“Decían que los iban a matar a todos”
Jorge Villazán, mentor junto a Enzo del regreso de Almeyda, contó que los dirigentes temían equivocarse al contratar a un jugador ya retirado.
Además de su relación casi familiar con Francescoli y de haber disputado 45 partidos con la camiseta de River, Jorge Villazán (hoy directivo de GolTV) fue una pieza clave en el presente del equipo de Astrada. ¿El motivo? Fue quien convenció a Matías Almeyda de que volviera a patear una pelota en la Primera de River. Y quien -por pedido del Pelado- se sentó a negociar su vuelta ante el gran escepticismo de los directivos de entonces. “Cuando surgió lo del Súper 8, nos cruzamos en un restaurante con Matías y él estaba sin hacer nada. Entonces le dijimos ‘vení a darnos una mano, te necesitamos’. Después de jugar un par de partidos, ya había clubes que lo querían”, cuenta sentado al borde de una piscina en Punta del Este. Lo acompaña Francescoli, pero no su amigo Enzo: está mateando con Pablo, el hermano menor del Príncipe…
-¿Te costó persuadir a los directivos?
-Los dirigentes de turno no creían. Yo ayudé a Matías a hacer el contrato. Y me acuerdo que los dirigentes me decían “nos van a matar a todos”. Pero les contestaba “olvidate, Matías va a ser figura”. Y fue así.
-¿Quienes te decían que los iban a matar?
-Mario Israel era uno de los que me decía “nos van a matar, traemos un jugador que está retirado desde hace cuatro años”.
-¿Y cuál fue tu postura ante un plateo así?
-Les dije que si fuera un nueve o un arquero, no lo traigan. Pero un número cinco y con las ganas que tenía Matías, era una gran oportunidad. El no había cerrado su carrera y tomó su vuelta como un gran profesional. Hoy es figura, líder y capitán del equipo.
-¿Quién puso la cláusula de rescisión en caso de que Almeyda no rindiera en los primeros seis meses? ¿El jugador o los dirigentes?
-Los dirigentes. Me dijeron: “mirá, vamos a ver si la directiva lo aprueba”,. Después: “vamos a ver si Matías a los seis meses está bien”. Les dije que pusieran todo lo que quisieran, que acá había un plus que ellos no veían: las ganas de Matías. Cuando empezó a jugar, el Pelado me dijo: “volví a vivir, estoy feliz”. Y eso lo demuestra en la cancha, claro.
-¿A Pipo Gorosito también lo tuvieron que convencer?
-No, no, Pipo lo quería porque precisaba referentes dentro del plantel, gente que te maneje el vestuario. Y entre Matías, Ortega y Gallardo, hoy guían a los más jóvenes.
-¿Francescoli se equivocó en meterse en la política de River?
-Lo viví muy de cerca porque con Enzo somos como hermanos y estamos siempre juntos. Sin necesidad, porque él no lo precisa, Enzo tomó este desafío por lo que quiere al club. Tenía un gran proyecto, sobre todo para potenciar las Inferiores y que River vuelva a ser lo que era. Yo le decía “vas a agarrar, es complicado”, pero él se sentía con confianza y se juntó con una persona muy buena como D’Onofrio. No se dio. Se pecó un poco con que todos decían que iban 10 ó 5 puntos adelante. Confiaron. No lo digo por desmerecer a Passarella, porque no conozco su proyecto, pero lamentablemente River se negó a tener un gran proyecto como el de Enzo.
-¿Se expuso?
-En un momento lo criticaron y lo salpicaron con que no fue al club el sábado de las elecciones. Pero él no era candidato, simplemente estaba dentro de un proyecto en el que iba a ser el manager. Pero en la Argentina la figura de manager no está bien entendida. Lo vive Bianchi: cuando a un DT de Boca le va mal, le piden que dirija él.
-¿Por qué Enzo es incompatible con Passarella?
-Cuando Passarella decide tirarse para presidente, lo llama a Enzo y se reúnen. Pero el Flaco ya le avisó: "Mirá Daniel, yo no podría ir con vos por lo que te respeto. Sos un tipo que sabé de fútbol y yo también. Y si yo digo sí a la llegada de un jugador, y vos decís que no, vamos a tener un encontronazo. Será para más adelante. O no será.
Punta del Este (enviado).
Fuente: “Decían que los iban a matar a todos”
El hijo de puta de Israel pensaba que solo lo ibamos a odiar o a matar por si traia a un jugador retirado. Por dios ademas de ladron, corrupto, hijo de puta, es imbecil.