Cuando asumió Passarella, según unos cuantos foristas era “el menos malo”. Según otros cuantos, era “el gran capitán que vino a salvarnos”.
Ya pasaron cuatro meses, y apenas un par de medidas de “maquillaje” para aparecer como algo distinto. Pero todos los indicios nos dan la pauta de que entre Aguilar y el Kanser existen más similitudes que diferencias, y que la única diferencia real es el apellido de quien nos estafa.
Asumió el Kanser, y mientras River tuvo una rachita de aire puro ganando sobre el final del torneo pasado, el Kanser se peinaba para cada una de las fotos que le sacaban, y se mostraba a gusto y piacere de local y de visitante. Ahora que River está en un momento apenas menos hondo que cuando salimos últimos, está desaparecido en acción, llegando hasta a irse a Montevideo cuando River jugaba con Boca, tal cual el Pelícano hacía yéndose a Suiza a verse con los de FIFA (y con sus banqueros, calculo) mientras River daba lástima.
Cualquier similitud con Aguilar NO ES pura coincidencia.
Durante el gobierno de Aguilar, hubo un montón de transferencias que tuvieron un tufo feísimo, para el caso, la de Quiroga, que en lugar de venir desde Alemania, tuvo una triangulación por Uruguay, tal como está registrado en el libro de transferencias de la AFA. Asume Passarella, y el PRIMER refuerzo que viene es Rodrigo Rojas. Triangulación nuevamente, entre los paraguayos y URUGUAY, nuevamente.
Cualquier similitud con Aguilar NO ES pura coincidencia.
Cuando el Kanser era el mejor DT del país, según el Pelícano, los hinchas nos lo queríamos comer crudo. En ese momento lo primero que decía era “yo tengo fuerzas para seguir”, aparte de avisar que si tenía que venir con custodia a entrenar lo iba a hacer. Y el Pelícano le duplicaba el sueldo después de no ganar absolutamente nada. Con el Kanser, el mejor DT del país es Astrada. Lo que vive declarando es que “tiene fuerzas para seguir”. Falta que el Kanser le duplique el sueldo.
Cualquier similitud con Aguilar NO ES pura coincidencia.
Asume el Pelícano, patadón en el orto a Delem. Las inferiores de River, en cuanto se acabó la producción que había dejado el brasilero, a duras penas sacó uno o dos jugadores como la gente. Asume el Kanser, patadón en el orto a Rodríguez. Lo que pase o no con las Inferiores se sabrá en algunos años, pero lo destacable era que por los comentarios de todos los que siguen las Inferiores, con Rodríguez se había vuelto a la buena senda.
Cualquier similitud con Aguilar NO ES pura coincidencia.
Para completarla, la promesa de la famosa auditoría, de la que YA les digo que no va a haber resultados. ¿Por qué? Simple: si la auditoría determina, como sería lógico que lo haga, graves irregularidades en la gestión de Aguilar, habría que iniciar acciones penales, tanto a la comisión directiva, como a la fiscalizadora que aprobó los balances con irregularidades. Pero, pero… resulta que el capo de la fiscalizadora era Diego Turnes, que es vicepresidente de Passarella. Sería lógico recordar cuáles fueron las mayores irregularidades de River, entre ellas, hay una que salta a la memoria: los famosos “gimnaCios” del Mingo Díaz, en donde un par de empresas presentaron presupuestos para refaccionar los gimnasios del club, y ambas empresas cometieron el MISMO error ortográfico de escribir “gimnaCios”. Desopilante, pero, pero… ops, Domingo Díaz está en la mesa chica del Kanser. Otra vez, los chorros están adentro del club.
Cualquier similitud con Aguilar NO ES pura coincidencia.
Mientras todos estos dislates pasaban en la conducción pelicanista, la barra (paga por la dirigencia anterior, como se mostró en el caso Acro) se la pasaba alentando como si realmente estuviésemos en Aruba, estableciendo como hit de difusión “…en las buenas, y en las malas mucho más”, mostrando a lo sumo algún descontento con los jugadores, al grito de “jugadores, la concha de su madre…”. En este momento, River lleva cuatro partidos perdidos seguidos, desde que empató con Gimnasia (para acordarse de cuándo se ganó el último hay que remontarse hasta San Lorenzo, partido que se ganó de milagro). Con el Kanser, en el cambio de las entradas del partido suspendido contra Boca, se vio a tres barra bravas encargados del “operativo de seguridad”, operativo que se encargó de destrozar una cámara de América 2 mientras le pegaban al movilero y al camarógrafo. ¿Quién pagó ese operativo de seguridad? River. ¿Esta dirigencia le paga a la barra? SÍ. Hoy, ¿qué se cantó?
Cualquier similitud con Aguilar NO ES pura coincidencia.
En resumen: llevamos cuatro meses, en los que se va demostrando que la tan mentada “oposición” de Passarella es exactamente igual que el “oficialismo” que se fue hace cuatro meses.
Mientras tanto, River se va a la B.
Kanser, bostero de mierda y la reputísima madre que te parió, ojalá te pase lo más jodido que te quede por vivir en tu vida, Y QUE TE MUERAS PRONTO, HIJO DE REMIL PUTAS.
Abrazos, Martín.