Supongo que varios escucharon ayer en La Red que el presidente de Banfield, Carlos Portell, estaba a punto de renunciar y bla bla bla. La realidad es que a éste señor lo insultaron de arriba a abajo en la fiesta de Banfield y ya no sabe como lavar su imagen. El rechazo de la gente no radica solamente en que no pudo retener a Silva aunque haya vendido a quichicientos jugadores en los últimos años, sino porque permitió que la barra conocida como Villa Niza se instalara en el club, regara el miedo y colaborara para que gane las últimas elecciones por apenas 24 votos, y por una serie de hechos que se detallan en la nota que posteo a continuación (y eso que no se volcó toda la info que se tenía). Por si fuera poco, después de esa nota hubo amenazas.
Como estoy podrido de ciertos personajes del fútbol argentino, les sugiero que no se coman esta operación de prensa montada por algunos “periodistas”.
PD: La vuelta de Falcioni la gestionó la oposición, ya que Portell se negaba a toda costa y quería a Gamboa, entre otros. Si Falcioni se prendió en la ensalada, luego de decir que le iba a mandar cartas documento a Portell, de que la única manera que volvía a Banfield era sin Don Carlos, etc, el cambalache está completo.
Portell, la cara de Banfield que no se ve en la cancha
Juan Pablo Varsky
Para LA NACION
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Lunes 25 de setiembre de 2006 | [b]Publicado en edición impresa[/b]
Carlos Portell tiene toda la autoridad. Presidente desde 1998, sólo en 2005 debió revalidar credenciales en las urnas. Una alianza con sus ex rivales, llamada Acuerdo Banfileño para el Crecimiento (ABC), le permitió saltearse los comicios de 2000 y 2002. El 1° de octubre del año pasado, ganó la votación con el 69,5%, cifra bastante inferior a la esperada. Una semana antes, había dejado una frase antológica en el diario Inforregión : “Es una lástima que el club deba perder tiempo en elecciones…”.
Hoy, el equipo es noticia por su primer triunfo en la temporada. Le ganó por 3 a 1 a Godoy Cruz, y su entrenador Gato Leeb sigue con vida. Los futbolistas respaldaron a su DT con un gran esfuerzo en Mendoza. Leeb asegura que Portell ya le pidió la renuncia. El presidente, que no quiere asumir el costo del despido, dice en público que lo apoyará hasta el final mientras que en privado lo invita a retirarse por la puerta de atrás.
Más allá de la primera victoria, los recientes resultados le han quitado el maquillaje al club y empiezan a vérsele los granos de la cara. La administración de Portell acredita un solo balance con saldo positivo: el de la temporada 2001-2002. Los seis restantes llevan signo negativo delante del número en cuestión. El último ejercicio, correspondiente a la temporada 2004-2005, dejó un rojo de 3.670.004 pesos y se consideró cuatro meses más tarde de lo que marca el estatuto. “Problemas de impresión”, dijo el tesorero Alvarez.
Recordemos que Banfield todavía está en convocatoria y, según la ley de quiebras, cualquier acreedor puede solicitarla si existe deuda post concurso. Ultimamente, han pasado cosas extrañas en el Taladro. En junio de 2004, le vendió a Boca el 50% del pase de Bilos en 200.000 dólares. No se rían porque ésa es la cifra que figura en los libros contables de la institución. Portell tampoco pudo sonreír. El ex representante del jugador, José Punteri, le inició un juicio por estafas. En marzo de 2000, le había cedido al club el 100% de los derechos económicos a cambio del 25% de una futura transferencia, no reconocido en su momento. En agosto de 2006, la Justicia lo sobreseyó con un malabarismo. “La semiplena prueba debe cargarse con el Club Atlético Banfield y no contra personas físicas…” Antes de disputar la Copa Libertadores 2005, el arquero Mariano Barbosa fue vendido a un grupo empresarial en 700.000 dólares. Un mes después, el mismo grupo lo transfirió a Villarreal en dos millones de euros y empezó a pagarle al club después de cerrar el trato con el equipo español, sin inversión mediante. Jorge Cervera fue comprado por Querétaro en 750.000 dólares. Pero el club mexicano quebró y sólo pagó la primera de las diez cuotas. No importa. En el Balance 2003-2004, aparece como ingresado el total del pase. Aun así, el ejercicio terminó con déficit.
Pequeño detalle: Carlos Portell es el tesorero de la AFA. ¿Ustedes le confiarían la contabilidad de una empresa a un gerente que tiene seis de sus últimos siete ejercicios en rojo? Sigan participando. La firma Nanque provee la ropa del club desde 1998. La empresa presentó quiebra en el país y se instaló en Uruguay. Según los registros del Banco Provincia, es deudor irrecuperable. Fila, Kappa, Topper y Signia se interesaron en vestir a Banfield, pero jamás hubo licitación. No hay registros contables de esta relación comercial. Hasta el año pasado, las divisiones juveniles jugaban con camisetas tan viejas que tenían la publicidad de ¡América TV! ¿Saben cómo se llama el capo de Nanque? Miguel Portell. Es el hermano del presidente y vocal titular del club La última perla del collar es la remodelación del sector de plateas, a cargo (sin licitación) de la compañía Astori, hoy orgullosa de su fenomenal Parque Roca que demandó 86 días de obra y le costó al gobierno de la ciudad 11.500.000 de pesos.
No pasará lo mismo con el Florencio Solá. El trabajo sólo estará terminado para fines de 2007, y el costo final se aproximará a los diez millones. Sin duda, serán los asientos más caros del mundo. Vendió un equipo entero por casi 13 millones de dólares en las últimas dos temporadas: Barbosa-Civelli, Paletta, Giménez-Cervera, Leiva, San Martín, Dátolo-Armenteros-Palacio, Bilos. Sin embargo, los números no le cierran y los buenos resultados del equipo ya no sirven de máscara para tapar el rostro del club. Socios e hinchas le hacen preguntas incómodas. Por ahora, Carlos Portell no se molesta: todavía tiene toda la autoridad.
jpvarsky@lanacion.com.ar
Colaboró con Juan Pablo Varsky en la investigación Matías Muzio.
Abrazos y gracias por la lectura.