Aclaro que esto no es una vuelta al foro, simplemente un arrebato de opinión argumentado por la catarata de sin sentidos e insultos que abundan en este espacio. Sin sentidos no porque yo opine en disidencia sino porque son vacíos de contenido. Aclaro también que no soy dueño de la verdad y que nadie tiene que estar necesariamente de acuerdo conmigo, pero así como respeto opiniones en contrario, les pido fundamentos.
Hay un famoso axioma que reza que nadie resiste un archivo. Así que estoy tranquilo porque jamás me contradije con mis opiniones respecto a la capacidad táctica del buen entrenador que es Diego Simeone. Pero analizo al Simeone de River, no a su carrera.
Y analizo contenidos, no números.
Un flashback. Hace casi 3 años insisto con Buonanotte de titular. Pedía a Buonanotte mientras el entrenador de turno se creía que un jugo de naranjas recién exprimidas y dos horas de pesas lo harían mejor jugador y la mayoría de esos que hoy lo alaban decían que era un jugador de nacional b. Pedía Buonanotte porque creo en la capacidad más que en la experiencia y hoy pido a Burzac alternando porque creo más en la precisión que en la velocidad. Al fin de cuentas sin precisión no hay velocidad que valga y aparecer, la sorpresa, es más efectiva que estar, que ser referencia, que la costumbre. Por eso, en un ámbito en el que todos los jugadores corren, tienen que jugar los que más saben, si total van a correr… Si hay tanto doble 5, porque no hay doble enganche… Hay veces que la mirada es superficial y se pide huevo, cuando en realidad se debería pedir rebeldía.
A la genética de Buonanotte le hacen mejor las patadas, porque de esa manera gana en roce y aprende a esquivarlas. Buonanotte es enganche, ¿alguien lo duda? Sí, él actual entrenador, el que se desvive pidiendo que se juegue pegado a la raya para tirar centros, quiso transformarlo en un simil Piatti cuando lo único parecido entre ambos es la estatura. Gracias a Dios Buonanotte es un rebelde y River saca cosas positivas cada vez que no le hace caso al entrenador. Qué casualidad que cada vez que Buonanotte pierde una pelota es pegado a la raya. Y claro, si además de marcarlo el defensor lo marca la falta de espacio… Hoy este River sin sentido colectivo pelea el campeonato por el peso de las individualidades que el DT desprecia. El esfuerzo no se negocia, la naturaleza del jugador tampoco debería negociarse, porque si se negocia se pierde esfuerzo…
Orden defensivo y anarquía ofensiva. Insisto con eso desde que asumió Simeone. Con eso y con respetar la naturaleza del jugador. Con eso y con que el esquema que sea, y con la cantidad de delanteros o defensores que amerite, sea elástico. Este equipo robótico ya le gritó dentro del campo a Simeone que no se lleva bien ofensivamente cuando juegan Falcao y Abreu. Y van casi 30 partidos y 180 días de laburo. Las únicas veces que jugar bien (lo más importante) y jugar lindo (un slogan que depende de las características de los jugadores) aparecieron por separado o amagaron con juntarse fueron contra Vélez el PT y contra Gimnasia el segundo y un par de lapsos en otro par de encuentros. En todos esos momentos se jugó con un solo 9. Pero el actual entrenador, al que el hincha respalda por carisma pero sin argumentos futboleros, dándole la palmada en la espalda por padecer a esta dirigencia (dirigencia penosa y corrupta pero que no decide esquema, jugadores y cambios) y creyendo que absolutamente TODO el periodismo y TODOS los árbitros conspiran contra él, mantiene a rajatablas el esquema por encima de las características de los jugadores y se cree, desgarrándose la garganta, que su voz debe tener incidencia en cada movimiento del equipo. Y cuando digo cada uno es cada uno, laterales en mitad de cancha, pases de 23 centímetros, etc. Fijense que de visitantes hacen siempre lo mismo en los laterales de mitad de cancha, el que saca le da la pelota al 5 y el 5 la revolea y todos a cargar el rebote. De no creer, encima de esa manera contra Independiente le crearon 2 situaciones de gol en el ST. Qúe culpa tiene Ferrari si el técnico decide que su capacidad depende de la altura del rival. Qué culpa tiene Nico Sánchez si desde que volvió de la lesión jugó de segundo central y stopper por izquierda pero nunca de primer marcador central. Qué culpa tendrá Nasuti el día que le toque jugar cuando juegan todos menos él. Que culpa tendrá Ponzio de alternar buenas con malas si el técnico está enamorado de su polifuncionalidad. Qué culpa tendrá Abelairas si un día la pelota parada funciona mal y queda expuesto con todas sus limitaciones en otros aspectos del juego. Qué culpa tiene Augusto si juega de todo menos de 8. Qué culpa tiene Abreu de que lo quieran usar de pivote por su físico cuando siempre se destacó por jugar de perfil al arco y no de espaldas. Qué culpa tiene Falcao de tropezar con la pelota porque a un iluminado se le ocurre que es “trienganche”. Qué culpa tiene Alexis de jugar a 50 metros del arco y que el técnico pretenda decidir cada intervención suya condicionando su gambeta. Qué culpa tendrá un juvenil el día de mañana si jamás se fijó en las divisiones inferiores. Qué culpa tienen los pizarrones si están frente al peor diseñador de pelotas paradas en contra de los últimos años. Qué culpa tienen los hinchas de que no haya plan B y no se sepan manejar los tiempos de un partido. Qué culpa tiene Carrizo de contagiarse de todo si de no ser por sus primeras 10 fechas River estaría sexto. Desde la época de Estudiantes se le destaca a Simeone su capacidad para cambiar en los partidos. Algunos nos preguntábamos si esa supuesta capacidad de ir al frente no se asociaba a una necesidad y escondía un defecto en el planteo original de los cotejos. Creo que ese interrogante hoy está más que aclarado. Qué respeto puede tener un indisciplinado como Ortega si el entrenador es el mismo que hace producciones para Caras en el peor momento del equipo o se escapa de una concentración (antes del partido contra San Martín de Porres de local) para ir a un desfile de Ricky Sarkany. Qué culpa tienen los hinchas de la política de refuerzos: Cabral y Merlo (Locarno con la venia de Simeone), Archubi (no juega) y Abreu. Todos consensuados entre DT y CD.
También digo que culpa tendrá Simeone de la falta de inteligencia de sus jugadores. Que quede claro. Decir que el Cholo es un desastre en todo es absurdo, sólo que hay técnicos para ciertos clubes y ciertos jugadores. Al menos en este semestre el Cholo me demostró no ser técnico para estos jugadores, ojalá lo sea en el próximo semestre para River. Por eso no pido su renuncia, aún cuando le veo rasgos genéricos más negativos que positivos.
Pero paremos la mano gente. Apostemos por la argumentación y el equilibrio y entendamos que en un campeonato corto y mediocre ayuda mucho la suerte. Suerte que ayudó al Racing de Merlo, al San Lorenzo de Ramón, al River de Pellegrini y al mismo Estudiantes del Cholo (gran equipo, pero tengamos en cuenta que de no ser por La Volpe el campeonato estaba terminado). Justifiquemos al Cholo con argumentos. Digamos que pese a lo que dice el periodismo tiene cierto concepto defensivo, que potenció a Villagra, que tiene un poco más de autocrítica que su antecesor, pero no nos amparemos para elogiarlo en factores que exceden el fútbol. De visitante le cuesta demasiado, esos partidos difíciles los gana en un porcentaje muy bajo, etc. River no cambio demasiado del del año pasado. Tampoco es obligatorio pedirle un título. River puede ser campeón por un par de jugadores que exceden a los caprichos de un DT. Y será un campeón inmerecido y de pronto olvido. Pero bueno, ser campeón, aún así, es un mérito.
Antes el hincha ayudaba a hacer grande a la institución, hoy pertenece a la religión del resultado y en River se convirtió en una secta fanática. Esa postura es respetable. Pero es como la métafora de aquellos que van a buscar el puntito, el empate, que no es otra cosa que la utopía de los pobres. Y creer que aún en este momento y en este contexto River es pobre, es una opinión pobre. Pobre de argumentos.
Me despido con lo siguiente: Muchos dicen que la copa se gana con huevo, pero Boca la gana jugando a bien y por momentos lindo. Y si sus arqueros son figuras es porque es normal que un equipo que crea 10 situaciones por partido también se las ocasionen. Pero paremos de comentar estilos pasados. En Boca juegan Riquelme, Palacio, Dátolo, Ledesma, Morel, todos tipos de buen pie. Ya no juegan Giunta, Cabañas, Bermúdez, etc. Y los otros equipos, al menos Fluminense y Liga, mantienen ese patrón.
River llegó a esta sequía por un conglomerado de factores que tiene como principal responsable a José María Aguilar y porque no existió nunca cohesión entre técnicos y jugadores. El último que ganó un título fue Astrada, cuando al Negro, con dos semis de copa incluidas y el tuzzio-ameli gate en el medio, le cambiaron esas características de jugadores, fracasó. Después llegó Merlo, y todos, plantel incluido, no querían jugar como quería Merlo. Luego llegó un tipo negado por gran parte de la hinchada que desperdició gran cantidad de jugadores en nombre de plantear cada partido de manera diferente y de vivir atrasado 10 años. Y digo plantear todo el partido de manera diferente, no de plantear cosas diferentes. Esto también le pasa a Simeone, que teniendo tanto de mitad de cancha para adelante lo desperdicia. El dijo el otro día en tyc sports que piensa en el rival para lastimarlo, les recomiendo escuchar esa nota en indirecto, todos los argumentos que dio eran indicaciones defensivas para sus delanteros…
En síntesis, cuando River tuvo barro quiso que lo administre un joyero. Cuando River tenía barro mezclado con joyitas, quiso que lo administrara un obrero. Y cuando River tiene naturaleza pretende que lo administre un experto en tecnología.
Es todo cuestión de equilibrio. Dirigentes, jugadores y cuerpos técnicos tienen responsabilidad. Ponerse a pensar en responsables exclusivos no hará otra cosa que mentirse. Es como decir que conocemos la historia del Martín Fierro porque leímos la el prólogo y la contratapa. Entonces cuando nos piden un análisis la palabra que más repetimos es: ehhhhhh.
Abrazo y hasta alguna vez. PD: Federo, perdoná la extensión, jaja.