Carta Abierta

Ayer estuvieron en P+P- dos de carta abierta y dos de plataforma 2012. Bastante presentables todos, por cierto.

Fundamentalmente por sus declaraciones sobre el sindicalismo, pero también por la ratificación de varios funcionarios muy poco progresistas en puestos clave. Entiendo cómo funciona la política y las necesidades de seguir utilizando al aparato pejotista, pero que habiendo pasado 8 años y con la aplastante victoria en las elecciones, el bacalao lo sigan cortando tipos como Scioli, Aníbal Fernández, Pichetto, Alak, hasta incluso Boudou, me generan muchísima desconfianza. Me hubiese gustado empezar a ver más caras nuevas y con un origen distinto (se me ocurren tipos como Sabatella). Algo de eso se dió, con Mariotto, por ejemplo. Pero me parece muy poco.

Me gusta que haya criticas hacia adentro asi que celebro lo de carta abierta, no creo como lei por ahi que lo hagan por que le cortaron sus sueldos privilegiados, esto va mas por el lado de la construccion y todo suma, todos los que adherimos a este modelo quedamos un poco dudando sobre la ley antiterrorista, creo que no hubo debate y nadie la explico demasiado bien a que apunta ese proyecto. Con respecto a las tensiones, Gobierno - CGT - PJ - ORGANIZACIONES creo que esta mas dada por lo que se juega en el 2015 y meterle presion a cristina para que decida con que carta va a jugar, es todo cuestion de tiempo para saber que es lo que va a pasar…

Por [b]Jorge Altamira[/b]

Parafraseando a un filósofo francés, el doble discurso es el más común de los discursos. La palabra sola no puede reconciliar la separación objetiva entre el sujeto y el objeto, y la no identidad entre el pensamiento y la realidad que este pensamiento busca aprehender. Esto sólo puede hacerlo la práctica social, la unión de la teoría con la acción. La verdad de cualquier proposición, ha dicho un crítico de la filosofía, debe ser determinada por la práctica. El resto es especulación.
No es casual, entonces, que incurra en esa duplicidad la asociación de intelectuales del oficialismo que, en 2008, se propuso una reapropiación del lenguaje en oposición a la corporación mediática a la que hasta entonces el Gobierno había apoyado bajo el eufemismo del incentivo a las industrias culturales. No hay nada de malo en ser un oligarca, decía una declaración de ese agrupamiento en oportunidad del conflicto por las retenciones a la soja, lo cuestionable es que no se lo nomine como tal. Esta afirmación unívoca tipifica al discurso doble, porque le da carta de ciudadanía a la oligarquía que dice criticar; canjea la descalificación social por un reconocimiento de sus derechos adquiridos.
En su undécimo documento, Carta Abierta denuncia la expansión sojera bajo el período actual del Gobierno como una remake de la Conquista del Desierto, pero la abstrae de la política oficial, que ha reforzado el avance de los monopolios agrarios. La carta destaca el nivel récord de ganancias empresarias, pero niega con énfasis que la Argentina se encuentre gobernada por las corporaciones capitalistas. La militancia es reivindicada como concepto o postura, en forma discursiva, no por las transformaciones sociales que toda militancia real comporta. El pensamiento que se reproduce por sí mismo, sin la mediación de la experiencia social, puede acabar en el delirio; lo demuestra nuevamente ese grupo cuando perora sobre el paradigma de la igualdad en tiempos de derrumbe capitalista y ajustes nacionales y populares.
Carta Abierta ha llegado a señalar injusticias sociales con más obstinación que cualquiera de sus críticos, pero se escuda en que lo hace desde el campo nacional y popular. Este recurso le sirve para asegurar que opera desde el único lugar en que esas afrentas pueden ser superadas, y acusa a sus detractores de hacerlo desde espacios que buscan perpetuarlas. Adjudica al espacio nacional y popular una plasticidad que no tiene continente, que oscila desde decretar el aniquilamiento de sus enemigos, adoptar el gorilismo neoliberal en la década del 90 o renacer como ave fénix siempre con el mismo personal.
En todo esto no hay nada nuevo. Esta plasticidad ha sido predicada por los movimientos policlasistas desde el principio de los tiempos. Pero esos movimientos, incluso los más amorfos, tienen una estructura y una estratificación. No tiene el mismo poder el jefe o la jefa, en especial cuando puede gobernar por decreto, que el desocupado de La Matanza; el gobernador que los campesinos Qom; los burócratas sindicales, con sus patotas y el apoyo del Estado, que las bases obreras. Tampoco ocupan el mismo lugar, en esa jerarquía, el capitalista que el obrero de la industria, los pools de siembra que los campesinos que son despojados de sus tierras, o los gobernadores de provincias y los bosques de esas provincias. En los momentos decisivos, deciden los primeros y pagan las consecuencias los segundos. No es casual que, en estas condiciones, el gobierno inaugurado en 2003 haya evolucionado hacia un forzado régimen de arbitraje personal, luego de haber intentado formar un conglomerado de centroizquierda, primero; una coalición plural más tarde, y un revival del peronismo después, para, al final, anunciar el alumbramiento de una nueva criatura.
Se desprende de todo esto la inutilidad de la crítica que toma como su objeto el discurso y no los intereses sociales y los métodos de dominación que defiende ese discurso. Esa duplicidad enmascara contradicciones reales insalvables. Es precisamente esto, sin embargo, lo que hace un agrupamiento reciente, Plataforma 2012, que confronta al embellecido discurso de la intelectualidad oficial con una enumeración limitada de las lacras sociales reales del oficialismo, pero no expone los intereses sociales y las contradicciones que las explican. Asimismo, al omitir las lacras de la llamada oposición, funciona como el doble discurso de ésta. No denuncia que la racionalidad que reclama esa oposición se resume en bajar los derechos de exportación, reanudar el endeudamiento internacional y congelar los salarios en nombre del combate a la inflación, o sea que es una (ir)racionalidad capitalista a igual título que la oficial.
En síntesis, señalar que la realidad no coincide con el relato oficial no modifica la realidad, sólo opone un relato a otro relato. Plataforma 2012 se encuentra advertida de que el modelo oficial está en crisis y de que la Argentina asiste a una reconfiguración política general. Su pronunciamiento, sin embargo, hace abstracción de esta crisis y de estos realineamientos, o sea que opera en el limbo o en el vacío. Ese sello oportunista puede servir a cualquier operación política y reserva para el nuevo bloque la fugacidad.
En el discurso (doble) de ambos campos, se encuentra ausente la categoría histórica por excelencia de la actualidad: la bancarrota del capitalismo y su correlato nacional, el ajuste. Pensar la historia presente haciendo abstracción de esta categoría es un fraude ideológico.
Esta bancarrota está arrasando con todas las estructuras sociales y políticas, y provoca una ola de movilizaciones populares en el mundo. La lucha contra el ajuste, que no es otra cosa que la versión local de los planes que los bancos imponen, plantea objetivamente un cuestionamiento del régimen social presente. La realidad de la crisis capitalista no reclama otro discurso ni un enésimo relato, sino un programa de acción. Ha sido éste el punto de partida de otro agrupamiento, formado a principios del año pasado, la Asamblea de Intelectuales, Docentes y Artistas de apoyo al Frente de Izquierda, que une las ideas y las palabras a la acción.

La crítica inútil del doble discurso - 30.01.2012 - lanacion.com

Altamira hablando desde diario más derechoso que tiene el país? Que grosso, me gusta, de a poco se esta alienando al sistema, en cualquier momento se alia al Mauri :lol:

Sabía que iba salir algun boludito a decir algo al respecto, en vez de hablar sobre la nota…
Lee la nota y fijate como defiende Altamira a “la derecha”. Fijate…

Lo de boludito estuvo de más estupido, nunca te falte el respeto asi que baja un cambio.

Debatime la nota en vez de chicanear con boludeces y te voy a respetar…

Si yo quiero digo que Altamira se pone botox y es un flor de pelotudo, a vos el respeto no le estoy faltando. Asi que respetame y punto, si no con las dos millones de pelotudeces que pones vos, sos una invitación a putearte.

Encima me pones una nota de doble discurso, si queres te cito los mensajes “chicaneros” tuyos que hay varios eh, aunque más que chicaneros parecen salidos de un bot obrero.

Deci lo que quieras, pero debatime y argumentame todo lo que decis. Dale…