Cuentos, relatos y poemas

No soy la persona más indicada para crear este tema, pero quisiera que este fuera un espacio para intercambiar cuentos, relatos, textos, poemas, fragmentos de libros, autores, que a uno le gusta o juzga oportuno. ¡Espero que se copen! :cool:

Me gustaria compartir dos que parecen ser microcuentos, los dos son leídos por los autores.

//youtu.be/PCrH7LL5KT8

Borges y yo
Jorge Luis Borges

    Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por  Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de  un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y  veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.  Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo  XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el  otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las  convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra  relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda  tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta  confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me  pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del  otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy  destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá  sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me  consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió  que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente  quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en  mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en  muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años  yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los  juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges  ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo  pierdo y todo es del olvido, o del otro.

No sé cuál de los dos escribe esta página.

//youtu.be/R52iNrFKUSw

[i]Aplastamiento De Las Gotas
Julio Cortázar

[/i]Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

No soy la persona más indicada para crear este tema, pero quisiera que este fuera un espacio para intercambiar cuentos, relatos, textos, poemas, fragmentos de libros, autores, que a uno le gusta o juzga oportuno. ¡Espero que se copen! :cool:

Me gustaria compartir dos que parecen ser microcuentos, los dos son leídos por los autores.

//youtu.be/PCrH7LL5KT8

Borges y yo
Jorge Luis Borges

    Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por  Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de  un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y  veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.  Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo  XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el  otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las  convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra  relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda  tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta  confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me  pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del  otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy  destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá  sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me  consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió  que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente  quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en  mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en  muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años  yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los  juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges  ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo  pierdo y todo es del olvido, o del otro.

No sé cuál de los dos escribe esta página.

//youtu.be/R52iNrFKUSw

[i]Aplastamiento De Las Gotas
Julio Cortázar

[/i]Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Para mi gusto, el mejor “microcuento” de Cortázar:

//youtu.be/yR1Pdlab474

Jorge Amado junto con Cervantes es uno de los autores que más me completan.

Capitanes de arena, un fragmento (muy difundido en todos los blogs y sitios que tratan su obra). Se encuentra dentro de uno de los capítulos más conmovedores de esta novela corta. Si algo destaca a este autor es la simpleza para contar historias.

Jorge Amado .
Capitanes de arena (fragmento)

Como una estrella de blonda cabellera.

Cuentan en los muelles de Bahía que, cuando un hombre valiente muere, se convierte en una estrella más en el cielo. Así sucedió con Zumbi, con Lucas da Feira, con Besouro, todos ellos negros valerosos. Sin embargo, nunca había ocurrido que una mujer, por más valiente que fuese, se convirtiera en estrella una vez muerta. Algunas de ellas, como Rosa Palmeirao, o como María Cabacu, se volvieron santas en los “candomblés de caboclo”, pero ninguna se convirtió en una estrella.

Pedro Bala se arroja al agua. No puede quedarse en el trapiche entre lamentos y sollozos. Quiere acompañar a Dora, irse con ella a las Tierras Sin Límites de Yemanjá. No cesa de nadar; nada, siempre hacia adelante. Sigue la ruta de la barca de Querido-de-Deus. Ve a Dora al frente, a Dora, su esposa, con los brazos que se extienden hacia él; nada hasta que sus fuerzas se agotan. Entonces flota, sus ojos contemplan las estrellas y la enorme luna dorada en el cielo. ¿Qué importa morir cuando se busca a la amada, cuando el amor nos espera?

¿Qué importa, además, que los astrónomos afirmen que aquella noche un cometa cruzó sobre Bahía? Lo que Pedro Bala vio fue a Dora, convertida en estrella, rumbo al cielo. Había sido más valiente que cualquier mujer, más valiente que Rosa Palmeirao, que María Cabacu. Tan valiente que, antes de morir, siendo aún niña, se entregó a su amor. Por ello se convirtió en una estrella en el firmamento. Una estrella de larga y rubia cabellera, una estrella como nunca se había visto en esa noche de paz en Bahía.

La felicidad ilumina el rostro de Pedro Bala. Consiguió también la paz de la noche. Porque ahora sabe que ella brillará para él, entre mil estrellas del cielo, más allá de la oscura ciudad.

La barca de Querido-de-Deus lo recoge.

Lindo tema querido mago. Ese pequeño relato de georgie es sublime. Qué prosa que tenía, inigualable.

Dejo un poema del enorme paul celan:

Corona

En mi mano el otoño come su hoja: somos amigos.
Extraemos el tiempo de las nueces y le enseñamos a caminar:
regresa el tiempo a la nuez.

En el espejo es domingo,
en el sueño se duerme,
la boca dice la verdad.

Mi ojo asciende al sexo de la amada:
nos miramos,
nos decimos palabras oscuras,
nos amamos como se aman amapola y memoria,
nos dormimos como el vino en los cuencos,
como el mar en el rayo sangriento de la luna.

Nos mantenemos abrazados en la ventana, nos ven desde la calle:
tiempo es de que se sepa,
tiempo es de que la piedra pueda florecer,
de que en la inquietud palpite un corazón.
Tiempo es de que sea tiempo.

Es tiempo.

De “La arena de las urnas” 1948
Versión de José Ángel Valente

-Muere ¡Muere! ¡¿Por que no mueres? ¿Por que no mueres?!
-Bajo esta mascara hay algo mas que carne y hueso. Bajo esta mascara hay unos ideales, Señor Creedy. Y los ideales son a prueba de bala.

Un cuento que lei hace poco:
“Los Dinosaurios” por Augusto Monterroso:

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba alli.

Eso es todo, que tal?

No puedo evitar relacionarlo con un “imaginen a los dinosaurios en la cama”

No te rindas (M.Benedetti)
No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo tambien el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.

Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.

Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,

No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.

M.Benedetti es un genio, puedo ver este poema muchas veces y siempre sientes algo y encuentras cosas diferentes que te llegan

Habra salido de ahi el tema? La metafora de los dinosaurios como figura de poder creo que puede encajar como interpretacion del microcuento.

Éste es genial. Lo descubrí hace poco. La escritora es colombiana. Con ustedes, la pulga revolucionaria.

La rebelión de las pulgas de Diana Isabel Patiño Restrepo

Aunque parezca increíble, el perro que se toma fotos con el emblema mundial de la democracia estaba infestado de pulgas. Sí, BO, la mascota de la Casa Blanca no tenía espacio en su melenudo cuerpo para una pulga más, y aunque su veterinario había intentado con todas las recetas para acabar con este mal, nada había funcionado. Minutos después del exterminio ya habían cientos de pulgas con maletas y trastes empacados para ir a colonizar el territorio casi despoblado, pues siempre quedaban unas pocas sobrevivientes a las masacres.

Cierto día, la pulga Pérez, que había sobrevivido a 3 exterminio masivos, se cansó de la opresión de su enemigo. Convocó a la comunidad de pulgas y les dijo: - compañeros, no podemos permitir que esta situación continúe, o nos unimos y hacemos algo o nos morimos. Una vez yo oí decir que si uno se ubica en determinados puntos del cuerpo y ejerce presión al tiempo, puede tomar el control de cualquier animal, llámese gato, perro, hombre u otro, hará lo que uno quiera. Propongo que hagamos grupos de a cincuenta pulgas, cada grupo tomará los puntos nerviosos más sensibles de Bo, harán guardia todo el día y cuanto llegue el veterinario tocarán la trompeta, todos tomarán las posiciones y al tiempo todos pensaremos en que Bo muerda al veterinario, esos impulsos nerviosos subirán hasta su cerebro y tal cual sucederá.

Todos estuvieron de acuerdo y a la mañana siguiente ya todos tenían sus posiciones y cuando llegó el veterinario no pasaron cinco segundos sin que éste huyera despavorido después del cruento ataque que le propicio el animal.

La pulga Pérez fue levantada en brazos, por primera vez habían vencido al exterminador. Pero ese fue sólo el comienzo, pues decidieron seguir conquistando nuevos territorios y desde entonces no se sabe a ciencia cierta porqué en todos los países del mundo lo gobiernos han dictado medidas proteccionistas a favor de las pulgas, consideradas hoy en día patrimonio natural de la humanidad.

Un fragmento de Nocturno de Ruben Dario.

El anfora funesta del divino veneno
que ha de hacer por la vida la tortura interior
la conciencia espantable, de nuestro humano cieno
y el horror de sentirse pasajero, el horror
de ir a tientas, en intermitentes espantos,
hacia lo inevitable, desconocido,y la
pesadilla brutal de este dormir en llantos
¡ De la cual no hay más, que ella que nos despertara ¡

(le tenía algo de miedo a la muerte el viejo).

Un extracto del libro La conjura de los necios

Negro Joe

  • Escuche le gustaria a usté sé vagabundo y está parao la mitá del tiempo?

Ignatius

  • Seria maravilloso. Yo mismo fui un vagabundo en tiempos mejores, en tiempos más felices. Ay si estuviera yo en su pellejo. Sólo saldría de mi habitación una vez al mes. A buscar al correo el cheque de la seguridad social. Piense un poco en la suerte que tiene.

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

Antonio Machado, despuésa le sirvió a Serrat para hacer una canción que me encanta…