¿ Y te sorprende ?
Primero que Crónica siempre fue un medio que no tiene pudor en mostrar cosas que a cualquier persona le causaría gran impresión. Ahora se me viene a la mente la tapa de una de sus ediciones en la que pusieron ocupando el 70 % del espacio disponible la foto de un tipo con el cráneo literalmente explotado, con masa encefálica desparramada entre la sangre, al lado del tren que lo había arrollado hace instantes. No ví lo del Malevo Ferreyra, pero me imagino que es bastante más liviano que lo que relato.
Pero lo que más me llama la atención es que nos horrorizamos de este tipo de cosas, pero no con otras.
¿ No es morboso, y también perverso, ver a poltíticos inescrupulosos y sinverguenzas saliendo en TV mostrandose como estrellas impunes mientras hay gente que, por culpa de su ineptitud y falta de ética y moral, muere de hambre a diario ? ¿ No es terrible que nuestros docentes vivan de paro porque les pagan un sueldo extremadamente bajo ? ¿ No es terrible que los jubilados y los trabajadores tengan que vivir con el cinturón al cuello, exprimiendo cada centavo al límite de lo absurdo ? ¿ No es terrible que en los hospitales falten miles de cosas, y que los médicos tengan que hacer malabares para sanar gente, y además todo eso cobrando un sueldo bastante mago ?
Hay tantas cosas TERRIBLES, que matan personas de a montones, pero como son obra de un gran guente blanco, a nadie le importa, porque es dificil verlo, y porque preferimos ver a TV, y no sentarnos a pensar, y votar al hijo de mil puta de turno que más guita invierte en publicidad para formar una imagen de sí mismo que sea la que un pueblo idiotizado a fuerza de Tinelli lo compre y sea engañado vilmente…
Lo de Crónica es muy leve. El problema es mucho más grave, el problema es que nos falta educación, nos faltan valores básicos. Mientras sigamos inmersos en esta cultura de la insensatez, esas imágenes seguirán apareciendo en TV, porque son un reflejo de lo que somos como sociedad: Que alguien este muriéndose delante de nuestros ojos ya no nos conmueve, a menos que claro, lo muestren de manera tan explícita. Cuando eso pasa, el asombro dura unas pocas horas, y luego volvemos a la normalidad, y no nos importa ni nos preguntamos qué nos lleva a que tengamos que soportar éstas cosas. En una sociedad que piensa, Crónica seguramente no mostraría estas cosas, porque nadie permitiría que esas cosas sucedan con tamaña facilidad.