El principio fue la política: River Plate

E[SIZE=2]n La Redó desde hace un tiempito vienen haciendo posteos vinculados entre los clubes de nuestro pais y su origen político, hoy le tocó el turno a River, hay varias cosas que trata el informe que yo particularmente desconocía, me parece que está muy bueno así que comparto con el foro, el post es de un hincha de River, Fabián Rodriguez. (Twitter y Conurbanos)
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En el principio fue la política (VI): River Plate

Por Fabián Rodríguez 1
Sexta entrega de la serie en la que intentamos contarte el origen de aquellos clubes cuya historia está vinculada con alguna corrriente política. En esta oportunidad llegamos al primer equipo grande de la lista: el Club Atlético River Plate.

En realidad, la fundación del CARP en si misma, no difiere demasiado de la de aquellos equipos que nacieron a principios del siglo XX en los diferentes barrios porteños, sin vinculación alguna con la política: un grupo de muchachos que juegan muy seguido al fútbol, se juntan en la casa de alguno, y deciden fundar un nuevo equipo para disputar encuentros en alguna de las ligas barriales que proliferaban en Buenos Aires a comienzos del siglo pasado, y que crecían por fuera de los campeonatos organizados por los clubes integrados por ingleses.

Sin embargo, hay algunos detalles de la fundación y el posterior crecimiento de River, prácticamente desconocidos por el público futbolero en general, e incluso por muchos hinchas del club.

River Plate, como se sabe, nació en el barrio de La Boca. De allí la rivalidad con el Xeneixe, y su origen popular. Después de la fusión de dos equipos de la zona, “Santa Rosa” y “Los Rosales”, el 25 de mayo de 1901 se constituyó el “River Plate”. Entre sus socios fundadores estaban Enrique y Alfredo Zanni, Luis Arata, Ciriaco Mella, Pedro Martínez, Vicente Botteri, Arturo y Carlos Antelo, Pedro Moltedo, Severo Gentile, Oliveiro Pinchione, Leopoldo Bard, Livio Ratto, Luis y Enrique Salvarezza, Bernardo Messina, José Pitta, Enrique Balza, y los hermanos Flores. Todos ellos jugadores de Los Rosales y de Santa Rosa.

Durante la fundación, además de elegir el nombre, los jóvenes emprendedores nombraron como presidente de la nueva institución a uno de sus compañeros: el mencionado Leopoldo Bard, un hombre clave durante el desarrollo de los primeros años de River, que en realidad llegaría unos años más tarde. El otro integrante de la conducción que sería compañero de todas las aventuras del primer presidente era Bernardo Messina.

En 1907, se incorpora a la dirección del club otro hombre que, junto a Bard y Messina, será fundamental para la consolidación del proyecto River Plate: José Bacigaluppi, quien entre otras cosas, fue el impulsor, años después, de la mudanza definitiva del club a la zona norte de la Ciudad.

Hasta 1915, año en que volvió al barrio de La Boca, los muchachos de River Plate anduvieron peregrinando por varios escenarios, tanto de la Capital como del entonces incipiente sur del conurbano bonaerense (tuvo una cancha en la localidad de Sarandí).

Hasta acá, la genealogía riverplatense más o menos conocida por muchos. Lo que la gran mayoría no conoce, es la crónica de aquellos sucesos que solo los estudiodos de la historia de River se han ocupado de investigar, y algunos pocos periodistas, como Alejandro Fabbri.

A fines de la primer década del siglo XX, la política institucional en nuestro país (y principalmente en Buenos Aires), estaba dividida entre conservadores y radicales. Por lo general, salvo alguna excepción, los clubes de barrio tenían un origen bien popular. Tanto socialistas como anarquistas, tenían una gran influencia entre los inmigrantes y clase trabajadora, pero más allá de los sindicatos, prácticamente carecían de representación política institucional. Por eso para los clubes fundados por socialistas y anarquistas, las cosas siempre fueron más difíciles.

En aquellos años, algunos de sus fundadores abandonaron la práctica del fútbol, aunque permanecieron en los puestos de conducción. Esta decisión estaba motivada, fundamentalmente, en que los jóvenes más pudientes del club habían decidido estudiar alguna carrera universitaria: tal fue el caso de Leopoldo Bard y de Bernardo Messina, quienes siendo muy jóvenes, se dedicaron a estudiar medicina y arquitectura respectivamente, en la Universidad de Buenos Aires.

Ya siendo estudiantes, ambos se vieron atraídos por la política. Dada su juventud y su origen popular, era casi una obviedad que sería la Unión Cívica Radical, el partido político que los acogería en sus filas.

Por su parte, la otra pata del trípode que conducía River, Bacigaluppi, también tenía contactos con el movimiento que lideraba Don Hipólito Yrigoyen.

Todos los historiadores de River coinciden en que la cercanía de estos hombres con el radicalismo, fue fundamental para que el club accediera fácilmente a los terrenos en los que luego se ubicaron sus instalaciones. Tanto en la vuelta a La Boca en 1915 (después de pasar por Sarandí y Caballito), como en la mudanza a Recoleta (frente a donde hoy está Canal 7) en 1923.

Bacigaluppi fue quién más insistió con la mudanza a la zona norte. El motivo esgrimido para la nueva sede (primero en Recoleta y luego en el barrio de Nuñez), fue la cantidad de clubes importantes que ya había compitiendo en la zona (Boca, Racing, Independiente, Sportivo Barracas). Decía Bacigaluppi, que si River quedaba en La Boca, estaría condenado a ser un simple equipo de barrio. A la luz de los hechos, no se equivocó.

Pero la relación con el radicalismo no terminó acá.
Una vez recibido de médico, Bard comenzó a trabajar en el Hospital Álvarez (de Flores). Mientras ganaba prestigio en su profesión, también crecía como dirigente político de la Unión Cívica Radical yrigoyenista (popular, y contraria a la vertiente “liberal” que luego se identificaría con el alvearismo).

A principios de la década del 20 fue electo diputado nacional, y a partir de 1922 ejerció la presidencia del bloque de diputados de la UCR yrigoyenista, cargo que ocupó hasta septiembre de 1930, cuando el golpe militar del General Uriburu derrocó a su líder político.

Los militares que gobernaron a partir de ese momento, le hicieron saber al Doctor Leopoldo Bard que no se llevaría de arriba su militancia y lealtad al caudillo derrocado, motivo por el cual fue detenido, permaneciendo en esa situación hasta febrero de 1932.

Bard desfiló por varios penales, en los cuales fue torturado y sometido a todo tipo de vejaciones, mientras su domicilio era saqueado e incendiado por los esbirros del gobierno militar. Cuando salió en libertad, debió permanecer alejado de la política y dedicarse a su profesión, pero ya no en un hospital público, sino en el ámbito privado.

En 1946, cuando Juan Domingo Perón asumió su primera presidencia, quien fuera el primer presidente del Club Atlético River Plate sería reivindicado en su buen nombre y honor, siendo designado por Perón como Director General de Higiene y Seguridad del Trabajo.

Como muchos dirigentes radicales de estracción popular, Don Leopoldo vivió el resto de su vida ligado al peronismo hasta 1973, año de su muerte.

En el principio fue la política (VI): River Plate

E[SIZE=2]n La Redó desde hace un tiempito vienen haciendo posteos vinculados entre los clubes de nuestro pais y su origen político, hoy le tocó el turno a River, hay varias cosas que trata el informe que yo particularmente desconocía, me parece que está muy bueno así que comparto con el foro, el post es de un hincha de River, Fabián Rodriguez. (Twitter y Conurbanos)
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En el principio fue la política (VI): River Plate

Por Fabián Rodríguez 1
Sexta entrega de la serie en la que intentamos contarte el origen de aquellos clubes cuya historia está vinculada con alguna corrriente política. En esta oportunidad llegamos al primer equipo grande de la lista: el Club Atlético River Plate.

En realidad, la fundación del CARP en si misma, no difiere demasiado de la de aquellos equipos que nacieron a principios del siglo XX en los diferentes barrios porteños, sin vinculación alguna con la política: un grupo de muchachos que juegan muy seguido al fútbol, se juntan en la casa de alguno, y deciden fundar un nuevo equipo para disputar encuentros en alguna de las ligas barriales que proliferaban en Buenos Aires a comienzos del siglo pasado, y que crecían por fuera de los campeonatos organizados por los clubes integrados por ingleses.

Sin embargo, hay algunos detalles de la fundación y el posterior crecimiento de River, prácticamente desconocidos por el público futbolero en general, e incluso por muchos hinchas del club.

River Plate, como se sabe, nació en el barrio de La Boca. De allí la rivalidad con el Xeneixe, y su origen popular. Después de la fusión de dos equipos de la zona, “Santa Rosa” y “Los Rosales”, el 25 de mayo de 1901 se constituyó el “River Plate”. Entre sus socios fundadores estaban Enrique y Alfredo Zanni, Luis Arata, Ciriaco Mella, Pedro Martínez, Vicente Botteri, Arturo y Carlos Antelo, Pedro Moltedo, Severo Gentile, Oliveiro Pinchione, Leopoldo Bard, Livio Ratto, Luis y Enrique Salvarezza, Bernardo Messina, José Pitta, Enrique Balza, y los hermanos Flores. Todos ellos jugadores de Los Rosales y de Santa Rosa.

Durante la fundación, además de elegir el nombre, los jóvenes emprendedores nombraron como presidente de la nueva institución a uno de sus compañeros: el mencionado Leopoldo Bard, un hombre clave durante el desarrollo de los primeros años de River, que en realidad llegaría unos años más tarde. El otro integrante de la conducción que sería compañero de todas las aventuras del primer presidente era Bernardo Messina.

En 1907, se incorpora a la dirección del club otro hombre que, junto a Bard y Messina, será fundamental para la consolidación del proyecto River Plate: José Bacigaluppi, quien entre otras cosas, fue el impulsor, años después, de la mudanza definitiva del club a la zona norte de la Ciudad.

Hasta 1915, año en que volvió al barrio de La Boca, los muchachos de River Plate anduvieron peregrinando por varios escenarios, tanto de la Capital como del entonces incipiente sur del conurbano bonaerense (tuvo una cancha en la localidad de Sarandí).

Hasta acá, la genealogía riverplatense más o menos conocida por muchos. Lo que la gran mayoría no conoce, es la crónica de aquellos sucesos que solo los estudiodos de la historia de River se han ocupado de investigar, y algunos pocos periodistas, como Alejandro Fabbri.

A fines de la primer década del siglo XX, la política institucional en nuestro país (y principalmente en Buenos Aires), estaba dividida entre conservadores y radicales. Por lo general, salvo alguna excepción, los clubes de barrio tenían un origen bien popular. Tanto socialistas como anarquistas, tenían una gran influencia entre los inmigrantes y clase trabajadora, pero más allá de los sindicatos, prácticamente carecían de representación política institucional. Por eso para los clubes fundados por socialistas y anarquistas, las cosas siempre fueron más difíciles.

En aquellos años, algunos de sus fundadores abandonaron la práctica del fútbol, aunque permanecieron en los puestos de conducción. Esta decisión estaba motivada, fundamentalmente, en que los jóvenes más pudientes del club habían decidido estudiar alguna carrera universitaria: tal fue el caso de Leopoldo Bard y de Bernardo Messina, quienes siendo muy jóvenes, se dedicaron a estudiar medicina y arquitectura respectivamente, en la Universidad de Buenos Aires.

Ya siendo estudiantes, ambos se vieron atraídos por la política. Dada su juventud y su origen popular, era casi una obviedad que sería la Unión Cívica Radical, el partido político que los acogería en sus filas.

Por su parte, la otra pata del trípode que conducía River, Bacigaluppi, también tenía contactos con el movimiento que lideraba Don Hipólito Yrigoyen.

Todos los historiadores de River coinciden en que la cercanía de estos hombres con el radicalismo, fue fundamental para que el club accediera fácilmente a los terrenos en los que luego se ubicaron sus instalaciones. Tanto en la vuelta a La Boca en 1915 (después de pasar por Sarandí y Caballito), como en la mudanza a Recoleta (frente a donde hoy está Canal 7) en 1923.

Bacigaluppi fue quién más insistió con la mudanza a la zona norte. El motivo esgrimido para la nueva sede (primero en Recoleta y luego en el barrio de Nuñez), fue la cantidad de clubes importantes que ya había compitiendo en la zona (Boca, Racing, Independiente, Sportivo Barracas). Decía Bacigaluppi, que si River quedaba en La Boca, estaría condenado a ser un simple equipo de barrio. A la luz de los hechos, no se equivocó.

Pero la relación con el radicalismo no terminó acá.
Una vez recibido de médico, Bard comenzó a trabajar en el Hospital Álvarez (de Flores). Mientras ganaba prestigio en su profesión, también crecía como dirigente político de la Unión Cívica Radical yrigoyenista (popular, y contraria a la vertiente “liberal” que luego se identificaría con el alvearismo).

A principios de la década del 20 fue electo diputado nacional, y a partir de 1922 ejerció la presidencia del bloque de diputados de la UCR yrigoyenista, cargo que ocupó hasta septiembre de 1930, cuando el golpe militar del General Uriburu derrocó a su líder político.

Los militares que gobernaron a partir de ese momento, le hicieron saber al Doctor Leopoldo Bard que no se llevaría de arriba su militancia y lealtad al caudillo derrocado, motivo por el cual fue detenido, permaneciendo en esa situación hasta febrero de 1932.

Bard desfiló por varios penales, en los cuales fue torturado y sometido a todo tipo de vejaciones, mientras su domicilio era saqueado e incendiado por los esbirros del gobierno militar. Cuando salió en libertad, debió permanecer alejado de la política y dedicarse a su profesión, pero ya no en un hospital público, sino en el ámbito privado.

En 1946, cuando Juan Domingo Perón asumió su primera presidencia, quien fuera el primer presidente del Club Atlético River Plate sería reivindicado en su buen nombre y honor, siendo designado por Perón como Director General de Higiene y Seguridad del Trabajo.

Como muchos dirigentes radicales de estracción popular, Don Leopoldo vivió el resto de su vida ligado al peronismo hasta 1973, año de su muerte.

En el principio fue la política (VI): River Plate

Yo me acuerdo hace unos años cuando escuchaba el nombre del Dr. Leopoldo Bard, ni cuenta me daba que era mismo Leopoldo Bard que jugó, fundó y presidió River.

Después si, cuando leí algunas cositas de la historia, su vida política, lo pude relacionar y darme cuenta.

Nota: El que escribió (tipeó) debería corregir: “Los Rosales” por, “La Rosales”, y que si estuvo preso con los militares del '30, difícilmente haya estado guardado hasta 1922, je. Habrá querido poner Febrero 1932 (cuando Uriburu entrega el poder).

Tenés razón con el tema de las fechas, cochi. Debe ser un simple error de tipeo seguramente, ahora lo edito.

Que se cague, si vos no lo escribiste, lo hizo otro, je. Marcalo en rojo y aclaralo abajo. :mrgreen:

PD: ah, ahí te mando un MP.

Muy interesante la verdad. El nombre de Leopoldo Bard me sonaba,pero no caia que habia sido tan importante en la historia de River,y que habia estado relacionado tanto en la politica.

Interesante. Conocer la historia desde los libros, no es garantia de saberla toda.
Sinceramente desconocia esto, eh. Gracias por la informacion.

Y vos deberías haber puesto la D en vez de la F :lol:

Muy bueno. Simpre es lindo leer sobre nuestra historia.

Sobre todo, porque aca no hay historias de camisetas rosas, o bandas cocidas al revez, o camisetas pintadas con fibron, o arreglos con afa para salvarnos del descenso…
River es muy grande. Muy.

muy buen articulo… siempre es interesante y productivo conocer un poco mas de nuestra historia…

Buen artículo de la Redó.

Listo, corregido. :mrgreen: