Para empezar, una declaración de principios: la paternidad de un equipo sobre otro no se puede determinar por cinco partidos de diferencia en mucho más de 100 jugados. O sea, la paternidad de Boca sobre River nunca existió. Boca es padre de Estudiantes. River es padre de Racing y de algunos más también, pero no es momento de anotaciones en el registro civil. En realidad, River es el padre de todo el fútbol argentino, porque hizo más goles, ganó más partidos y más campeonatos que todos los demás y por una diferencia abrumadora. Esta no es una opinión, están los números, vayan, investiguen y luego me dicen. Ah, por si quedan dudas, también vendió más entradas. La verdad no ofende.
Entonces, la paternidad no existe pero sí las rachas. Boca tuvo una importante en los 90 y River la viene teniendo ahora. Curiosamente, en los dos casos hay ejemplos de que el que juega peor zafa, empatando o hasta ganando. El tema anímico influye en esta clase de partidos como en ningún otro. Por eso, cuando River terminó el PT sólo uno abajo, después del gol antes del minuto y el peludo posterior, la hazaña (que en ese momento era perder decorosamente) era posible. Ningún bostero (o bostarazo) podrá negar que se revisó los pañales en la explosiva contra de Marco Ruben. ¿O no pensaron que de tanto no golear al final lo perdían?
ESTO SALIO EN EL DIARIO BOSTERO DE OLE HACE UNOS DIAS.
Para empezar, una declaración de principios: la paternidad de un equipo sobre otro no se puede determinar por cinco partidos de diferencia en mucho más de 100 jugados. O sea, la paternidad de Boca sobre River nunca existió. Boca es padre de Estudiantes. River es padre de Racing y de algunos más también, pero no es momento de anotaciones en el registro civil. En realidad, River es el padre de todo el fútbol argentino, porque hizo más goles, ganó más partidos y más campeonatos que todos los demás y por una diferencia abrumadora. Esta no es una opinión, están los números, vayan, investiguen y luego me dicen. Ah, por si quedan dudas, también vendió más entradas. La verdad no ofende.
Entonces, la paternidad no existe pero sí las rachas. Boca tuvo una importante en los 90 y River la viene teniendo ahora. Curiosamente, en los dos casos hay ejemplos de que el que juega peor zafa, empatando o hasta ganando. El tema anímico influye en esta clase de partidos como en ningún otro. Por eso, cuando River terminó el PT sólo uno abajo, después del gol antes del minuto y el peludo posterior, la hazaña (que en ese momento era perder decorosamente) era posible. Ningún bostero (o bostarazo) podrá negar que se revisó los pañales en la explosiva contra de Marco Ruben. ¿O no pensaron que de tanto no golear al final lo perdían?
ESTO SALIO EN EL DIARIO BOSTERO DE OLE HACE UNOS DIAS.
