Alguna vez un rey perdio francia, o gran parte de ella, por su soberbia, tibieza e ineptitud al mando del fórmidable ejército frances de mediados del siglo XIV contra una guarnición inglesa pequeña, y relativamente poco armada, pero muy valerosa y brillantemente dirigada, en la segunda battalla de Poitiers (1356).
Una derrota de proporciones épicas donde el gigante de la Europa Medieval se vio puesto de rodillas por un potencia relativamente menor de la época, a pesar de tener todo a favor. La ineptitud, el temor y la falta absoluta de planificación y liderazgo de parte de los franceses hicieron posible lo imposible. Hasta los soldados en un momento huían despavoridos por la confusión, chocando y aplastando a sus propios camaradas que avanzaban hacia la batalla (cualquier similitud con lo que paso hóy es pura coincidencia). El rey llamado Juan II, “el bueno” (ironía del destino), normalmente tibio y atemorizado, en un acto de inesperda “valentía” (mas bien insanidad) al verse cerca de la derrota, decide tomar a lo poco que le quedaba de sus fuerzas y pelear de a pie con sus soldados en una batalla perdida. Como no podía ser de otra manera, su ejército es derrotado y el rey en persona es tomado prisionero por los ingleses, dejando a su país sin liderazgo luego de una derrota catastrófica y completamente humillado.
De ser la gran potencia Económica, Militar y cultural de toda Europa, Francia cayo en un ostrascismo del que le llevaría casi un siglo recuperarse, viéndose obligada a entregar gran parte de su territorio a los ingleses, a pagar cuantiosas sumas de dinero y a caer en una anarquía, luchas internas, disputa de la corona entre los Plantagenet (reyes de inglaterra) y los Valois, casi 100 años mas de guerra, del que le costaría mucho recuperarse.
Pero Francia no llego a esa situación por lo que paso esa tarde en Poitiers. Muchos dicen que comenzó el dia que EL rey Felipe IV, portador de ideas modernas y desdeñador de las viejas costumbres, quemo al gran maestre de los templarios en la hogera en 1314. Ese día el gran maestre jacobo de Molay, héroe durante las cruzadas consiguiendo muchos éxitos en oriente medio, luego de ser injustamente acusado de herejía y sacrilegio, (simplemente porque se había vuelto famoso y poderoso, y era acreedor de la corona), maldijo en la hoguera al rey frances y a sus descendientes durante siete generaciones, por culpa del enorme error que estaban cometiendo.
A partir de alli Francia entraría en un largo período de declive, donde se sucedieron varios reyes, la mayoría de ellos títeres mientras otros gobernaban desde las sombras, donde predomino la avaricia y desconfianza entre los miembros de la nobleza que gobernaba, donde hubo traiciones, egoismo, despilfarro de recursos, intrigas, asesinatos de reyes, saqueo de las arcas del estado, y fundamentalmente, desidia absoluta de los que gobernaban con respecto a las grandes penurias del pueblo Francés.
El punto mas bajo se alcanzaría luego de la derrota en Poitiers, donde parecía que todo estaba perdido y Francia, tal como se la conocía y dictaba su historia desde las épocas gloriosas con Carlo Magno a la cabeza, había dejado de existir.
Y así seguiría en guerras durante décadas, intentando levantarse del precipicio y volviendo a caer, soportando otra humillante derrota a manos de los ingleses en Agincourt, hasta que en el año 1424, con Francia devastada, gran parte de su territorio en manos extranjeras y siendo ni siquiera una sombra de el gran país que fue durante el siglo XIII, una campesina de Domrémy, de solo 12 años, llamada Juana de Arco, tuvo visiones de santos que le dijeron que debía expulsar a los ingleses de Francia, y llevar al Delfín (el heredero de la corona francesa), a Rheims para que pueda ser coronado y reustaurar Francia a su vieja gloria.
Todos saben lo que sucedió después, Juana de Arco se transformo en el símbolo espiritual, nacional y militar que Francia necesitaba. Francia en tan solo 20 años luego de la aparición de Juana, y a pesar de ella ser quemada en la hogera, logro recuperar todo el territorio perdido durante las guerras de los cien años, coronar a Carlos VII como su rey, expulsar a los ingleses de Europa continental y subyugar a los Burgundios de forma definitiva, y a partir de allí comenzar afirmarse nuevamente como la nación mas poderosa de Europa Occidental durante los siguientes siglos.
Yo se que muchos no entenderán el sentido de este post hoy, pero así fue como Francia fue grande, muy grande, y a pesar de ello una sucesion de hechos y circunstancias históricas (y personajes nefastos) la llevaron a estar a punto de desaparecer, pudo levantarse y llego a ser una nación todavía mas grande de lo que había sido en el pasado.
River un gigante del fubtol mundial, puede llegar a transitar un camino muy parecido y a pesar de que hoy veamos todo negro, no todo esta perdido y aunque la mancha queda, aunque la humillación persista, un grande como River siempre va a seguir siendo grande y algun día, aunque le lleve décadas, va a volver a ser glorioso como así lo marca su história. Va a ser un proceso duro y dificil, con marchas y contramarchas, con incertidumbre y esperanza, pero el espíritu del pueblo riverplatense no puede ni debe morir por lo que hayan hecho dirigentes ineptos y corruptos, técnicos timorátos, títeres e inútiles, y jugadores cagones y limitados e hinchas demasiado permisivos. River va a volver a ser grande, por su historia, por su espíritu y por su gente…