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Se agotó la paciencia
Ante el anuncio de que ya no hay entradas para el súper, la gente de River explotó: unos 500 socios protestaron en el Monumental y el jueves tendrían sus tickets…
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El domingo abrieron las boleterías que están sobre la Avenida Figueroa Alcorta y, en apenas unas horas, el club informó que las entradas se agotaron. Ayer, se pudrió todo.
La ley de la oferta y la demanda, en días de turbulencia económica, mostró otro colapso. Fue lejos de Wall Street y cerca del cruce de Figueroa Alcorta y Udaondo, donde se ratificó el cierre definitivo de las boleterías para el superclásico. El domingo, entonces, se agotaron las entradas. Ayer, los niveles de paciencia de unos 500 hinchas, enérgicos y crispados, que protagonizaron espontáneamente un piquete (un grito por un ticket) en el Monumental y muchos otros que llenaron la casilla de mails de Olé.
Lo que en un comienzo fue irritación, se transformó en ira. Y la ira se apagó alrededor de las 17, cuando se les dio a estos hinchas un comprobante con la promesa de que el jueves podrían -tal vez- canjear sus entradas.
'No era que no había más localidades? La pregunta obvia la contestaron, aunque ninguno de manera oficial, algunos dirigentes. El argumento es que estos tickets saldrían del paquete de 7.000 que se reservaron para las filiales. Incluso, no descartan que el sobrante sea mayor. En ese caso, sacarían esas entradas a la venta: en su momento el club informará cuándo y cómo. Lo seguro es que hoy las ventanillas estarán cerradas y no habrá excepciones como la de ayer.
La dinámica de los hechos superó las previsiones. En las 20 boleterías abiertas durante el primer día, se entregaron 25.000 localidades (esto incluyó canjes de populares y plateas cabeceras y laterales altas así como compras de plateas bajas). Más allá de la dificultad para aplicar la aritmética en el cálculo del número de cartoncitos expedidos por minuto en las 13 horas de venta, se argumentó que la demanda extraordinaria tuvo un origen: los 10.000 socios que se sumaron durante el 2008. Otro dato: River tiene unos 20.000 abonados, con la cual ya tienen reservados sus lugares.
Los socios estaban indignados porque hasta ayer se vendieron entradas en Ticketek. En River aclararon que esta empresa tiene un stock de 500 entradas que se comercializan de manera independiente al curso de las ventanillas del club. Por eso tardaron unas horas más en acabarse. Otro punto de conflicto fue alimentado por la reventa de localidades que ya se empezó a observar ayer en los sitios de Internet (ver No se…). Y, por último, había varios socios que denunciaron que, al llegar a las ventanillas, no les entregaron entradas porque sus números de carnets ya habían sido usados por otras personas.
Lo concreto es que la suma de estas broncas cambiaron el curso de un día que pintaba tranquilo. Los lunes en River no hay actividad para los socios, aunque ayer, en cambio, sí se permitió el ingreso por el feriado. Y al cabo de instantes de incertidumbre, se abrió una sola ventanilla en la que se les dio la condicional “indemnización”, a la espera del remanente de las entradas reservadas.
Mientras los hinchas reclamaban, el equipo comenzaba su entrenamiento en el mismísimo Monumental. Y el ingreso de la prensa, se demoraba. 'Por qué? Se trató de evitar la excitación que podrían haber generado las cámaras al tomar al grupo de los socios más exaltados. Pero todo terminó en paz.
Las expectativas no son proporcionales a lo que mostró el team del Cholo durante las primeras nueve fechas del Apertura. Pero los superclásicos son tan singulares como los sucesos narrados en esta crónica. Además, las últimas dos visitas de Boca al Monumental, con tacos y caños de antología, aparecen con toda su frescura en el paladar de los de River. 'Justificarán estos antecedentes semejante descontrol? Sí. La paciencia sólo se agotó en la cartelera. La ilusión, no. Es algo imposible de entender desde la lógica de la ley de la oferta y la demanda.