00:00 | RIVER: EL BURRITO PIDE PISTA, Y LA GENTE TAMBIEN
Enganchate en la banderaEl segundo tiempo con San Lorenzo marcó el final del 4-4-2. El nivel de Ortega, “la bandera del equipo” según el DT, hace evidente que el Millo debe jugar con él de enganche. A Passarella le gustó y piensa en cambiar de esquema.
SANTIAGO GOMEZ santiagogomez@ole.com.ar
Si unos lloran la partida de su promesa a Rusia, otros maldicen la lesión de su alma mater y los de enfrente juntan monedas para repatriar a su cerebro, algo pasa. Como algo pasa si apenas 45 minutos son una prueba irrefutable de cuál es el camino a seguir. Porque en esos 45 minutos en que River más cerca estuvo de debutar con un triunfo, quedó claro que el moderno 4-4-2 debe ser historia, que los nombres propios pesan y que si Ariel Ortega es la bandera de este equipo, hoy su lugar está en el medio del patio, flameando entre la línea de volantes y los delanteros y siendo la referencia futbolística de siempre.
Aunque la idea se maquille, jugar con enganche hoy ya no es una opción: resulta una necesidad. “Es esencial. El enlace es el que te puede abrir un partido”, le contaba Norberto Alonso a Olé. Por eso, yendo más allá, huele a picardía que River no utilice al Burrito en la versión con que logró dormir la indomable lengua de Ramón. Porque Ortega, como opinaron en la web de este diario los 3.200 que lo quieren con la 10 y esencialmente jugando de 10, sabe de qué se trata el cuento. Passarella no es necio. Tanto que en el vestuario del Nuevo Gasómetro se le escuchó decir que “Ariel estuvo muy bien. Y con él en ese nivel, vamos a seguir con el 4-3-1-2”. No es casual. No. En un River corroído, el jujeño para la pelota y levanta la cabeza. Puede fallar, sí. La máquina no está igual que hace diez años y a sus diabluras les falta maldad, pero eso no lo hace menos peligroso. Al contrario. Consciente de sus limitaciones en el uno contra uno y lejos de verse acorralado contra la raya, pararse de enganche le permitirá usar más el bocho. Y ahí, no hay músculos que lo equiparen. Ahí, aunque suene exagerado, a un 25% de su potencial es más que todos.
Absorber la presión, ser referente para un plantel de pibes y el último ídolo del club también suman. Para sus compañeros, porque es más fácil darle la pelota que intentar una gambeta. Y para él, ya que pese al temor a una recaída, otorgarle tal peso es positivo luego de que los médicos chilenos que lo trataron dieran señalaran a las depresiones como el origen de su guerra interna con el alcohol. Sobre todo, si no juega…
La llegada de Sixto Peralta y la oportunidad de volver a entrenarse con la Primera para Diego Buonanotte, indican que la idea de encolumnarse detrás de un enganche está dando vueltas por Núñez. Pero para la gente, sus compañeros y hasta el propio Passarella, ese lugar ya debería tener dueño: Ariel Ortega, la bandera, el líder, el único distinto que tiene River.
Mejor tarde que nunca… habria que salir a festejar al obelisco la desicion del Kaiser :lol: