De que labura Maximo Kirchner?

Máximo K es fanático de la Playstation, fuma como su hermana Marlboro y se levanta a las 10 de la mañana. En total, no trabaja más de 5 horas por día.

Ese silencio es el pilar de su enigmática forma de ser, esa que le ha hecho ganar la fama de ser el “poder en las sombras” del modelo K. Pero la vida del joven más influyente de la política es en realidad más simple de lo que parece.

Máximo ama dormir hasta tarde, jugar a la PlayStation y ostenta, al igual que Néstor y Cristina, una obsesión casi patológica para monitorear todo lo que se dice sobre él y su familia, sobre todo en las redes sociales. Es el panóptico oficialista, que todo lo ve, sin ser visto por nadie.

Trabajo. Nacido el 16 de febrero de 1977, en La Plata, en medio de una “noche de tormenta feroz” y sin la presencia de su padre, según relató Cristina en su biografía escrita por Sandra Russo. Fueron “tres pujos y salió”, dijo. Sin embargo, esa rapidez con la que llegó al mundo nunca se tradujo en su vida real.

“Maximito” –apodo que le puso su madre– nunca sale de su casa en Río Gallegos antes de las 10.30. Suele dormir hasta tarde, se pone lo primero que encuentra y se sube a su camioneta Honda, para ir a toda velocidad a la inmobiliaria donde administra las propiedades de la familia Kirchner.

Su rutina laboral es bastante “light”. Llega cerca de las 11 al trabajo, a las 12.30 ó 13, vuelve a su casa para almorzar. Duerme siesta –otra tradición que heredó de Kirchner– y solo algunos días por semana trabaja por la tarde, de 16 a 19. Menos de cinco horas al día para manejar todos los bienes raíces K y no puede decirse que esa “vagancia” no se traduzca en resultados: año a año, el patrimonio familiar le da la razón.

Playstation. Máximo nunca fue bueno para los deportes. “Jugaba al handball, era arquero y para atajar se ataba unos lentes culo de botella que tenía (padecía estrabismo) con un elástico blanco, era muy gracioso”, contó a LIBRE uno de sus ex compañeros en el Colegio República de Guatemala, que lo sigue llamando como entonces “el gordo”.

Alejado ya de la actividad deportiva, antes solía compartir picados en Olivos con su padre en los que jugaba en el medio. El heredero K sí es un “crack” con la PlayStation. Según reveló la Revista Noticias el año pasado, lo que más le gusta es quedarse en su casa jugando al fútbol en su consola de viodejuegos.

Controlador. Introvertido y empedernido fumador de Malboro como su hermana, Florencia, en su abundante tiempo libre, Máximo revisa todas las críticas al modelo K que se lanzan en Twitter. Es más: cada vez que un tuitero oficialista se trenza en una discusión con un periodista “enemigo”, el hijo de la Presidenta lo felicita a través de un tercero.

Ha llegado a mandar mensajes de texto a reconocidos blogueros K para decirles “qué bien que estuviste”, después de una respuesta creativa. Es un secreto a voces en la web que se creó una cuentade Twitter con identidad falsa para seguir en detalle esas peleas virtuales. No obstante, esa militancia 2.0 jamás la ejerció en el barro político.

Nunca pronunció un discurso público en los actos de La Cámpora, ni se presentó (a pesar deque le sobraron ofertas) a una candidatura. “Es un renegado de la política, que lo alejó de sus padres”, coinciden personas que tuvieron trato con él en el pasado.

Aunque muchos lo señalen como herradero K, él tiene otros planes. Hazte fama y echate a dormir.

Máximo K es fanático de la Playstation, fuma como su hermana Marlboro y se levanta a las 10 de la mañana. En total, no trabaja más de 5 horas por día.

Ese silencio es el pilar de su enigmática forma de ser, esa que le ha hecho ganar la fama de ser el “poder en las sombras” del modelo K. Pero la vida del joven más influyente de la política es en realidad más simple de lo que parece.

Máximo ama dormir hasta tarde, jugar a la PlayStation y ostenta, al igual que Néstor y Cristina, una obsesión casi patológica para monitorear todo lo que se dice sobre él y su familia, sobre todo en las redes sociales. Es el panóptico oficialista, que todo lo ve, sin ser visto por nadie.

Trabajo. Nacido el 16 de febrero de 1977, en La Plata, en medio de una “noche de tormenta feroz” y sin la presencia de su padre, según relató Cristina en su biografía escrita por Sandra Russo. Fueron “tres pujos y salió”, dijo. Sin embargo, esa rapidez con la que llegó al mundo nunca se tradujo en su vida real.

“Maximito” –apodo que le puso su madre– nunca sale de su casa en Río Gallegos antes de las 10.30. Suele dormir hasta tarde, se pone lo primero que encuentra y se sube a su camioneta Honda, para ir a toda velocidad a la inmobiliaria donde administra las propiedades de la familia Kirchner.

Su rutina laboral es bastante “light”. Llega cerca de las 11 al trabajo, a las 12.30 ó 13, vuelve a su casa para almorzar. Duerme siesta –otra tradición que heredó de Kirchner– y solo algunos días por semana trabaja por la tarde, de 16 a 19. Menos de cinco horas al día para manejar todos los bienes raíces K y no puede decirse que esa “vagancia” no se traduzca en resultados: año a año, el patrimonio familiar le da la razón.

Playstation. Máximo nunca fue bueno para los deportes. “Jugaba al handball, era arquero y para atajar se ataba unos lentes culo de botella que tenía (padecía estrabismo) con un elástico blanco, era muy gracioso”, contó a LIBRE uno de sus ex compañeros en el Colegio República de Guatemala, que lo sigue llamando como entonces “el gordo”.

Alejado ya de la actividad deportiva, antes solía compartir picados en Olivos con su padre en los que jugaba en el medio. El heredero K sí es un “crack” con la PlayStation. Según reveló la Revista Noticias el año pasado, lo que más le gusta es quedarse en su casa jugando al fútbol en su consola de viodejuegos.

Controlador. Introvertido y empedernido fumador de Malboro como su hermana, Florencia, en su abundante tiempo libre, Máximo revisa todas las críticas al modelo K que se lanzan en Twitter. Es más: cada vez que un tuitero oficialista se trenza en una discusión con un periodista “enemigo”, el hijo de la Presidenta lo felicita a través de un tercero.

Ha llegado a mandar mensajes de texto a reconocidos blogueros K para decirles “qué bien que estuviste”, después de una respuesta creativa. Es un secreto a voces en la web que se creó una cuentade Twitter con identidad falsa para seguir en detalle esas peleas virtuales. No obstante, esa militancia 2.0 jamás la ejerció en el barro político.

Nunca pronunció un discurso público en los actos de La Cámpora, ni se presentó (a pesar deque le sobraron ofertas) a una candidatura. “Es un renegado de la política, que lo alejó de sus padres”, coinciden personas que tuvieron trato con él en el pasado.

Aunque muchos lo señalen como herradero K, él tiene otros planes. Hazte fama y echate a dormir.

de apellido

:lol:

Este es de los temas que deberian importarle a la sociedad.

Le esta creciendo la papada ?

Que tiene de malo dormir siesta?

Es lo mejor que hay.

Una buena siesta de 5 horitas y estas pila el resto del día.:mrgreen:

Y para que va a laburar? tiene dinero y poder sin mover un dedo.

Amen, lastima que son muy pocos los que pueden disfrutar una siestita asi :frowning:

Siesta de 5 horitas? Hay que ser parasito…

Me mata la descripcion, llega a las 11 a su oficina para volver a las 12:30 a almorzar? :lol:

No me queda claro si juega al FIFA o al PES en la play.

es elvis crespo, gordo y con bigotes…

La levanta como un campeón! Vivir de la renta: the argentinian dream.

Eh loco no me critiquen la siesta que se pudre todo.:lol:

Vive de renta como muchos

Qué lindo es dormir siesta, extraño mucho eso …

De lo mismo que rodolfo seguramente

Como típico grasa con plata, no trabaja, disfruta la plata choreada por los padres…

Este lo hiciste vos?

:lol::lol::lol: