Boca Juniors, el ganador de la Copa de Leche
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El amateurismo argentino está lleno de historias de un inmenso valor, valor que para muchos es fundamental tener en cuenta, porque allí se encuentra la verdadera esencia del fútbol, donde se juega por el verdadero amor a la camiseta.
Por citar algunos ejemplos, antes del año 1931, que fue cuando en Argentina comenzaron a jugarse los torneos profesionales, pasaron muchas cosas importantes: en 1924 el argentino Cesareo Onzari hizo el gol al que se bautizó como olímpico, surgieron los apodos de los clubes, los partidos están todos registrados, se jugó un Mundial y varias Copas América, por citar algunos datos.
Pero la importancia del amateurismo radica en que muchos equipos, incluso algunos que no existen, ganaron títulos que en el profesionalismo no consiguieron, por ejemplo, Gimnasia de La Plata, o que ganaron campeonatos que sumados a su palmarés, como Boca, que en total, sumaría 28 títulos, 5 menos que los que sumaría River.
Y hablando de Boca, hoy se cumplen 80 años de un hecho que se puede citar cómico, ya que es el único equipo que ganó una Copa de Leche.
Si, como lo leyó, la famosa frase “ganó una Copa de Leche”, que se utiliza para menospreciar a un equipo que ganó un título sin importancia, en este caso tiene un uso válido.
Para este hecho inusual tenemos que remontarnos al 3 de julio de 1927, día en que se enfrentaron Chacarita y Boca, en el viejo estadio que el equipo funebrero tenía en Villa Crespo por la calle Humboldt.
El mini certámen, organizado por el Consejo Escolar XIV de la Ciudad de Buenos Aires enfrentó en el partido final a estos dos equipos, y sólo un empate le alcanzó al equipo “xeneize” para consagrarse, y obtener la bautizada Copa de Leche, que con el correr del tiempo se haría tan famosa como sinónimo de desprestigio.
