El campeonato argentino es una vergüenza. Estudiantes necesitó de un gol en contra para ser puntero. Y habría que ver qué tienen las botellitas de las que toman los jugadores: ya se sabe que Bilardo te cambia gatoreit por champú.
El Rojo no le pudo hacer un gol a una defensa que tiene de figura a Eduardo Domínguez, cuyo mayor mérito como futbolista es estar en pareja con la hija de Bianchi. Pero lo de Independiente era esperable: Gallego boquea y arruga en los momentos clave (¿te acordás de “lo pongo al Enzo”?). Argentinos tiene como delanteros a Sosa, descarte de Independiente; Pavlovich, descarte de Rusia; y Calderón, que cobra a través de Anses. Y Godoy, bueno: su defensor insignia es Pepe Curdele y en la delantera tiene al descarte de la familia Higuaín (hasta por Chicago pasó). El DT de Boca es Pompeeeei, el mismo que no le tiraba centros a Guerra (pese a la insistencia de Bilardo) porque estaba en el banco: excusas de camarillero. Y el de River es Cappa, el último clon de una dinastía que se va degradando genéticamente: Menotti, Poncini, Cayetano Rodríguez, Valdano y Angel (último orejón del tarro, casi campeón con Huracán). ¿Puede festejar el que gane este torneo?
El campeonato argentino es una vergüenza. Estudiantes necesitó de un gol en contra para ser puntero. Y habría que ver qué tienen las botellitas de las que toman los jugadores: ya se sabe que Bilardo te cambia gatoreit por champú.
El Rojo no le pudo hacer un gol a una defensa que tiene de figura a Eduardo Domínguez, cuyo mayor mérito como futbolista es estar en pareja con la hija de Bianchi. Pero lo de Independiente era esperable: Gallego boquea y arruga en los momentos clave (¿te acordás de “lo pongo al Enzo”?). Argentinos tiene como delanteros a Sosa, descarte de Independiente; Pavlovich, descarte de Rusia; y Calderón, que cobra a través de Anses. Y Godoy, bueno: su defensor insignia es Pepe Curdele y en la delantera tiene al descarte de la familia Higuaín (hasta por Chicago pasó). El DT de Boca es Pompeeeei, el mismo que no le tiraba centros a Guerra (pese a la insistencia de Bilardo) porque estaba en el banco: excusas de camarillero. Y el de River es Cappa, el último clon de una dinastía que se va degradando genéticamente: Menotti, Poncini, Cayetano Rodríguez, Valdano y Angel (último orejón del tarro, casi campeón con Huracán). ¿Puede festejar el que gane este torneo?
Me pareció PENOSO lo de los jugadores de Chacarita y Atl. Tucumán, tal como dice el título. “Nos vamos a la b, les damos las camisetas pero no nos pinchen las ruedas de los autos”.