El amigo del Enzo: Paco Casal

Nota de Ezequiel Fernández Moores sobre Paco Casal, el socio del Enzo.

Creo que va acá porque me parece interesante leerla de cara a las elecciones, para saber un poco más sobre como se conforman las listas: no sólo están los que se presentan sino también los amiguitos de quienes se presentan

Pido perdón si ya estaba posteado

Lamentablemente estamos bien

Por Ezequiel Fernández Moores
Para LA NACION

Lamentablemente estamos bien | Ezequiel Fernández Moores - canchallena.com*

Lamentablemente estamos bien." La escritora venezolana Leila Mancor eligió ese título, tierno e irónico, para describir una forma de ser muy uruguaya. Desde la otra orilla, alguien como Carlos Menem podría responderle que “estamos mal, pero vamos bien”. O recordarle que la Argentina, según otro ex presidente, Eduardo Duhalde, “es un país condenado al éxito”. Pero hoy no es un día para bromear sobre los problemas de autoestima de los hermanos rioplatenses. Porque, como escribió alguna vez Alejandro Dolina, para los argentinos (y acaso también para los uruguayos) hay dos ámbitos sin lugar para la risa: el tango y el fútbol. Lo del sábado contra Perú tuvo un final de carnaval, es cierto. Pero, según confesó Diego Maradona, hasta un segundo antes estábamos visitando “la morgue”. La visita duró dos minutos. Pero fue demasiado intensa. Y la sensación todavía dura.
El propio Uruguay la sintió hace menos de 40 días. “Perú le puso fin a la ilusión”, titulaba el diario El País, de Montevideo, el 6 de septiembre pasado. “Uruguay acaba de perder con Perú y, por tanto, también ha resignado prácticamente todas sus posibilidades de clasificar a Sudáfrica”, se precipitaba la crónica del periodista Jorge Savia. Al lunes siguiente se habían vendido apenas 12.000 boletos para el partido de ese miércoles ante Colombia. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF, “Asociación Uruguaya del Fraude”, se burlaban los hinchas) decidió vender dos entradas al precio de una, temerosa de que funcionara un reclamo de boicot que los hinchas más furiosos promovían por Internet. Se regalaron 2000 boletos al fútbol infantil, 1000 a las ligas universitarias y 150 a cada club de primera y segunda división. El DT Oscar Tabárez, a quien los uruguayos apodan “Maestro” pero no al estilo argentino, sino porque realmente fue profesor en la escuela, era calificado de “anacrónico”. Sin embargo, las críticas más duras no eran para dirigentes, técnico ni jugadores. Eran para Francisco “Paco” Casal (ilustración). El verdadero patrón del fútbol uruguayo.
Cuentan que cuando era alcanzapelotas en el Centenario, un dirigente, antes de un partido de Libertadores, juntó a los pibes y les pidió que demoraran la reposición de pelotas. “¿Y nosotros qué ganamos con eso?”, preguntó Paco. Ganaron relojes Swiss Army. Otra vez le pidió un autógrafo a Pelé, lo fotocopió y ganó dinero en la reventa. Cuando jugaba de lateral en Defensor, “Paquito”, como le decían sus compañeros, había arreglado cobrar por partido jugado. El jugador Beethoven Javier, que lo consideraba un hermano menor, pedía siempre el cambio alegando que estaba fundido, así Paquito aseguraba su parte. Ya no es más Paquito. Ahora es Yo Paco, como llamó su libro el periodista Mario Bardanca. O “Pacomafia”, como le dijo Ricardo Gabito en un libro más reciente (Pacomafia vs. la DGI). También podría citarse La historia prohibida del fútbol uruguayo. Paco, poder y TV, de Luis González Olascuaga. Porque si aquí nos quejamos de Julio Grondona, en Uruguay, Paco Casal manda sin siquiera haber sido votado por nadie.
Se inició como representante (de Juan Ramón Carrasco), pero vio que el negocio era la intermediación. Terminó adueñándose de jugadores, de clubes y hasta de la propia selección uruguaya. Para vender futbolistas a un determinado nivel –explicó una vez–, se precisan 300, 400 dólares por noche para un hotel cinco estrellas, 100 diarios de traslados, 550 de teléfono y unos 1000 dólares de cena, “porque las abrís con champagne y las cerrás con cognac francés”. Gianni Agnelli, Silvio Berlusconi y Massimo Moratti negociaron con él. Betis y Sevilla son sus clubes más amigos en España. Cagliari, en Italia. Sacaba jugadores de los clubes uruguayos por chauchas y los vendía a precio de oro en Europa. Con Tenfield, la empresa que formó con Enzo Francescoli y Nelson Gutiérrez, se quedó con la televisación de todo el fútbol uruguayo, selección incluida, cuyos partidos trasmite por cable, aunque habrá una excepción para el juego de esta noche ante la Argentina. “Gracias, Paco”, llegó a leerse una vez en el tablero del Centenario tras una victoria de la selección uruguaya. Su poder llegó al básquetbol, al ciclismo, al boxeo y al carnaval. Opera una señal de cable (VTV) y hasta tiene un canal en Miami (GolTV). Peñarol lo enfrentó hace unos años. Se quedó sin jugadores, sin dinero y sin protección arbitral, cerca del descenso, hasta que hicieron las paces. “Soy el hombre más rico de Uruguay. El que me sigue no sé… le deben faltar 150 o 200 millones de dólares para alcanzarme”, se jactó Casal en el libro de Bardanca.
En Yo Paco, donde cuentan que, tomándose revancha de balazos previos, su gente llegó a ponerle un revólver dentro de la boca a un ex “mano derecha” de un representante argentino, Casal responde hasta los rumores de su pasado como proxeneta. Paco se defiende afirmando que gracias a él el fútbol uruguayo dejó de ser un monopolio de Nacional y Peñarol, que les cambió la vida a más de 600 jugadores y que tuvo que aparecer él para que también los futbolistas pudieran “veranear en Punta del Este”. El periodista Gabito lo acusó por evasión y la justicia llegó a pedirle embargos por 124 millones de dólares. Si muchos argentinos depositan sus millones en Uruguay, Casal operó con offshores panameñas. La imagen de Tenfield se agravó cuando su gerente general, “el Vela” Edward Yern, fue detenido en Montevideo, tras llegar en un vuelo con la selección, acusado de financiar embarques de droga. Pero la justicia absolvió este año a Paco del delito de evasión. Casal, a quien a comienzos de 2008 se lo vio feliz firmando autógrafos en el humilde barrio Casabó, en un acto de los carnavales, junto con el presidente Tabaré Vázquez, tiene fama de “intocable”. Lo vivió hace unos años el periodista argentino Jorge Lanata, que quiso investigarlo y duró lo que un soplido en la TV de Uruguay.
Botnia, el ex presidente Jorge Batlle y aquel exabrupto de que “los argentinos son una manga de ladrones”, reflotado hace unas semanas por las opiniones de café del candidato Pepe Mujica, son temas que aparecen en estas horas previas al juego del Centenario. Igual que la famosa “garra charrúa”, por los indios que combatieron con Artigas, pero que fueron masacrados por el gobierno del general Fructuoso Rivera en 1831, en la Matanza del Salsipuedes, y cuyos líderes terminaron siendo exhibidos como ejemplares exóticos en París, a cinco francos la entrada, para ser vendidos luego a un circo y terminar muriendo de desnutrición, tuberculosis y melancolía. La “garra charrúa” fue invocada cuando Uruguay revirtió el 1-2 inicial y ganó 4-2 a la Argentina en la final del primer Mundial, en 1930. “Los uruguayos llevarán siempre consigo la gloria y la desgracia de haber sido; los argentinos, por años, la soberbia maldición de creerse lo que nunca pudieron demostrar que fueron”, escribió sobre esa final Juan Sasturain. Uruguay ganó su segundo Mundial con el gran Obdulio Varela en el Maracaná, en 1950. “Si aprendiéramos de ella, todo bien, pero no: nos refugiamos en la nostalgia cuando sentimos que nos abandona la esperanza, porque la esperanza exige audacia y la nostalgia no exige nada”, dijo Eduardo Galeano al describir los fracasos posteriores de la celeste.
La Argentina, tras coronarse en 1978 y 1986, parece tentada de comenzar a elegir la nostalgia. En el fútbol, como lo demostró el delirio del sábado pasado en el Monumental, todo es posible, incluido un amistoso empate rioplatense que tiene precedentes. Pero, duele decirlo, esta selección de Maradona no anima esperanzas. “Juega como el culo”, simplificó César Menotti. En Montevideo, esa especie de “Buenos Aires desenchufada”, un uruguayo de los que cita en su libro la venezolana Mancor, diría que los argentinos estamos “tristes como uruguayo contento”. Más aferrados a que el Chile de Marcelo Bielsa le gane a Ecuador que a Lionel Messi, un argentino raro, según otra ironía de un diario español, porque “no llora” como Martín Palermo “ni canta el Himno” como Maradona. En caso de derrota, la esperanza obligaría a mirar hacia Costa Rica u Honduras, posibles hipotéticos rivales del eventual repechaje. En Honduras estuvo Maradona en 2006, jugando showbol en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa. Anotó tres goles en el triunfo 9-3 ante un combinado local y contó que había recibido una oferta para dirigir la selección hondureña. Ahora dirige la Argentina y ya no se trata de showbol. Su trabajo, sencillamente, consiste en llevar a la Argentina a un nuevo Mundial

Nota de Ezequiel Fernández Moores sobre Paco Casal, el socio del Enzo.

Creo que va acá porque me parece interesante leerla de cara a las elecciones, para saber un poco más sobre como se conforman las listas: no sólo están los que se presentan sino también los amiguitos de quienes se presentan

Pido perdón si ya estaba posteado

Lamentablemente estamos bien

Por Ezequiel Fernández Moores
Para LA NACION

Lamentablemente estamos bien | Ezequiel Fernández Moores - canchallena.com*

Lamentablemente estamos bien." La escritora venezolana Leila Mancor eligió ese título, tierno e irónico, para describir una forma de ser muy uruguaya. Desde la otra orilla, alguien como Carlos Menem podría responderle que “estamos mal, pero vamos bien”. O recordarle que la Argentina, según otro ex presidente, Eduardo Duhalde, “es un país condenado al éxito”. Pero hoy no es un día para bromear sobre los problemas de autoestima de los hermanos rioplatenses. Porque, como escribió alguna vez Alejandro Dolina, para los argentinos (y acaso también para los uruguayos) hay dos ámbitos sin lugar para la risa: el tango y el fútbol. Lo del sábado contra Perú tuvo un final de carnaval, es cierto. Pero, según confesó Diego Maradona, hasta un segundo antes estábamos visitando “la morgue”. La visita duró dos minutos. Pero fue demasiado intensa. Y la sensación todavía dura.
El propio Uruguay la sintió hace menos de 40 días. “Perú le puso fin a la ilusión”, titulaba el diario El País, de Montevideo, el 6 de septiembre pasado. “Uruguay acaba de perder con Perú y, por tanto, también ha resignado prácticamente todas sus posibilidades de clasificar a Sudáfrica”, se precipitaba la crónica del periodista Jorge Savia. Al lunes siguiente se habían vendido apenas 12.000 boletos para el partido de ese miércoles ante Colombia. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF, “Asociación Uruguaya del Fraude”, se burlaban los hinchas) decidió vender dos entradas al precio de una, temerosa de que funcionara un reclamo de boicot que los hinchas más furiosos promovían por Internet. Se regalaron 2000 boletos al fútbol infantil, 1000 a las ligas universitarias y 150 a cada club de primera y segunda división. El DT Oscar Tabárez, a quien los uruguayos apodan “Maestro” pero no al estilo argentino, sino porque realmente fue profesor en la escuela, era calificado de “anacrónico”. Sin embargo, las críticas más duras no eran para dirigentes, técnico ni jugadores. Eran para Francisco “Paco” Casal (ilustración). El verdadero patrón del fútbol uruguayo.
Cuentan que cuando era alcanzapelotas en el Centenario, un dirigente, antes de un partido de Libertadores, juntó a los pibes y les pidió que demoraran la reposición de pelotas. “¿Y nosotros qué ganamos con eso?”, preguntó Paco. Ganaron relojes Swiss Army. Otra vez le pidió un autógrafo a Pelé, lo fotocopió y ganó dinero en la reventa. Cuando jugaba de lateral en Defensor, “Paquito”, como le decían sus compañeros, había arreglado cobrar por partido jugado. El jugador Beethoven Javier, que lo consideraba un hermano menor, pedía siempre el cambio alegando que estaba fundido, así Paquito aseguraba su parte. Ya no es más Paquito. Ahora es Yo Paco, como llamó su libro el periodista Mario Bardanca. O “Pacomafia”, como le dijo Ricardo Gabito en un libro más reciente (Pacomafia vs. la DGI). También podría citarse La historia prohibida del fútbol uruguayo. Paco, poder y TV, de Luis González Olascuaga. Porque si aquí nos quejamos de Julio Grondona, en Uruguay, Paco Casal manda sin siquiera haber sido votado por nadie.
Se inició como representante (de Juan Ramón Carrasco), pero vio que el negocio era la intermediación. Terminó adueñándose de jugadores, de clubes y hasta de la propia selección uruguaya. Para vender futbolistas a un determinado nivel –explicó una vez–, se precisan 300, 400 dólares por noche para un hotel cinco estrellas, 100 diarios de traslados, 550 de teléfono y unos 1000 dólares de cena, “porque las abrís con champagne y las cerrás con cognac francés”. Gianni Agnelli, Silvio Berlusconi y Massimo Moratti negociaron con él. Betis y Sevilla son sus clubes más amigos en España. Cagliari, en Italia. Sacaba jugadores de los clubes uruguayos por chauchas y los vendía a precio de oro en Europa. Con Tenfield, la empresa que formó con Enzo Francescoli y Nelson Gutiérrez, se quedó con la televisación de todo el fútbol uruguayo, selección incluida, cuyos partidos trasmite por cable, aunque habrá una excepción para el juego de esta noche ante la Argentina. “Gracias, Paco”, llegó a leerse una vez en el tablero del Centenario tras una victoria de la selección uruguaya. Su poder llegó al básquetbol, al ciclismo, al boxeo y al carnaval. Opera una señal de cable (VTV) y hasta tiene un canal en Miami (GolTV). Peñarol lo enfrentó hace unos años. Se quedó sin jugadores, sin dinero y sin protección arbitral, cerca del descenso, hasta que hicieron las paces. “Soy el hombre más rico de Uruguay. El que me sigue no sé… le deben faltar 150 o 200 millones de dólares para alcanzarme”, se jactó Casal en el libro de Bardanca.
En Yo Paco, donde cuentan que, tomándose revancha de balazos previos, su gente llegó a ponerle un revólver dentro de la boca a un ex “mano derecha” de un representante argentino, Casal responde hasta los rumores de su pasado como proxeneta. Paco se defiende afirmando que gracias a él el fútbol uruguayo dejó de ser un monopolio de Nacional y Peñarol, que les cambió la vida a más de 600 jugadores y que tuvo que aparecer él para que también los futbolistas pudieran “veranear en Punta del Este”. El periodista Gabito lo acusó por evasión y la justicia llegó a pedirle embargos por 124 millones de dólares. Si muchos argentinos depositan sus millones en Uruguay, Casal operó con offshores panameñas. La imagen de Tenfield se agravó cuando su gerente general, “el Vela” Edward Yern, fue detenido en Montevideo, tras llegar en un vuelo con la selección, acusado de financiar embarques de droga. Pero la justicia absolvió este año a Paco del delito de evasión. Casal, a quien a comienzos de 2008 se lo vio feliz firmando autógrafos en el humilde barrio Casabó, en un acto de los carnavales, junto con el presidente Tabaré Vázquez, tiene fama de “intocable”. Lo vivió hace unos años el periodista argentino Jorge Lanata, que quiso investigarlo y duró lo que un soplido en la TV de Uruguay.
Botnia, el ex presidente Jorge Batlle y aquel exabrupto de que “los argentinos son una manga de ladrones”, reflotado hace unas semanas por las opiniones de café del candidato Pepe Mujica, son temas que aparecen en estas horas previas al juego del Centenario. Igual que la famosa “garra charrúa”, por los indios que combatieron con Artigas, pero que fueron masacrados por el gobierno del general Fructuoso Rivera en 1831, en la Matanza del Salsipuedes, y cuyos líderes terminaron siendo exhibidos como ejemplares exóticos en París, a cinco francos la entrada, para ser vendidos luego a un circo y terminar muriendo de desnutrición, tuberculosis y melancolía. La “garra charrúa” fue invocada cuando Uruguay revirtió el 1-2 inicial y ganó 4-2 a la Argentina en la final del primer Mundial, en 1930. “Los uruguayos llevarán siempre consigo la gloria y la desgracia de haber sido; los argentinos, por años, la soberbia maldición de creerse lo que nunca pudieron demostrar que fueron”, escribió sobre esa final Juan Sasturain. Uruguay ganó su segundo Mundial con el gran Obdulio Varela en el Maracaná, en 1950. “Si aprendiéramos de ella, todo bien, pero no: nos refugiamos en la nostalgia cuando sentimos que nos abandona la esperanza, porque la esperanza exige audacia y la nostalgia no exige nada”, dijo Eduardo Galeano al describir los fracasos posteriores de la celeste.
La Argentina, tras coronarse en 1978 y 1986, parece tentada de comenzar a elegir la nostalgia. En el fútbol, como lo demostró el delirio del sábado pasado en el Monumental, todo es posible, incluido un amistoso empate rioplatense que tiene precedentes. Pero, duele decirlo, esta selección de Maradona no anima esperanzas. “Juega como el culo”, simplificó César Menotti. En Montevideo, esa especie de “Buenos Aires desenchufada”, un uruguayo de los que cita en su libro la venezolana Mancor, diría que los argentinos estamos “tristes como uruguayo contento”. Más aferrados a que el Chile de Marcelo Bielsa le gane a Ecuador que a Lionel Messi, un argentino raro, según otra ironía de un diario español, porque “no llora” como Martín Palermo “ni canta el Himno” como Maradona. En caso de derrota, la esperanza obligaría a mirar hacia Costa Rica u Honduras, posibles hipotéticos rivales del eventual repechaje. En Honduras estuvo Maradona en 2006, jugando showbol en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa. Anotó tres goles en el triunfo 9-3 ante un combinado local y contó que había recibido una oferta para dirigir la selección hondureña. Ahora dirige la Argentina y ya no se trata de showbol. Su trabajo, sencillamente, consiste en llevar a la Argentina a un nuevo Mundial

Este es el mafioso que no quizo clavar al paquete de alcoba por 15 millones de euros o algo asi? Un hdp

despues preguntan porque el Enzo quiere ser Manager… no nos encajara sus jugadores no?

Basta con las campañas de difamación!!! Los socios queremos escuchar propuestas!!!

Lo que vengo diciendo hace rato… Dime con quien andas y te diré quién eres…

Si viene Passarella y te dice que tiene LA propuesta, por eso lo vas a considerar? Lo mismo con Casselli, Santilli ?

Mmm el Enzo, no esta muy bien asociado, Y si como actua en su vida persona, va a venir actuar en el Club, mejor que no venga .

Yo dije eso???

Yo si

Lo que yo entendí que estás podrido que hablen mal de todos los candidatos, qué en vez de tirar mierda, querés propuestas. Por ende, te puse lo que te puse.

No te parece más productivo eso que la campaña sucia??? Después haré el balance entre las propuestas, las posibilidades que creo que tienen de llevarlas a cabo, y lo bien que me caiga cada candidato, y en base a eso votaré.

Pensá que hay gente que participa activamente en la política del club, y en vez de estar pensando cosas para el bien de River, están buscando como estúpidos en internet a ver si encuentran en el archivo alguna fotito, video, o nota, para tirarle mierda a los candidatos de las otras listas.

De qué es así Nico…El panorama es una tremenda mierda, de todos los que se presentan, cuántos tienen una propuesta seria? Cuántos pretenden investigar las cuentas de los últimos 10 años ?
Se preocupan en traer refuerzos de re-nombre, techar el estadio, que el Enzo de Manager…
Hasta ahora, el único que leí que plantea algo similar, es Lancioni.
Por eso mismo, cómo no presentan ideas hay que tirarles mierda.

Bueh…auditar los últimos 10 años tampoco es una propuesta que en sí misma pueda sustentar una candidatura. Eso lo puedo hacer yo, ir a la justicia y pedir que investiguen a Aguilar. Me parece bastante pobre como propuesta principal de un candidato a presidente de River, más allá de que no estaría mal hacerlo.

Techar o remodelar el estadio ahora me parece una animalada considerando las prioridades que tiene el club, y las urgencias económicas y futbolísticas.

Lo del mánager, y los refuerzos, sí me parece clave, no tanto al corto plazo, pero sí armar una comisión de fútbol con gente capacitada, seria y responsable, para que el club vuelva a recuperar el prestigio que tuvo. No te olvides que el motor de River es el fútbol…River no se retroalimenta con auditorías, canchas de bochas ultramodernas, ni tetracampeonatos de Handball.

El fútbol es la prioridad, y al menos yo es lo que más voy a tener en cuenta a la hora de votar a un candidato, y aclaro antes de que me saltes con los tapones de punta…NO VOY A VOTAR AL QUE ME DIGA QUE TRAE MEJORES JUGADORES, sino al que tenga un plan estructural que me convenza respecto del fútbol profesional y/o esté acompañado de gente que crea que está capacitada para manejar esa área.

Saludos.

Pero hay que tener banca para hacerlo. Aparte, no es lo mismo si lo hace alguien de peso (lease: presidente de un club) que si lo hace Juan Carlos Montoto…Igualmente, estoy de acuerdo con vos que como propuesta principal, no puede ir auditar los 10 años. Detrás de eso (o delante) tiene que ver un proyecto en cuánto a inferiores, saldar deudas, alguna apuesta fuerte desde lo futbolistico (ya sea dt o jugadores)

De acuerdo.

En lo que te remarqué es donde pienso que está la clave. A corto plazo, los resultados no van a llegar. Hay que ser muy ingenuo para pensar que River en el 2010 va a ganar un campeonato, pero sí estoy de acuerdo en el hecho que se necesita un proyecto. Y viendo que el Presdiente y toda la CD va a estar ocupada con tanto quilombo, encargar a un tipo que SEPA de fútbol va a ser fundamental (No como Comparada en Independiente, qué antes de Menotti él elegía los refuerzos)

En esto estoy de acuerdo, en parte. No creo que sea tan extremista la cuestión, de elegir ó el éxito en el fútbol y al tacho todo lo demás, o los deportes amateurs y al tacho el fútbol. Siempre y cuándo, la prioridad marche bien, lo otro se puede ir piloteando…Tampoco que sea cómo el Basquet que daba déficit, pero sí sub-designas tareas, cuidas finanzas y te manejas con cautela creo que se puede llevar a cabo un equilibrio…

A mi me parece clave auditar los ultimos 10 años, hay que sentar un precedente, con River no se tiene que joder mas. No es que se “quedaron con un vuelto” el club esta muy mal lleno de deudas y cerca de la promocion, esto no puede ser gratis. Cualquier gestion que quiera aportar transparencia debe de auditar lo que sucedio en la anterior.

Vos mismo lo decis, el manager y la gestion del futbol es clave, por eso hay que mirar lo que propone cada candidato, D’onofrio propuso a Francescoli. Por eso hay que estar atento a todo esto, esto no es solo difamacion.

Decime quien propuso algo.
Lancioni: ya hay un tema con todas sus propuestas.

Caselli: solo hablo de techar el estadio traer a Ramon y de capitales de dudoso origen

D’onofrio: Solo hablo de Francescoli, y Enzo solo dijo que le gustaria Bielsa y nada mas, ya dijo que no auditaria nada. Los capitales idem Caselli

Quintas-Lancioni, el Kan$er, Santilli?? nada los que proponen son pocos y la mayoria son ridiculas

Gracias por la información!

Tamo en el horno si gana Don Ofrio, Enzo ligado a Paquito, mamita!!! la que se viene si gana este candidato…

Permiso, estaba buscando sobre Enzo y Paco Casal y descubrí esto que es información interesante

que mania que tienen algunos de abrir threads viejos…

Esta sociedad es un horror