Sr. Director:
Luego del default de Transportadora de Gas del Norte, que provocó la intervención gubernamental en la operación cotidiana de la empresa, hay otro default en puerta que puede resultar aún más impactante desde un punto de vista mediático, y es el del Club Atlético River Plate.
Me atrevo a afirmar que la asociación civil River Plate ya se encuentra en situación de cesación de pagos, fácil de advertir en la falta de mantenimiento de la infraestructura para socios, y el largo receso durante el cual casi no hay ingresos y permanecen los gastos fijos elevados que padece el club, obliga a proyectar grandes complicaciones por delante.
Es el resultado de la desastroza, aventurera, ineficiente y nada transparente gestión de José María Aguilar y un grupo de dirigentes que lo acompañan, protectores de los barrabravas, devastadores de los activos del club, incapaces para generar nuevo talento deportivo. Y es una situación que pudo evitarse, con una gestión apropiada, existiendo coyunturas favorables para la contabilidad riverplatense como lo fue la pesificación asimétrica de pasivos en moneda extranjera en 2002.
Hasta la fecha, José María Aguilar se ha negado, sistemáticamente, a analizar la posibilidad que River Plate solicite su propio concurso preventivo de acreedores, pero no decidió ninguna medida destinada a reducir los gastos fijos, reestructurar los vencimientos y equilibrar las finanzas. Por eso River Plate es el default que le seguirá al de TGN.
Les envío un cordial saludo, deseando que en 2009 se cumplan los anhelos personales de cada uno de los amigos de Urgente24.
Sr. Director:
Luego del default de Transportadora de Gas del Norte, que provocó la intervención gubernamental en la operación cotidiana de la empresa, hay otro default en puerta que puede resultar aún más impactante desde un punto de vista mediático, y es el del Club Atlético River Plate.
Me atrevo a afirmar que la asociación civil River Plate ya se encuentra en situación de cesación de pagos, fácil de advertir en la falta de mantenimiento de la infraestructura para socios, y el largo receso durante el cual casi no hay ingresos y permanecen los gastos fijos elevados que padece el club, obliga a proyectar grandes complicaciones por delante.
Es el resultado de la desastroza, aventurera, ineficiente y nada transparente gestión de José María Aguilar y un grupo de dirigentes que lo acompañan, protectores de los barrabravas, devastadores de los activos del club, incapaces para generar nuevo talento deportivo. Y es una situación que pudo evitarse, con una gestión apropiada, existiendo coyunturas favorables para la contabilidad riverplatense como lo fue la pesificación asimétrica de pasivos en moneda extranjera en 2002.
Hasta la fecha, José María Aguilar se ha negado, sistemáticamente, a analizar la posibilidad que River Plate solicite su propio concurso preventivo de acreedores, pero no decidió ninguna medida destinada a reducir los gastos fijos, reestructurar los vencimientos y equilibrar las finanzas. Por eso River Plate es el default que le seguirá al de TGN.
Les envío un cordial saludo, deseando que en 2009 se cumplan los anhelos personales de cada uno de los amigos de Urgente24.
