“A la Selección le di más triunfos que derrotas”
Tevez deja caer sus piernas sobre la pileta climatizada del hotel Radisson. Está apagado. Como todos sus compañeros. Por eso, aunque no hay intrusos, apenas se escuchan las voces de los cinco jugadores que esperan en el agua antes de tomarse el avión a Europa (los otros son Messi, Gago, Demichelis y Milito). Carlitos se sabe la nota del día, quien debe explicar la expulsión que cambió el partido contra Colombia. Pero duda entre hablar o no: tiene temor de tirar una frase inconveniente por la bronca que lo persigue. Cuesta convencerlo. Hasta que por fin da el sí y habla. Hay un grabador delante suyo, pero ningún cassette…
-¿Estás triste o enojado?
-Un poco triste, por el resultado (1-2) y por haber dejado a mis compañeros con diez, pero bueno… Me tiene que servir de experiencia. Debo saber que estoy en la Selección y no me puedo equivocar en lo más mínimo. Aunque estoy tranquilo porque sé bien lo que hice, no fue para roja.
-¿Bustos tribuneó? Dijo que te hizo entrar.
-No, qué entrar (dice rápido). Si yo ni sé quién es.
-¿Qué pasó?
-El puede decir miles de cosas, pero en la tele se ve un choque normal. No me estaba sacando del partido. No me había hablado y yo no estaba caliente. Se dio todo muy rápido… Por eso me dolió que mis compañeros tuvieran que correr el doble en la altura. Yo reconozco que me equivoqué, pero me da más fuerza saber que todos los muchachos me respaldan.
-¿Les ofreciste disculpas o ni siquiera hizo falta?
-No, ellos sólo me preguntaron qué había pasado, porque no vieron nada. Y como no le discutí al árbitro pensaban que le había pegado una piña. Pero qué le voy a decir al juez, no me voy a poner a llorar ahí. Ya estaba afuera.
-¿Te sentís el responsable de la derrota?
-No, no. La Selección jugó muy bien los últimos 15 minutos del primer tiempo. Yo no me siento el responsable, le puede pasar a cualquiera (reafirma la idea). Si digo que me siento responsable mañana sale en los diarios que soy el único culpable. Sé que me equivoqué, listo.
-¿Basile te dijo algo? Declaró que en la altura es el único lugar donde no podés quedar con diez.
-Sí, lo sé. Y más conociendo al Coco, que todo el tiempo pide que no nos quedemos con diez, que 11 contra 11 es difícil que nos ganen. Pero ya te dije: no fue mi intención. Me tenía que pasar y me pasó. No sé, fue un segundo, porque no estaba caliente para pegar un codazo o una patada. Fue casi un acto reflejo: lo miré al tipo, le metí el cuerpo, cayó, dio como trescientas vueltas, lo vio el línea y a la mierda.
-En la previa habías dicho que no estabas cómodo. ¿Eso te presionó un poco?
-Nooo, si estaba bien, rápido. Además, yo pienso que no le tengo que demostrar nada a nadie. A la Selección le di más triunfos que derrotas. Por eso me siento tranquilo. El que me conoce bien sabe que doy todo por la Selección. Y que si hago algo mal soy el primero en arrepentirme. Sé que esta situación la voy a revertir. En los últimos partidos no rendí como quiero. Pero no es cuestión del Coco ni de mis compañeros, sino mía.
-¿Por qué no rendís?
-No hay una explicación. Pero la voy a dar vuelta, seguro, porque en mi vida di vuelta varias. Si sos el 9 de la Selección tenés que meterla. Y yo jugué cuatro partidos con cero gol.
-¿Pasa por jugar de 9 o por cómo se arma el equipo? En Manchester vas de punta pero con Rooney adentro.
-Es muy distinto jugar en Manchester que en la Selección. Allá el medio es muy rápido, acá hay más pausa. Yo juego en una función tipo la de Román y en la Selección voy de 9, como en Boca con Bianchi. En mi club te pasan el 4, el 8, acá a veces pasa Ibarra. Además hay menos espacio a nivel selecciones.
-¿Te es más fácil allá?
-Sí, se me hace mucho más fácil en Manchester que en la Selección. Y es algo que se puede hablar con el Coco. Pero el tema es que yo tengo que cambiar de puesto de semana a semana. Y en la Selección la tenés que meter siempre. En Manchester, en cambio, jugás martes y sábado. Hay más chances.
-Encima Messi no es el clásico punta asistidor.
-Sí, todo lleva su tiempo. Pero lo bueno es que la Selección está bien. El martes, 11 contra 11, el partido terminaba 4 a 0. Seguro. Se veía muy fácil. Ellos quieren agrandar el triunfo porque saben qué es Argentina. Se vio cuando llegamos acá: yo sé que nos tienen miedo. Lo ven ustedes, todos. Pero bueno, ganaron. Así es el fútbol.
-El camino al Mundial igual no se complica.
-No, falta mucho. La Selección tiene equipo. Por eso no me puedo bajonear o decir que perdieron por mi culpa. Ahora espero que me den una fecha así en junio estoy con Brasil.
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-¿La buena es que tu amigo Riquelme vuelve a Boca?
-Claro, me pone muy contento ver feliz a un amigo, y más que juegue en el club del que soy fanático. [/b]
-Una vez dijiste que querías volver a Boca a los 28 años. Va a pasar más tiempo, ¿no?
-No, para nada. Yo a los 28 quiero estar en Boca.
-¿En serio? Mirá que la gente se va a ilusionar.
-Yo tengo un año más de contrato en el Manchester. Podría renovar por cuatro más y vuelvo. Sí, ya tengo la cuenta estudiada, ja.
-La idea es volver bien.
-Sí, tenés que volver a pleno, no hecho un gordo. Imaginate que si no te podés mover te cagan a puteadas. Y todo lo que hiciste antes se viene abajo. Yo tengo ese pensamiento. Si vuelvo, es para romperla.
-Sólo les faltaría Bianchi. ¿El te provocaba para que jugaras mejor? Es famosa la frase “¿de qué juega Tevez?”.
Triste lo de este muchacho, y mas triste lo de Olé que da por hecho que Román vuelve a Boca.