Un canadiense fue condenado por conducir en estado de ebriedad una silla de ruedas motorizada tras su paso por un bar.
Patrick Shanahan de 35 años, que ya contaba con una condena por conducir borracho, fue detenido por la Policía a la una de la madrugada cuando se dirigía a su casa en las afueras de Toronto, en una silla de ruedas que había pedido prestada.
“Los policías lo detuvieron por conducción en estado de embriaguez ya que conducía de forma errática una silla de ruedas motorizada por la calle” indicó el cabo de la policía local, Jodi Dawson.
“No necesito carné, seguro, ni matricula para hacer funcionar (la silla de ruedas). ¿Cómo se me puede acusar de conducir en estado de embriaguez?” declaró Shanahan.
Pero el tribunal no opinó lo mismo. Lo condenó a pagar una multa de US$ 500 y a 18 meses de libertad condicional, durante los cuales no podrá conducir ningún tipo de vehículo que tenga motor.
Un canadiense fue condenado por conducir en estado de ebriedad una silla de ruedas motorizada tras su paso por un bar.
Patrick Shanahan de 35 años, que ya contaba con una condena por conducir borracho, fue detenido por la Policía a la una de la madrugada cuando se dirigía a su casa en las afueras de Toronto, en una silla de ruedas que había pedido prestada.
“Los policías lo detuvieron por conducción en estado de embriaguez ya que conducía de forma errática una silla de ruedas motorizada por la calle” indicó el cabo de la policía local, Jodi Dawson.
“No necesito carné, seguro, ni matricula para hacer funcionar (la silla de ruedas). ¿Cómo se me puede acusar de conducir en estado de embriaguez?” declaró Shanahan.
Pero el tribunal no opinó lo mismo. Lo condenó a pagar una multa de US$ 500 y a 18 meses de libertad condicional, durante los cuales no podrá conducir ningún tipo de vehículo que tenga motor.