Se come bien, mucha variedad de pizzas. pero las mozas no te dejan masticar el primer bocado que ya vienen con la otra bandejita. Y como sos un muerto de hambre que no quiere dejar pasar ni un sólo sabor, emitís sonidos guturales mientras masticás una de pollo para hacerle entender a la camarera que te deje una porción de jamón y palmitos, obviamente escupiendo pedacitos sobre el plato de tu novia que te mira con cara de “si sos así a los 33 años no me quiero imaginar cuando tengas 60”.
Obviamente no hablo de una experiencia propia. Es algo que le pasó a un conocido…:oops: