Martino. Su texto pretende, con el mismo tomo imperativo de las leyes de emergencia que Dromi redactó para favorecer el desguace del Estado y el despojo de derechos laborales, que una vez que lo firmen el gobierno y las dirigencias políticas, sociales, corporativas y religiosas, sea refrendado por el Congreso como “voluntad general soberana”, adquiera “categoría de ley suprema de orden público”, de plazo ilimitado y sólo sea modificable o derogable al cabo de diez años. Los derechos, deberes, obligaciones y responsabilidades que genere tendrían “carácter absoluto, irretractable e irrenunciable”. Nadie más que la Corte Suprema de Justicia podría revisar ese Contrato y sólo “en caso de ilegalidad absoluta y manifiesta”, pero no por su “oportunidad, mérito y conveniencia”. La aplicación del Contrato Social se atribuye al Poder Ejecutivo, lo cual despeja cualquier duda acerca de su carácter de programa para el poskirchnerismo, ya que es inimaginable su aplicación con el actual gobierno. Este viernes, Casaretto insistirá en buscar “consensos para el desarrollo”, durante la denominada Semana Social, que se realizará en Mar del Plata. El secretario de Culto, Guillermo Oliveri ya anunció que no estará presente en esta nueva cumbre de la oposición. Tampoco asistirá el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. La convocatoria forma parte de una escalada que el Episcopado diagramó hace dos años con el documento “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad” y cuyo próximo paso será el Primer Congreso Nacional de la Doctrina Social de la Iglesia, que se realizará el año próximo en Rosario. Semejante hiperactividad política del Episcopado Católico contradice los lineamientos planteados en el documento guía de las últimas décadas, “Iglesia y Comunidad Nacional”, de 1981, según el cual la tarea eclesiástica no debía realizarse con las élites del poder sino en las bases profundas de la sociedad. El documento sobre la pobreza, elaborado por el principal colaborador de Casaretto, el empresario sojero Eduardo Serantes fue rechazado por las dos centrales sindicales, lo cual lo condenó al archivo.

La Santa Alianza

En cuanto Bergoglio sucedió al cardenal Antonio Quarracino como arzobispo de Buenos Aires, en 1988, Dromi editó con el sello Ciudad Argentina un tomo de “Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro”, cuyo autor es el “Grupo de reflexión ‘Centesimus annus’ dirigido y coordinado por Monseñor JMB”. A su vez, Bergoglio designó a Dromi abogado de la curia porteña. En su primera clamorosa actuación medió entre el Ejército y la Iglesia, en la causa judicial iniciada luego de la quiebra del Banco de Crédito Provincial de La Plata. El Ejército había prestado 100 millones de dólares al Arzobispado de esa ciudad, que desaparecieron en las maniobras del quebrado banquero Francisco Trusso. En el compromiso de pago la firma del entonces arzobispo platense Quarracino no era suya, pero quien le entregó el contrato a los militares fue su asistente, monseñor Roberto Marcial Toledo, quien además firmó dos cheques por cinco millones cada uno, por lo cual fue detenido y procesado por defraudación.

Dromi llegó a un nuevo acuerdo por el cual el Ejército desistió de su reclamo económico y el Arzobispado de una causa penal. “Renace así un nuevo diálogo entre el Ejército y la Iglesia en un marco de paz judicial”, informó la curia. En setiembre del año pasado Bergoglio ya había vertido sus lágrimas por los pobres durante unas jornadas que organizó Dromi en el lujoso hotel Alvear. Acompañaron al cardenal De Narváez (si se atiende a sus propias declaraciones es uno de los responsables de la fuga de capitales a la que se refirió entonces Bergoglio), y el CEO italiano de FIAT, Cristiano Rattazzi Agnelli, gestor de obras públicas con créditos de su país natal y sobreprescios del adoptivo, quien se declaró insolvente para eludir un embargo de 50.000 dólares por el contrabando de un auto de lujo. La elección de estas compañías prueba cuán sutil es el presidente de la Iglesia Católica, quien habló de la pobreza pero escenificó el escándalo de la riqueza. San Ignacio de Loyola se revuelve en su tumba.

Página/12 :: El país :: El banco de suplentes

Todos juntos, en la misma mesa, los que representan el verdadero peligro para 2011:

PD: qué carajo hace Stolbizer ahí ?!?!?!

Bergoglio presentó un documento elaborado por Dromi, Jaunarena y otros ministros de Menem, De la Rúa y Duhalde. El manifiesto opositor reclama autarquía del Banco Central, eliminar retenciones a la soja, minimizar las políticas sociales, fundir Seguridad con Defensa y reprimir el conflicto social. Asistieron De Narváez, López Murphy y Nosiglia, pero nadie del gobierno ni de las centrales de trabajadores. Casaretto insistirá en Mar del Plata con este programa para el poskirchnerismo.

Por Horacio Verbitsky

El presidente de la Iglesia Católica, cardenal Jorge Bergoglio, hizo una espectacular reaparición, rodeado por la plana mayor de los gobiernos de Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde y por el liderazgo del Peornismo opositor y la UCR. Luego del fracaso de las movilizaciones que intentó realizar en Luján y en la Plaza de Mayo, el 8 y el 25 de mayo, y del frustrado documento sobre la pobreza elaborado por su ministro político, Alcides Jorge Pedro Casaretto, Bergoglio presentó un Contrato Social para el Desarrollo, elaborado por el ex ministro Roberto Dromi, con la colaboración de los ex ministros Armando Caro Figueroa, Andrés Delich, Roque Fernández, Horacio Jaunarena y Jorge Vanossi y la coordinación del vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad del Salvador, Fernando Lucero Schmidt. Entre los asistentes a la presentación, realizada en la USAL, estaban la senadora Hilda González de Duhalde, el diputado Francisco De Narváez, el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, los ex ministros Ricardo López Murphy y Enrique Nosiglia, el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, el ministro de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, y la diputada de GEN, Margarita Stolbizer. No hubo explicaciones sobre las ausencias de Domingo Cavallo y María Julia Alsogaray. No pudo asistir Erman González, porque falleció en 2007. Durante la presentación del trabajo de Dromi, Bergoglio reclamó la reconciliación y el diálogo. Consideró necesario aclarar que no se trataba de una plataforma electoral. En una de sus habituales frases de efecto propuso ponerse “la patria al hombro” y postuló que la unidad es superior al conflicto, una frase inspirada en San Ignacio de Loyola que repite desde que asumió como provincial de la Compañía de Jesús, en 1973.

El programa

El documento presentado, que reclama consensuar políticas públicas en materia de Educación, Garantías, Relaciones Exteriores, Economía, Producción, Regionalización territorial y Comunicaciones, va en contra de varios pilares de la política en aplicación desde 2003 e incluso de algunos consensos básicos de la democracia recuperada en 1983. Como si se tratara de un problema de carga de trabajo, Dromi dijo que quienes tenían más tiempo porque estaban “en el banco de suplentes” ofrecían ese aporte a quienes “están jugando el partido”. Curiosa metáfora: ningún suplente diagrama la estrategia del partido, apenas reemplaza al titular y sólo si lo decide el director técnico. Sin embargo, no participó ningún funcionario del Poder Ejecutivo ni legisladores del partido del gobierno. Pese a la fuerte presión ejercida sobre ellos tampoco estuvieron presentes los jueces de la Corte Suprema de Justicia.

El Consenso propone eliminar las retenciones a la comercialización externa de cereales y oleaginosas y el impuesto al cheque, bajar impuestos y aumentar tarifas de modo de asegurar “la ganancia empresaria y la inversión”. Reivindica la autarquía del Banco Central y confía a la responsabilidad empresaria el mantenimiento de las fuentes de trabajo. Como eco de la asociación patronal AEA, reclama seguridad jurídica económica, reglas claras, duraderas, sin desviación de poder y finalidad, respeto a los derechos adquiridos, resguardo a las inversiones, libertad de empresa, “estabilidad de derechos, razonabilidad de poderes, calidad institucional y responsabilidad pública”. También consagra el derecho a “la información veraz” y sostiene que los medios de comunicación deben ser “de gestión privada o mixta”. Las retenciones al comercio exterior de granos, y en especial de soja, han sido junto con el impuesto al cheque fuente decisiva de ingresos del gobierno nacional, y motivo de intensas batallas políticas y sociales, con las cámaras patronales agropecuarias y con la oposición parlamentaria. Esos recursos han permitido aplicar políticas sociales como la incorporación al sistema previsional de 2,5 millones de personas que no tenían ningún ingreso jubilatorio o la Asignación Universal por Hijo que este año cubrirá a 5 millones de personas y que han reducido los niveles de pobreza e indigencia a niveles de varias décadas atrás. La autarquía del Banco Central ha sido cuestión de otro de los grandes debates de este año, a partir de la resistencia de su ex presidente, Martín Redrado a aceptar una letra del Tesoro a cambio de 6800 millones de dólares que el Poder Ejecutivo dispuso aplicar a la cancelación de compromisos de la deuda pública. Primero la recuperación y luego el mantenimiento de las fuentes de trabajo ha sido un objetivo prioritario de los dos gobiernos kirchneristas, durante los cuales la desocupación se redujo a un tercio del índice que dejó el ex senador Duhalde. Para ello ha descansado en políticas activas y no en la mera voluntad patronal. Algunas han sido de control y penalización, como la doble indemnización, y otras de estímulo, como el Repro, por el cual el Estado paga los salarios de empresas en crisis para evitar despidos. Bergoglio y Dromi sólo contemplan ventajas tributarias o crediticias para las empresas. La “información veraz” forma parte de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero contradice los principios liberales de la Constitución argentina, la declaración de principios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la posición de la Sociedad Interamericana de Prensa. El gobierno de Hugo Chávez propuso ese principio a la VII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que sesionó en Margarita en 1997, pero no fue aceptado. Además, el gobierno argentino eliminó del Código Penal los delitos de calumnias e injurias en temas de interés público, una vieja reivindicación de los periodistas. Mientras el manifiesto opositor establece que los medios de comunicación deben ser de gestión privada o mixta, la ley de servicios de comunicación audiovisual, promulgada en 2009, reserva un tercio de las frecuencias para los Estados federal y provinciales y otro tercio para las organizaciones de la sociedad civil. (Si el programa presentado por Bergoglio se aplicara, la Iglesia Católica no podría disponer de canales de televisión y estaciones de radio, según el procedimiento excepcional que le concedió esa ley. Esa “autorización privilegiada para usar una frecuencia de manera permanente, sin necesidad de someterse a concurso en igualdad de condiciones” fue objetada por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuya Declaración de Principios establece que, las asignaciones de radio y televisión deben considerar criterios democráticos que garanticen el acceso en igualdad de oportunidades para todos los individuos). Pese a su extensión que supera las cien páginas, el Consenso no menciona la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). En cambio propone “relanzar la alianza del ABC” (Argentina, Brasil, Chile) “para construir un puente bioceánico AtlánticoPacífico”.

Seguridad y Defensa

El documento presentado por Bergoglio también contempla la conformación de “un sistema integral de seguridad pública y defensa común”. Incluye en el campo de la Defensa “el narcotráfico, el tráfico ilegal de armas, el lavado de dinero, el terrorismo, etc.”, para terminar con lo que llama “el vacilar de las palabras y acciones”. Con el mismo propósito crea un Consejo Federal de Civilidad y Convivencia Social, con el que deberán colaborar las Universidades estatales y privadas, las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, las cámaras patronales, las organizaciones sindicales y los diferentes cultos. Con un lenguaje que tergiversa el sentido de las palabras para esconder el objetivo, se refiere al “valor garantista de la seguridad”. Así se opone a uno de los mayores consensos alcanzados por el conjunto de las fuerzas políticas a partir de 1983: la nítida separación entre defensa nacional, a cargo de las Fuerzas Armadas, y seguridad interior, de la que se ocupan las fuerzas policiales y de seguridad. Esto fue establecido por la Ley de Defensa Nacional, de 1988; la de Seguridad Interior, de 1992, y la de Inteligencia Nacional, de 2001, promulgadas por los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa respectivamente. Las tres surgieron de un cuidadoso proceso de elaboración acordado por las principales fuerzas políticas del país.

Supramarketinero

El resto es una colección de generalidades, maquilladas con el lenguaje marketinero de Dromi, con conceptos como la idea “suprasingular”, la “inteligencia plural”, la “voluntad general suprapartidaria” y el “Contrato Social de Garantía y Pertenencia”. Repite buena parte de las muletillas sobre la “calidad institucional” y la “plenitud republicana”, con que la oposición ha hostigado a los gobiernos de Néstor Kirchner y CFK y sostiene que si la gestión de las instituciones se opone al bien común “desaparecen el orden y los límites, se desdibuja el principio de autoridad, se avasallan los derechos” y “se actúa con deshonestidad, se miente, se corrompe”. De este modo “las instituciones se convierten en botines de guerra de los administradores”. Para financiar obras de infraestructura contempla “el peaje o contribuciones específicas”.

El documento se elaboró como parte de un acuerdo entre la USAL, que desde 1973 orienta Bergoglio, y la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (EPOCA), que conducen Dromi y su esposa Laura San Martino. Su texto pretende, con el mismo tomo imperativo de las leyes de emergencia que Dromi redactó para favorecer el desguace del Estado y el despojo de derechos laborales, que una vez que lo firmen el gobierno y las dirigencias políticas, sociales, corporativas y religiosas, sea refrendado por el Congreso como “voluntad general soberana”, adquiera “categoría de ley suprema de orden público”, de plazo ilimitado y sólo sea modificable o derogable al cabo de diez años. Los derechos, deberes, obligaciones y responsabilidades que genere tendrían “carácter absoluto, irretractable e irrenunciable”. Nadie más que la Corte Suprema de Justicia podría revisar ese Contrato y sólo “en caso de ilegalidad absoluta y manifiesta”, pero no por su “oportunidad, mérito y conveniencia”. La aplicación del Contrato Social se atribuye al Poder Ejecutivo, lo cual despeja cualquier duda acerca de su carácter de programa para el poskirchnerismo, ya que es inimaginable su aplicación con el actual gobierno. Este viernes, Casaretto insistirá en buscar “consensos para el desarrollo”, durante la denominada Semana Social, que se realizará en Mar del Plata. El secretario de Culto, Guillermo Oliveri ya anunció que no estará presente en esta nueva cumbre de la oposición. Tampoco asistirá el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. La convocatoria forma parte de una escalada que el Episcopado diagramó hace dos años con el documento “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad” y cuyo próximo paso será el Primer Congreso Nacional de la Doctrina Social de la Iglesia, que se realizará el año próximo en Rosario. Semejante hiperactividad política del Episcopado Católico contradice los lineamientos planteados en el documento guía de las últimas décadas, “Iglesia y Comunidad Nacional”, de 1981, según el cual la tarea eclesiástica no debía realizarse con las élites del poder sino en las bases profundas de la sociedad. El documento sobre la pobreza, elaborado por el principal colaborador de Casaretto, el empresario sojero Eduardo Serantes fue rechazado por las dos centrales sindicales, lo cual lo condenó al archivo.

La Santa Alianza

En cuanto Bergoglio sucedió al cardenal Antonio Quarracino como arzobispo de Buenos Aires, en 1988, Dromi editó con el sello Ciudad Argentina un tomo de “Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro”, cuyo autor es el “Grupo de reflexión ‘Centesimus annus’ dirigido y coordinado por Monseñor JMB”. A su vez, Bergoglio designó a Dromi abogado de la curia porteña. En su primera clamorosa actuación medió entre el Ejército y la Iglesia, en la causa judicial iniciada luego de la quiebra del Banco de Crédito Provincial de La Plata. El Ejército había prestado 100 millones de dólares al Arzobispado de esa ciudad, que desaparecieron en las maniobras del quebrado banquero Francisco Trusso. En el compromiso de pago la firma del entonces arzobispo platense Quarracino no era suya, pero quien le entregó el contrato a los militares fue su asistente, monseñor Roberto Marcial Toledo, quien además firmó dos cheques por cinco millones cada uno, por lo cual fue detenido y procesado por defraudación.

Dromi llegó a un nuevo acuerdo por el cual el Ejército desistió de su reclamo económico y el Arzobispado de una causa penal. “Renace así un nuevo diálogo entre el Ejército y la Iglesia en un marco de paz judicial”, informó la curia. En setiembre del año pasado Bergoglio ya había vertido sus lágrimas por los pobres durante unas jornadas que organizó Dromi en el lujoso hotel Alvear. Acompañaron al cardenal De Narváez (si se atiende a sus propias declaraciones es uno de los responsables de la fuga de capitales a la que se refirió entonces Bergoglio), y el CEO italiano de FIAT, Cristiano Rattazzi Agnelli, gestor de obras públicas con créditos de su país natal y sobreprescios del adoptivo, quien se declaró insolvente para eludir un embargo de 50.000 dólares por el contrabando de un auto de lujo. La elección de estas compañías prueba cuán sutil es el presidente de la Iglesia Católica, quien habló de la pobreza pero escenificó el escándalo de la riqueza. San Ignacio de Loyola se revuelve en su tumba.

Página/12 :: El país :: El banco de suplentes

"No hubo explicaciones sobre las ausencias de Domingo Cavallo y María Julia Alsogaray. No pudo asistir Erman González, porque falleció en 2007. Durante la presentación del trabajo de Dromi, Bergoglio reclamó la reconciliación y el diálogo. Consideró necesario aclarar que no se trataba de una plataforma electoral. "

PARECE SALIDO DE LA BARCELONA :lol:

Pensé lo mismo cuando leí eso :mrgreen:

Que ASCO

Vuelve Gallardo :lol::lol::lol:

¿Alguien en su sano juicio,pretende reconciliacion con esta gente?
Como soy ateo no tengo ningun problema en putear al generalato eclecistico.Que esta gente deje la hipocresia,se saque la sotana y se presenten a elecciones de una buena vez por todas.

bergoglio me parece de lo más potable dentro de la iglesia argentina por lo que me cuenta mi viejo que trabaja en una escuela catolica y conoce bastantes curas…

con respecto a stolbizer, o es afin ideologicamente a estos personajes, o tiene una pesima lectura politica…

Roberto Dromi, privatizador en los 90

Asesora en las sombras al Gobierno y lanza un plan pensando en 2011

El ex ministro de Carlos Menem presentó en Epoca una serie de medidas para el futuro poder. Dice que los mejores ejecutores serían “Ernesto Sanz, Kirchner y el socialismo”.

Es jueves y pasaron 24 horas de la variopinta convocatoria que congregó en su Escuela de Posgrados Ciudad Argentina (Epoca) para el lanzamiento de una serie de propuestas pensando en el recambio de 2011, que se plasmaron en un libro, Consenso para el desarrollo. El ex ministro de Carlos Menem y principal ingeniero de las privatizaciones de los 90, Roberto Dromi, se muestra exultante en el bar de “su casa”, como llama al centro de estudios.

—La propuesta que ustedes lanzaron, plasmada en el libro, ¿pensando en qué político o partido se realizó?
—La idea siempre fue comprometer a todos los factores de poder de la Argentina. Ahora, sin dudas que se pensó en el radicalismo, en el peronismo y en el Partido Socialista, principalmente. Pero sería bueno que adhieran todos, desde el Partido Obrero hasta los vecinalistas. Esto no es una propuesta para la oposición, como se dijo por ahí. Es un plan para el que quiera llevar adelante políticas de Estado a largo plazo, de una vez por todas.
—Habla de partidos pero da nombres de personalidades.
—Bueno. Al radicalismo de Ernesto Sanz lo veo en esta corriente. El propio Néstor Kirchner. Pero cuando armó el Frente para la Victoria se olvidó de que eso no es una tropa propia para un combate. La victoria de ese frente debe ser de todos los argentinos y profunda. De todas formas, creo que instalado en el PJ y ampliando la convocatoria en 2011 lo puede lograr. Pero el socialismo, aunque no tenga a las mayorías, es el que está mejor parado.
—¿Cuál sería el pilar de esa propuesta?
—La educación con responsabilidad social empresaria. Que los empresarios se incorporen como uno de los agentes de la promoción de la educación. Y sobre todo los medios de comunicación, que también deben ayudar a educar. Este gobierno avanzó sobre los medios audiovisuales pero solamente sobre la propiedad.
—Es decir que usted estaría de acuerdo con la Ley de Medios impulsada por el Gobierno.
—Me parece un avance, no hay que ser tan mezquinos en las críticas que se le hacen. El proyecto ha tenido una larga etapa de búsquedas de consenso, largos debates, y ya va camino a su ejecución. Pero también es lógica esta confrontación, es natural. No conozco una navegación sin turbulencias. El Gobierno va para adelante y genera reacciones. Gobernar para el aplausómetro es imposible.
—¿Lo dice por su experiencia como privatizador?
—Uh, todavía tengo el eco de los reproches. Pero había muchos negocios creados con proveedores del Estado, obras sociales, sindicatos… Había que hacerlo y se hizo. Punto.
—Y como privatizador, ¿cómo analiza las estatizaciones del actual gobierno?
—No, este gobierno no está en ese proceso de estatización. Lo que están haciendo es ordenando. Y este gobierno tiene la responsabilidad más grande que ha tenido un gobierno en los últimos años en la Argentina. Hay una oportunidad histórica con las commodities. Y el mundo está en una etapa de cambio de era. Hoy el mundo vive una etapa similar a la de los petit Estados medievales en la Italia de Maquiavelo. Y el Gobierno toma distancia de eso y hace una correcta lectura aunque una interpretación diferente del justicialismo.
—¿El Gobierno lo consulta?
—Tengo diálogo con el Gobierno pero también con todos los sectores políticos que están representados en la Escuela. Yo no me puedo casar con nadie porque se me van los comensales de la mesa. Si me consultan, se hace bajo determinadas reglas de confidencialidad. Yo también en mi gestión he consultado, pero lo conté veinte años después. Los secretos de Estado no se deben contar.
—¿Sobre qué temas le piden consejo?
—Y… (piensa). Yo conozco de energía, comunicaciones, transporte, infraestructura, porque me especialecé en estas cosas.
—Me está nombrando todas áreas del ministerio de Julio De Vido…
—… (Se ríe a carcajadas)
—¿No habrá sido usted el que los aconsejó sobre la relación comercial con Venezuela, los fideicomisos, la importación de fuel oil…?
—Noooo. Yo en eso discrepo. La alianza con Hugo Chávez no nos hace bien. Tenemos que ser más plurales. Por otra parte, el problema energético es universal y el Gobierno está avanzando en varias obras para poder resolverlo. Que no haya gas no es culpa del Gobierno.
Presentación en sociedad
El jueves, en la escuela de posgrado Epoca, que conduce Roberto Dromi, el ex ministro menemista presentó un proyecto académico denominado Consenso para el desarrollo. Se trata de una propuesta que expone siete puntos fundamentales para gobernar la Argentina, aunque el propio Dromi negó que se trate de una plataforma electoral. “Esto es para que lo tomen todos los que tengan un compromiso con la Argentina a largo plazo”, explicaron cerca de Dromi. La presentación contó con la participación del cardenal Jorge Bergoglio, presidente del Episcopado. Durante su exposición, el arzobispo llamó a la unidad y a convivir aun en las diferencias, en un claro mensaje al Gobierno, al que acusa de falta de diálogo (aunque sin nombrarlo). La inclusión social y la creación de fuentes de trabajo genuinas forman parte del proyecto expuesto el jueves. Participaron, como espectadores, dirigentes de la oposición como José Manuel de la Sota, Francisco de Narváez, Margarita Stolbizer, Ricardo López Murphy y Ernesto Sanz.

—¿El Gobierno lo consulta?
—Tengo diálogo con el Gobierno pero también con todos los sectores políticos que están representados en la Escuela. Yo no me puedo casar con nadie porque se me van los comensales de la mesa. Si me consultan, se hace bajo determinadas reglas de confidencialidad. Yo también en mi gestión he consultado, pero lo conté veinte años después. Los secretos de Estado no se deben contar.

Buaah, “el asesor en sombras”… :lol::lol::lol:

Sumen uno más al pensamiento. :lol: :lol: :lol:

Raro de Stolbitzer. Igualmente, no es algo que me preocupe. Hoy en día, parece que por salir en una foto con alguien de la derecha, sos de derecha. O peor todavía, que por representar a la derecha, no se tenga que escuchar a alguien nunca. Gansada total y absoluta fomentada por los intolerantes de este gobierno.

Abrazos, Martín.

http://www.epoca.org.ar/epoca_uploads/Consenso%20para%20el%20deasarrollo.pdf

El doc original.

todos son iguales…
Lo de Stolbizer no tiene nombre baja unos puntos m as en mis preferencias.

¿Stolbizer es la misma que presentó un proyecto de ley en el Congreso cuyo último artículo indicaba “Esta ley no puede ser vetada”?

No es solamente una foto, Martín. Si fuera una foto no sería nada, es igual que cuando postean una foto de Kirchner con Memen pretendiendo presentar esa foto como evidencia de que Menem= Kirchner, una pelotudez atòmica.

Aca el tema es que pasa de una foto, es un documento, con pautas basicas de una politica nacional, lo que implica que, hasta cierto punto, coincidis con esas politicas, por eso no entiendo que hace Stolbizer ahi. Y el problema no es que sean de derecha … el problema es que son unas lacras todos los que aparecen en esa foto … que casualmente, todas las lacras que fundieron este pais hayan sido casualmente de derecha, es otra cosa …

Saludos

che, eso no es imposible? como vas a presentar un proyecto con un articulo que diga que no puede ser vetado, es como decir sancionalo o sancionalo.

Exacto, es imposible, pero eso no fue impedimento para que la mujer esta intente incluírla en el proyecto de ley. Por suerte, se le cagaron todos de risa en la cara y terminaron eliminando ese artìculo.

Se enterró sola con eso. Los otros diputados bromeban: La próxima vez que presente un proyecto que diga “esta ley no puede ser votada” :lol: