Nota de PlayFutbol que resume basicamente lo que pensamos muchos…
Un triunfo no tapa que Almeyda -como se viene editorializando- esté en alerta roja. Tres puntos no esconden que como técnico le falte, por más que haya agarrado el hundimiento del Titanic. Siempre Ríos entra por Aguirre y del 4-4-2 se pasa al 4-3-1-2. La única orden durante los partidos que llega desde el banco es que Sánchez y Ocampos cambien de carril. River genera casi 20 pelotas paradas por partido entre córners y tiros libres, y no provoca situaciones de peligro. Por ahora está donde está por el peso de los apellidos del plantel. Igualmente el DT tiene el crédito abierto
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Esta vez el palo derecho jugó a favor de River -a Andrés Ríos en el otro arco le ahogó el grito frente a Rosario Central sobre la hora- porque si entraba la de ese mano a mano de Patronato (para variar la defensa muy mal parada y metros y metros a espaldas de Abecasis) podía explotar el “Monumental” y sumarle más nervios a los jugadores que ya habían salido a jugar el segundo tiempo atados.
Los primeros 15 minutos del primer tiempo fueron impecables contra un equipo que pareció amateur. Luego River se fue apagando, pero lo del segundo fue calamitoso. Hizo recordar por momentos a la falta de ideas del River de Jota Jota, con líneas separadas y con el “Chori” y Cavenaghi tratando de pegarle de donde sea.
El gol del uruguayo Sánchez vino como tenía que llegar: por un error -o varios- del rival. Está claro que River mereció ganar. Pero está claro que la situación del equipo es más que preocupante. Con un plantel de primer nivel, con jugadores que hacen una gran diferencia, no ajusta entre líneas, no aprovecha las pelotas paradas, los goles que le convierten son errores propios, no garantiza resultados, no brilla por su estética, no tiene variantes tácticas, no muestra resultados en relación a lo que se trabaja en la semana que realmente es mucho, no materializa en puntos el esfuerzo de sus jugadores y cuerpo técnico. Si todo eso sucede, es porque hay algo que falla y es o son la cabeza, o las cabezas.
Primero de todo está Daniel Passarella a quien le ha gustado siempre aparecer como Batman, Superman y Spiderman. El “Kaiser” quiere ser el único súper héroe. Por eso como DT se puso siempre delante de sus jugadores y como presidente buscó estar siempre delante de todo. Acaso por eso dejó a Jota Jota y trajo a Bordagaray para el Clausura luego de la gran campaña del Apertura. Nada para él hacía pensar que River podía descender. ¿Y quién hubiera sido el héroe si se salvaba en medio de la austeridad? Daniel.
Ahora agarró a un hijo de la casa, al capitán del equipo que descendió y le dio el fierro caliente. Y se le mete como se les metió a Astrada, Cappa y Jota Jota. Pero en esto Almeyda es algo más firme. Un poquito, nada más. Pero en caso de ascender, para Passarella será el propio Passarella quien eligió al entrenador.
Mientras tanto, River se va de vacaciones para tratar de olvidar el peor año de su historia en el segundo puesto de la Primera B Nacional seguido de varios. Está claro que no puede tropezar. Si sigue cometiendo los errores de las últimas cinco o seis fechas la caída es posible. Por la historia, riquísima ella, los festejos frente a Patronato parecieron más que excesivos.
Por todo lo que River significa, ojalá que estos días le vengan bien a Almeyda en este curso acelerado que está haciendo para darse cuenta de los errores que está cometiendo y devuelva a River a su lugar de elite. Si jugando mal está segundo, el día que juegue bien la Primera División recibirá a River Plate tu Grato Nombre con los brazos abiertos. Es que nunca debió haberse ido… La historia juzgará a los culpables.