Diego Buonanotte trabajó con pelota, por primera vez desde su accidente, y se fue feliz.
La situación de River preocupa a todos. No hay excepciones. Sin embargo, en su caso, la sonrisa con que abandonó el predio de Ezeiza estaba más que justificada. Y nadie se animaría a cuestionarla. Es que ayer, por primera vez desde el accidente automovilístico que lo alejó de las canchas, Diego Buonanotte volvió a tener contacto con la pelota. Y ya esa noticia, entre tantas pálidas, da para sonreír un rato largo.
Si la madrugada del 26 de diciembre marcó su vida, la mañana de ayer, salvando las distancias, también fue un día significativo para el Enano. Porque a la rutina de gimnasio y trotes les sumó trabajos con pelota. Nada demasiado exigente. Pero sí lo suficientemente concreto como para advertir que su zurda sigue tratando con cariño a la redonda y que la fractura del húmero y la clavícula derecha no le dejaron secuelas en sus movimientos. Fueron unos 30 minutos en los que el de Teodelina no disminuyó el ritmo en ningún momento y se esforzó por cumplir las indicaciones que le iba dando Fabio Alvarez, el kinesiólogo del plantel.
La evolución de Buonanotte, de todas formas, no altera los plazos para su regreso. Se sabe, y lo repiten en todo Núñez, que recién volvería a ponerse la camiseta en el próximo Apertura. Y en eso mucho tiene que ver que además de la recuperación física, será fundamental evaluar el estado psicológico del zurdo, quien en aquel trágico choque perdió a los tres amigos que lo acompañaban. Un recuerdo doloroso. Al que los hinchas de River, nostálgicos y desesperados por verlo otra vez en el campo de juego, quieren ponerle fecha de vencimiento ya mismo.
Diego Buonanotte trabajó con pelota, por primera vez desde su accidente, y se fue feliz.
La situación de River preocupa a todos. No hay excepciones. Sin embargo, en su caso, la sonrisa con que abandonó el predio de Ezeiza estaba más que justificada. Y nadie se animaría a cuestionarla. Es que ayer, por primera vez desde el accidente automovilístico que lo alejó de las canchas, Diego Buonanotte volvió a tener contacto con la pelota. Y ya esa noticia, entre tantas pálidas, da para sonreír un rato largo.
Si la madrugada del 26 de diciembre marcó su vida, la mañana de ayer, salvando las distancias, también fue un día significativo para el Enano. Porque a la rutina de gimnasio y trotes les sumó trabajos con pelota. Nada demasiado exigente. Pero sí lo suficientemente concreto como para advertir que su zurda sigue tratando con cariño a la redonda y que la fractura del húmero y la clavícula derecha no le dejaron secuelas en sus movimientos. Fueron unos 30 minutos en los que el de Teodelina no disminuyó el ritmo en ningún momento y se esforzó por cumplir las indicaciones que le iba dando Fabio Alvarez, el kinesiólogo del plantel.
La evolución de Buonanotte, de todas formas, no altera los plazos para su regreso. Se sabe, y lo repiten en todo Núñez, que recién volvería a ponerse la camiseta en el próximo Apertura. Y en eso mucho tiene que ver que además de la recuperación física, será fundamental evaluar el estado psicológico del zurdo, quien en aquel trágico choque perdió a los tres amigos que lo acompañaban. Un recuerdo doloroso. Al que los hinchas de River, nostálgicos y desesperados por verlo otra vez en el campo de juego, quieren ponerle fecha de vencimiento ya mismo.
Paso a paso. Además de estar completamente fuera de training, tampoco es positivo someter a una persona de un día para otro a un estado de presión máxima, más aún considerando lo acontencido y el contexto en el que se sitúa River.
Me parece perfecto que poco a poco vaya retomando sus laborales habituales, así como también que vuelva de forma paulatina y progresiva a recuperar la actividad física y futbolística que precisa para poder estar nuevamente a un cien porciento. El próximo semestre lo vamos a necesitar.
No va a llegar pero Passarella va a salir a decir: “Si toca la pelota, ya esta para entrar en la cancha, yo tenia razón, yo gane, soy un winner de aquellos, yo metí el gol para clasificar a la Seleccion, vamo vamo vamoo”
es una buena noticia. pero no esperen que cuando vuelva sea el mismo que era antes del accidente. al menos no imendiatamente. necesita tiempo. lo que le paso fue muy grave y la recuperacion debe llevar tiempo. creo que el mejor Buonanotte no se va aver hasta bien entrado el 2011
Pensar que Passarella dijo que en 45 días estaba para jugar… Otro claro ejemplo de subestimación de la situación. Aún cuando Buonanotte hubiera podido jugar las últimas fechas, era indispensable pedir el cupo.
PD: Me alegro por el pibe. Ojalá que vuelva a disfrutar. El rendimiento, después de lo que le tocó vivir, pasa a ser secundario.