Astrada alternó el día entre trabajos físicos y ejercicios con la redonda para alegría del plantel.
Correr, levantar pesas, volver a correr, transpirar, correr un poco más, agotar los músculos… Si el domingo hubo análisis al por mayor, el segundo día de la pretemporada tuvo exactamente lo que se esperaba: una fuerte rutina física. Pero no fue lo único. Para hacer más amena la concentración, Leonardo Astrada decidió intercalar el esfuerzo con lo que más disfrutan los jugadores: el contacto con la pelota, ésa a la que ayer mismo empezaron a tocar.
Consciente de que además de conseguir una buena base física también será importante llegar afilados al Clausura, el Jefe dividió el día en dos. Por la mañana, una hora a puro gimnasio y otros 40 minutos de exigentes circuitos físicos en el campo de deportes del complejo Buenos Aires Football. Y por la tarde, sí, una hora y media de postas con la redonda en los pies, para ejercitar control, precisión y definición. Un menú muy completo y que a los players les permitirá llegar afilados al debut veraniego de este 2010. ¿Cuándo? El miércoles 14 de enero, en Salta, frente al perdedor de Racing-Independiente -el 17 jugará ante el ganador del derby de Avellaneda- y, obviamente, los dos primeros superclásicos del año frente a Boca: el miércoles 20 en Mar del Plata y el domingo 24 en Mendoza. Para eso, obvio, todavía falta. Pero mientras espera refuerzos, Astrada no quiere perder el tiempo. Y tampoco que el plantel se aburra. Por eso, de movida, ya les dio pelota.
Astrada alternó el día entre trabajos físicos y ejercicios con la redonda para alegría del plantel.
Correr, levantar pesas, volver a correr, transpirar, correr un poco más, agotar los músculos… Si el domingo hubo análisis al por mayor, el segundo día de la pretemporada tuvo exactamente lo que se esperaba: una fuerte rutina física. Pero no fue lo único. Para hacer más amena la concentración, Leonardo Astrada decidió intercalar el esfuerzo con lo que más disfrutan los jugadores: el contacto con la pelota, ésa a la que ayer mismo empezaron a tocar.
Consciente de que además de conseguir una buena base física también será importante llegar afilados al Clausura, el Jefe dividió el día en dos. Por la mañana, una hora a puro gimnasio y otros 40 minutos de exigentes circuitos físicos en el campo de deportes del complejo Buenos Aires Football. Y por la tarde, sí, una hora y media de postas con la redonda en los pies, para ejercitar control, precisión y definición. Un menú muy completo y que a los players les permitirá llegar afilados al debut veraniego de este 2010. ¿Cuándo? El miércoles 14 de enero, en Salta, frente al perdedor de Racing-Independiente -el 17 jugará ante el ganador del derby de Avellaneda- y, obviamente, los dos primeros superclásicos del año frente a Boca: el miércoles 20 en Mar del Plata y el domingo 24 en Mendoza. Para eso, obvio, todavía falta. Pero mientras espera refuerzos, Astrada no quiere perder el tiempo. Y tampoco que el plantel se aburra. Por eso, de movida, ya les dio pelota.
Hoy por hoy los jugadores de fútbol son mediocres porque los obligan a trabajar más el físico que hacerlos jugar a la pelota. Si a eso le sumamos que ni siquiera quieren progresar como profesionales, es decir se conforman con cobrar un sueldo y ya está, entonces obtenemos tipos que corren y meten todo el partido pero tienen cero concepto de fútbol. Me soba cuanta diferencia puedan sacar en un mes en el aspecto físico, mejor que practiquen doble turno con la bocha, sobre todo pibes como Díaz y Mori, que el trabajo físico se lo dejen a los veteranos.
Ambos son importantes, pero no es un 50-50, yo lo veo como un 60-40, predominando el aspecto futbolístico. El fútbol actual está pensado desde el trabajo físico, la resistencia a medida que progresa el campeonato. Pero eso no significa que un equipo sea menos competitivo porque prioriza la técnica por sobre lo demás, al contrario, creo que Lanús es un de esos equipos y hace 3 años que lidera los primeros puestos. Estoy de acuerdo con Passarella en que dentro del equipo hay tipos que tienen miedo de pegarle a la pelota, de hechar un centro, de practicar un desborde, porque no saben como hacerlo. Y eso es porque no se entrenan adecuadamente, al nivel que exige un equipo como River. Esto es River, no picapiedras que corren los 90 minutos metiendo pases largos al arquero contrario. Se lo ve en los pibes que se destacan en las inferiores, buen manejo de pelota por sobre otras cosas. Mas le vale a Daniel que cumpla con lo que dijo.