Brillante: "nota sobre el 2do semestre de River 2012

De la gente amiga de La Redó!:

El año 2012 de River: segunda parteLuego del repaso inicial del año de la baaaaaanda, es turno de recordar los highlights del segundo semestre en el club de Núñez. Ja, highlights (?).

A pesar de tantas profecías sobre apocalipsis varios, 2012 finalmente fue un año de renacimientos. Bueh. Digamos que el Millonario cerró otro año difícil aunque esta vez enmantando en un pequeño hálito de esperanza, a esta altura es algo de lo cual agarrarse. Pero la cosa pintaba mal. Con Matías Almeyda confirmado, la cadena de desaciertos se extendería sin parar a lo largo de todo el Torneo Inicial y recién culminaría con la renuncia del León Triste de Azul poco antes de finalizar el campeonato. La llegada del Pelado Díaz entonces, fue aquello que disparó cierta calma en el intenso clima riverplatense. Ramón, pedido por unanimidad y aclamación por todos los sectores, en dos palabras viró el timón de ese barco depresivo (?) y enfiló la nave hacia horizontes más conocidos por los riverplatenses.
Pero antes pasaron cosas. Alejados ya el Chori Domínguez y el Gordo Cavenaghi, Almeyda finalmente encontró el equipo rápido que buscaba (?). Si bien es cierto que la convivencia con estos muchachos que vinieron a dar una mano con el equipo en la segunda división era difícil, su salida fue confusa, poco clara y con cierto grado de ingratitud. No es privativa de El León Triste de Azul esta decisión, está claro, Daniel Passarella aporta toda su profusa incapacidad cuando se trata de combinar sentido común con deporte. Pero bien, los limpiaron, error importante visto con el tiempo, sobre todo con Domínguez quien, con todas sus idas y vueltas, en un fútbol argentino como el de hoy marca la diferencia aún poniendose a llorar en medio de un partido (?).
Luego de que se anunciara que venían a reforzar el plantel Neymar, Messi y Zlatan, a River llegaron Barovero, Mercado y Bottinelli. Digamos igual que River necesitaba un arquero a como dé lugar, de manera increíble Vega fue sostenido por Almeyda dado que Carlos Roa, el muchacho que, como alguien muy bien aportó, le dijo no al Manchester United por ser mormón (?), consideraba que el bueno del Indio estaba a la altura del arco de River. Ah, también llegó Ariel Rojas, quien nos recordó a lo largo del año que el espíritu de Abelairas no se fue del Monumental, el Tate Lescano, quien sabe qué será de la vida de ese muchacho, Carlos Lunaque vino derechito de Cuestión de Peso y Rodrigo Mora que cayó sobre el filo. A ello hay que sumarle los regresos de Manuel Lanzini de Fluminense, Facundo Affranchino y Walter ACVdo desde Sportivo Hijo de Puta (?).

El debut era nada menos que contra Belgrano, con todo el morbo que eso generaba. Bueno, derrota. Insólitamente Almeyda dejó en el arco a Vega y los puntos se pagaron ahí mismito, bajo los tres palos. Fue un 1-2, donde Melano y Carranza pusieron en ventaja al buen equipo de Zielinski. River descontó mediante Lanzini y pudo haber empatado pero Funes Mori revoleó el penal a Udaondo con lo cual la cosa empezó bastante mal.
Siguió el partido en La Plata, con un Estudiantes que por obra y gracia de la divina providencia decidió poner en cancha al Flaco Alayes, tal vez porque por entonces se disputaban los juegos Paralímpicos. Hablando de Paralímpicos, en ese partido anotaría dos goles Rogelio Funes Mori. Desde ese momento se avizoraba que la irregularidad sería la dinámica del equipo, irregularidad que oscilaba entre lo paupérrimo y lo regular, no una irregularidad como normalmente se la conoce. El equipo siempre era un canto al desatino, pero en muchas ocasiones los rivales eran aún peores, con lo cual se podían rescatar algunas victorias. Y justamente, nos vestimos de Román Iutch y hacemos juego de palabra con victoria y [b]Tigre /b y en ese match jugado en la cancha del equipo que perdió un segundo tiempo en el Morumbí, River volvió a llevarse los tres puntos con un partico aceptable del Keko Villalba, quien jugó en lugar de un Trezeguet que empezaba a mostrar un tobillo a la miseria. Un Tigre que poco tenía que ver con el del certamen anterior peleó el partido hasta úiltimo momento, aunque River encontró los goles, Lanzini tuvo un desempeño aceptable como armador del circuito de juego y el equipo, siendo un mar de dudas se llevó el triunfo y a otra cosa.
La excursión en esos dos matchs de visitante había salido bastante bien, 6 puntos de 6, histórico (?). Había que volver al Monumental y enfrentar a un San Lorenzo por entonces complicado con un Caruso Lombardi muy fan de jugar este tipo de partidos. Fue un empate sin goles, de lo peor que pudo verse en un torneo horrorosamente jugado por todo el mundo. En un momento Almeyda quiso abrir el juego por las bandas y lo metió a Juancito Cazares por ahí, un plato. En concreto, sumó pero siempre mostraba más de lo mismo, desconcierto. Un viaje a Santa Fe hacía temer lo peor, enfrentar a Colón en etapa de no coloneo, es decir, en las primeras fechas cuando es una mezcla del Milan de Sacchi y el San Pablo de Telé, es para preocuparse. Pero el coloneo esta vez vino tempranito, no obstante el Sabalero se llevaba los tres puntos hasta que sobre el final Germán Pezzella, tras gran pase de Ponzio, marcó el empate. El premio para Pezzella por empatar un partido perdido fue salir del equipo a la fecha siguiente (?).

Se hace muy difícil explicar los planteos de Almeyda, diríamos casi imposible. No había una mínima lógica, de coherencia ni hablar y gobernaba el cualquiercosismo de manera despiadada. Había que volver al Monumental, un reducto donde hay tanta gente como histeria últimamente. Se hace complicado realmente jugar en condiciones de tanto hostigamiento, pero ha sido tan maltratado el hincha de River a todo nivel que la descarga se hace necesaria. Contra un Newell’s que aparecía como sensación, River mostró su mejor cara y le dio una paliza durante gran parte del partido. Fue además el encuentro donde David Trezeguet bautizó la red en la primera división y donde el equipo mostró una cara conocida por todo el espectro riverplatense. El buen juego, pelota al piso, dinámica, rapidez y gol. Apareció acá Rodrigo Mora, la mejor incorporación a la postre, David se entendió bien con él y River levantó un 0-1 para ponerse prontamente 3-1. En este match, el equipo de Almeyda empezaba a mostrar sus credenciales de equipo pelotudo y con el match totalmente controlado Carlos Sánchez quien sabe por qué mete la mano y lo despierta a Newell`s que tuvo a un Nacho Scocco inspirado, dado que al rato clavó el empate. Sánchez, fue de lo mejor de River a pesar de este error inconcebible para la historia de la psiquiatría (?).
River de local, decimos, una cosa. De visitante mostraba tal vez otra, aunque no muy diferente, es cierto. Pero, se topó con el primer equipo en serio, quien sería finalmente el campeón, Vélez. Y la sandunga fue brava, River estaba como en otra sintonía, el partido era en HD y River buscaba la norma para pasar de pal-n a ntsc (?). En este partido no jugó por estar suspendido Leo Ponzio y Cirigliano, que parece que se olvidó de jugar en muy poquito tiempo, quedó solo en medio de la Juan B. Justo con el 166 y el 34 pasandole a los pedos por los costados. Era para llorar. La cosa se agudizó enormemente la fecha siguiente. De local, con River conRacing no pierde. Está en el estatuto de AFA (?). En un juego abominable, la Academia se llevó la victoria gracias a un cabezazo de Cahais. Ni Ambrose Bierce podría escribir algo más tétrico. Almeyda daba explicaciones y el blindaje mediático empezaba a hacer lo suyo, ampararlo contra viento y marea. Luego de este match, River volvió a zona de descenso y Passarella salió a dar la cara y empezó a hablar de Nanninga, el mundial 78, ehhhh.

Había que recuperarse, sumar puntos, a como diera lugar. Y por suerte llegó Arsenal, ULTIMO CAMPEON, pero con un equipo de Alfaro que estaba en nivel horripilante. River jugó mal como siempre pero se llevó una goleada gracias a un enorme partido de Leo Ponzio. Se anotó el Chino Luna en el marcador y Funes Morimetió otro doblete. De esta manera Almeyda aspiró, perdón, respiró y se aseguró seguir en el cargo un poco más. Eso sí, había que volver al terrible Monumental. Pero el equipo ya era una máquina (?), goleada a unGodoy Cruz en ruinas, donde los muchachos que jugaron en el Tomba la rompieron, Aguirre y Sánchez fueron las figuras sin dudarlo. El mejor, nuevamente Leo Ponzio y River encajó 9 goles en dos partidos con lo cual todas las miradas que antes iban al Camp Nou ahora se depositaban en el Liberti. O algo así. De todas maneras, Almeyda hacía cualquier cosa. Lanzini iba a y venía del equipo, de ser el 10 ni concentraba, la defensa cambiaba sin sentido alguno, el mediocampo ni hablar, los cambios que realizaba el entrenador eran incomprensibles aun para el ojo más inquisidor y el equipo se manejaba y era manejado a los tumbos. Venían bien esos puntos para escaparle al temita de la pelea abajo y tocaba un rival directo, hay que decir las cosas como son. A Quilmes había que ganarle para sumar y para sacarles a ellos. Derrota. Bottinelli, con una desidia como la de un gendarme ante un saqueo, dejó corta una pelota por ahí y Cauteruccio aprovechó. Dudas, siempre dudas y se venía nada menos que Boca.
El superclásico los presentaba a ambos en un momento complicado. De River ni hablar por todo lo expuesto,Boca andaba en una mini crisis, no tanto del juego, donde hasta saliendo campeón estaba en crisis (?), sino con la pérdida de la Libertadores, Falcioni cuestionado, Angelici criticado y Riquelme haciendo asado en las sombras. De todas maneras, no deja de ser EL partido de nuestro empobrecido fútbol estén en la realidad que estén. Pintaba bien para River porque al minuto Ponzio patea al arco y Orión la deja entrar (?). Extraña reacción del guardameta, River en ventaja desde el vestuario, fundamental para aplacar los ánimos de movida. River desde ahí controló el juego, tuvo las mejores situaciones, en fin, fue superior a su rival. Ni que hablar con el buen gol de Mora cuando faltaban 20 minutos para cerrar el juego. Pero, otra vez, credenciales de la pelotudez irrefrenable fueron mostradas por este chico González Pirez (de quien se sospecha su amor por una camiseta que estaba en la cancha ese día y que no es la de River), penal absurdo, gol de Silva, 1-2, culo, preguntas. Gran movimiento de Silva otra vez, Erviti aparece y a falta de nada clava un empate que parecía impensado. Este fue el partido del almeydismo puro, o sea, el derroche de incapacidad al servicio de once futbolistas con alto grado de boludismo encima. Era el despegue, era recuperar algo de la dignidad, estaba todo listo, pero no, se dejó escapar, teniendo la oportunidad de darle una buena lección a Boca. Almeyda dijo que no festejaba empates, cosa que hizo inmediatamente en partidos venideros.

La fecha 13 implicaba una visita a All Boys en Floresta. El Albo desde que retornó a primera fue un dolor de cabeza para el Millonario. Acá también dolió algo, pero no la cabeza sino los ojos. Insoportable empate sin goles en el Malvinas Argentinas, otro papelón futbolístico de un club que se jactó en toda su historia por el respeto al juego y a la pelota. Lo peor de esta jornada fue la expulsión exagerada de Ponzio. Había que jugar entonces contra Unión en el Monumental, un Tatengue colista y con un nivel de juego deplorable. Lo mejor estuvo en que Rodrigo Mora, con muchos vaivenes, es cierto, pero insistimos en que se consolidó como uno de los mejores jugadores de River y en esta oportunidad lo refrendó con dos goles. Lo peor, la lesión de Barovero, lo cual significaba la vuelta al arco de Vega, en concreto, la vuelta a decirle adiós a la victoria. En un partido entresemana, River jugó ante Atlético Rafaela en cancha de estos últimos y otra vez, despiadado nivel de juego para los valientes que se bancaron semejante bodrio. Empate sin goles pero acá ya se notaba otra falencia aun más grave.
La preparación física de River fue pésima a lo largo de todo el certamen. A las lesiones de todos (?), había que sumarle los casos graves. Alejandro Kohan dio muestras de total irresponsabilidad en este sentido, faltaba que los rompiera a martillazos nomás. Del partido con la Crema el que pagó con rotura de ligamentos fue Pezzella, uno de los chicos que lentamente se iba consolidando atrás. Pero así como Ramiro Funes Mori, Maidana y Aguirre, otro jugador se rompió los cruzados, lo cual está indicando que la ignominia era a todo nivel. No solo jugaban mal sino que también estaban preparados para jugar mal.
La cadena del desánimo continuó en cancha de River, con otro horripilante 0-0, ante Argentinos Juniors. La falta de ideas de River en ese partido solo se vio en una producción del Prende y Apaga. Pese al empate, el Keko Villalba aun al día de la fecha continúa gritando un gol suyo sobre la hora con todo tipo de coreos, aunque no fue convalidado. La antepenúltima jornada mostraba un clásico más devaluado que un lecor trucho, Independiente-River y a hacer lo que se podía. Fue otra desazón, esta vez matizada con goles. El Rojo golpeó de entrada con gol de Fredes como para que uno tome noción de la mierda en la que se vive (?). Bottinelli lo empató, luego Sánchez lo puso en ventaja al Millonario pero el equipo de Avellaneda siempre dispuso de las mejores llegadas y luego de otra estupidez de Vega, ni ganas de referirnos a esto ya, llegó al empate por medio de Galeano. Lo malo, otra actuación para el olvido, otra más. Lo bueno, fue el último partido de Almeyda como entrenador de River. Passarella le pegó un llamadito y le dijo “ehhhhhhhhhhhhhhhhhh ehhhhhhhh ehhhhhhh” y tema terminado. Era el final de algo que tendría que haber terminado apenas consumado el ascenso, pero que se extendió mucho más de la cuenta.

La salida fue rápida, despedida del plantel y enseguida a buscar otro entrenador. Todo hincha de River, o al menos en su inmensa mayoría, pedía por el regreso de Ramón Díaz. Incluso Ramón mismo se pedía (?). Passarella aprovechó la volada de darle el gusto a la gente al mismo tiempo que hizo aprobar un balance de lo más mentiroso que se vio en años y al menos en este tema le cedió la presión a Ramón. Recogió el guante el Pelado, dejó que Gustavo Zapata entrenara el equipo contra Lanús, con victoria incluida por el gol de Mora. Allí quedó el Granate a las puertas del título y un Guillermo Barros Schelotto que sigue quejándose porque River hizo tiempo. Estaba todo listo para el debut de Ramón, ante los sanjuaninos.
La sensación fue que el Pelado dirigió la primera práctica así: -¿Nombre? -Abecasis. -¿Puesto? Lateral derecho. -Bueno, vas de 4. Vos, ¿nombre? -Lanzini. -¿Puesto? – Enganche. -Bárbaro vas de enganche. Y así con el resto. Luego de un primer tiempo malo, Ramón en el entretiempo seguramente comentó la posibilidad de que se dieran dos o tres pases seguidos, que esa revolucionaría proeza ayudaría tal vez a llevarse los tres puntos. Así fue, luego de muchísimo tiempo River jugó al fútbol, se pasó la pelota y llegó al gol. Muy buena victoria ante San Martín para llegar a unos míticos 29 puntos (?).
Que quede claro, más allá de la figura del Pelado Díaz no se cae en una idealización absurda. Recién arranca esto y habrá que ver qué sucede. Atendiendo los refuerzos que pide imposible idealizar algo además. Pero era tan paupérrimo lo anterior que alcanza con que Ramón sea un técnico, solo con eso, a lo cual se le agrega el plus de poder bancarse él solo la presión de la gente y la gloria del tiempo atrás. No es de extrañar que se sentó y lo primero que dijo fue que River debía cambiar de mentalidad. Listo, enunciarlo ya predispuso a todos de otra manera y se salió de ese pozo depresivo generalizado, enrivotrilizado que había antes. Aparece 2013 con algo de esperanza, con mucho trabajo por delante y con la sensación de que con poco puede alcanzar. Aparece, en definitiva, con la ilusión de que River vuelva a ser.

De la gente amiga de La Redó!:

El año 2012 de River: segunda parteLuego del repaso inicial del año de la baaaaaanda, es turno de recordar los highlights del segundo semestre en el club de Núñez. Ja, highlights (?).

A pesar de tantas profecías sobre apocalipsis varios, 2012 finalmente fue un año de renacimientos. Bueh. Digamos que el Millonario cerró otro año difícil aunque esta vez enmantando en un pequeño hálito de esperanza, a esta altura es algo de lo cual agarrarse. Pero la cosa pintaba mal. Con Matías Almeyda confirmado, la cadena de desaciertos se extendería sin parar a lo largo de todo el Torneo Inicial y recién culminaría con la renuncia del León Triste de Azul poco antes de finalizar el campeonato. La llegada del Pelado Díaz entonces, fue aquello que disparó cierta calma en el intenso clima riverplatense. Ramón, pedido por unanimidad y aclamación por todos los sectores, en dos palabras viró el timón de ese barco depresivo (?) y enfiló la nave hacia horizontes más conocidos por los riverplatenses.
Pero antes pasaron cosas. Alejados ya el Chori Domínguez y el Gordo Cavenaghi, Almeyda finalmente encontró el equipo rápido que buscaba (?). Si bien es cierto que la convivencia con estos muchachos que vinieron a dar una mano con el equipo en la segunda división era difícil, su salida fue confusa, poco clara y con cierto grado de ingratitud. No es privativa de El León Triste de Azul esta decisión, está claro, Daniel Passarella aporta toda su profusa incapacidad cuando se trata de combinar sentido común con deporte. Pero bien, los limpiaron, error importante visto con el tiempo, sobre todo con Domínguez quien, con todas sus idas y vueltas, en un fútbol argentino como el de hoy marca la diferencia aún poniendose a llorar en medio de un partido (?).
Luego de que se anunciara que venían a reforzar el plantel Neymar, Messi y Zlatan, a River llegaron Barovero, Mercado y Bottinelli. Digamos igual que River necesitaba un arquero a como dé lugar, de manera increíble Vega fue sostenido por Almeyda dado que Carlos Roa, el muchacho que, como alguien muy bien aportó, le dijo no al Manchester United por ser mormón (?), consideraba que el bueno del Indio estaba a la altura del arco de River. Ah, también llegó Ariel Rojas, quien nos recordó a lo largo del año que el espíritu de Abelairas no se fue del Monumental, el Tate Lescano, quien sabe qué será de la vida de ese muchacho, Carlos Lunaque vino derechito de Cuestión de Peso y Rodrigo Mora que cayó sobre el filo. A ello hay que sumarle los regresos de Manuel Lanzini de Fluminense, Facundo Affranchino y Walter ACVdo desde Sportivo Hijo de Puta (?).

El debut era nada menos que contra Belgrano, con todo el morbo que eso generaba. Bueno, derrota. Insólitamente Almeyda dejó en el arco a Vega y los puntos se pagaron ahí mismito, bajo los tres palos. Fue un 1-2, donde Melano y Carranza pusieron en ventaja al buen equipo de Zielinski. River descontó mediante Lanzini y pudo haber empatado pero Funes Mori revoleó el penal a Udaondo con lo cual la cosa empezó bastante mal.
Siguió el partido en La Plata, con un Estudiantes que por obra y gracia de la divina providencia decidió poner en cancha al Flaco Alayes, tal vez porque por entonces se disputaban los juegos Paralímpicos. Hablando de Paralímpicos, en ese partido anotaría dos goles Rogelio Funes Mori. Desde ese momento se avizoraba que la irregularidad sería la dinámica del equipo, irregularidad que oscilaba entre lo paupérrimo y lo regular, no una irregularidad como normalmente se la conoce. El equipo siempre era un canto al desatino, pero en muchas ocasiones los rivales eran aún peores, con lo cual se podían rescatar algunas victorias. Y justamente, nos vestimos de Román Iutch y hacemos juego de palabra con victoria y [b]Tigre /b y en ese match jugado en la cancha del equipo que perdió un segundo tiempo en el Morumbí, River volvió a llevarse los tres puntos con un partico aceptable del Keko Villalba, quien jugó en lugar de un Trezeguet que empezaba a mostrar un tobillo a la miseria. Un Tigre que poco tenía que ver con el del certamen anterior peleó el partido hasta úiltimo momento, aunque River encontró los goles, Lanzini tuvo un desempeño aceptable como armador del circuito de juego y el equipo, siendo un mar de dudas se llevó el triunfo y a otra cosa.
La excursión en esos dos matchs de visitante había salido bastante bien, 6 puntos de 6, histórico (?). Había que volver al Monumental y enfrentar a un San Lorenzo por entonces complicado con un Caruso Lombardi muy fan de jugar este tipo de partidos. Fue un empate sin goles, de lo peor que pudo verse en un torneo horrorosamente jugado por todo el mundo. En un momento Almeyda quiso abrir el juego por las bandas y lo metió a Juancito Cazares por ahí, un plato. En concreto, sumó pero siempre mostraba más de lo mismo, desconcierto. Un viaje a Santa Fe hacía temer lo peor, enfrentar a Colón en etapa de no coloneo, es decir, en las primeras fechas cuando es una mezcla del Milan de Sacchi y el San Pablo de Telé, es para preocuparse. Pero el coloneo esta vez vino tempranito, no obstante el Sabalero se llevaba los tres puntos hasta que sobre el final Germán Pezzella, tras gran pase de Ponzio, marcó el empate. El premio para Pezzella por empatar un partido perdido fue salir del equipo a la fecha siguiente (?).

Se hace muy difícil explicar los planteos de Almeyda, diríamos casi imposible. No había una mínima lógica, de coherencia ni hablar y gobernaba el cualquiercosismo de manera despiadada. Había que volver al Monumental, un reducto donde hay tanta gente como histeria últimamente. Se hace complicado realmente jugar en condiciones de tanto hostigamiento, pero ha sido tan maltratado el hincha de River a todo nivel que la descarga se hace necesaria. Contra un Newell’s que aparecía como sensación, River mostró su mejor cara y le dio una paliza durante gran parte del partido. Fue además el encuentro donde David Trezeguet bautizó la red en la primera división y donde el equipo mostró una cara conocida por todo el espectro riverplatense. El buen juego, pelota al piso, dinámica, rapidez y gol. Apareció acá Rodrigo Mora, la mejor incorporación a la postre, David se entendió bien con él y River levantó un 0-1 para ponerse prontamente 3-1. En este match, el equipo de Almeyda empezaba a mostrar sus credenciales de equipo pelotudo y con el match totalmente controlado Carlos Sánchez quien sabe por qué mete la mano y lo despierta a Newell`s que tuvo a un Nacho Scocco inspirado, dado que al rato clavó el empate. Sánchez, fue de lo mejor de River a pesar de este error inconcebible para la historia de la psiquiatría (?).
River de local, decimos, una cosa. De visitante mostraba tal vez otra, aunque no muy diferente, es cierto. Pero, se topó con el primer equipo en serio, quien sería finalmente el campeón, Vélez. Y la sandunga fue brava, River estaba como en otra sintonía, el partido era en HD y River buscaba la norma para pasar de pal-n a ntsc (?). En este partido no jugó por estar suspendido Leo Ponzio y Cirigliano, que parece que se olvidó de jugar en muy poquito tiempo, quedó solo en medio de la Juan B. Justo con el 166 y el 34 pasandole a los pedos por los costados. Era para llorar. La cosa se agudizó enormemente la fecha siguiente. De local, con River conRacing no pierde. Está en el estatuto de AFA (?). En un juego abominable, la Academia se llevó la victoria gracias a un cabezazo de Cahais. Ni Ambrose Bierce podría escribir algo más tétrico. Almeyda daba explicaciones y el blindaje mediático empezaba a hacer lo suyo, ampararlo contra viento y marea. Luego de este match, River volvió a zona de descenso y Passarella salió a dar la cara y empezó a hablar de Nanninga, el mundial 78, ehhhh.

Había que recuperarse, sumar puntos, a como diera lugar. Y por suerte llegó Arsenal, ULTIMO CAMPEON, pero con un equipo de Alfaro que estaba en nivel horripilante. River jugó mal como siempre pero se llevó una goleada gracias a un enorme partido de Leo Ponzio. Se anotó el Chino Luna en el marcador y Funes Morimetió otro doblete. De esta manera Almeyda aspiró, perdón, respiró y se aseguró seguir en el cargo un poco más. Eso sí, había que volver al terrible Monumental. Pero el equipo ya era una máquina (?), goleada a unGodoy Cruz en ruinas, donde los muchachos que jugaron en el Tomba la rompieron, Aguirre y Sánchez fueron las figuras sin dudarlo. El mejor, nuevamente Leo Ponzio y River encajó 9 goles en dos partidos con lo cual todas las miradas que antes iban al Camp Nou ahora se depositaban en el Liberti. O algo así. De todas maneras, Almeyda hacía cualquier cosa. Lanzini iba a y venía del equipo, de ser el 10 ni concentraba, la defensa cambiaba sin sentido alguno, el mediocampo ni hablar, los cambios que realizaba el entrenador eran incomprensibles aun para el ojo más inquisidor y el equipo se manejaba y era manejado a los tumbos. Venían bien esos puntos para escaparle al temita de la pelea abajo y tocaba un rival directo, hay que decir las cosas como son. A Quilmes había que ganarle para sumar y para sacarles a ellos. Derrota. Bottinelli, con una desidia como la de un gendarme ante un saqueo, dejó corta una pelota por ahí y Cauteruccio aprovechó. Dudas, siempre dudas y se venía nada menos que Boca.
El superclásico los presentaba a ambos en un momento complicado. De River ni hablar por todo lo expuesto,Boca andaba en una mini crisis, no tanto del juego, donde hasta saliendo campeón estaba en crisis (?), sino con la pérdida de la Libertadores, Falcioni cuestionado, Angelici criticado y Riquelme haciendo asado en las sombras. De todas maneras, no deja de ser EL partido de nuestro empobrecido fútbol estén en la realidad que estén. Pintaba bien para River porque al minuto Ponzio patea al arco y Orión la deja entrar (?). Extraña reacción del guardameta, River en ventaja desde el vestuario, fundamental para aplacar los ánimos de movida. River desde ahí controló el juego, tuvo las mejores situaciones, en fin, fue superior a su rival. Ni que hablar con el buen gol de Mora cuando faltaban 20 minutos para cerrar el juego. Pero, otra vez, credenciales de la pelotudez irrefrenable fueron mostradas por este chico González Pirez (de quien se sospecha su amor por una camiseta que estaba en la cancha ese día y que no es la de River), penal absurdo, gol de Silva, 1-2, culo, preguntas. Gran movimiento de Silva otra vez, Erviti aparece y a falta de nada clava un empate que parecía impensado. Este fue el partido del almeydismo puro, o sea, el derroche de incapacidad al servicio de once futbolistas con alto grado de boludismo encima. Era el despegue, era recuperar algo de la dignidad, estaba todo listo, pero no, se dejó escapar, teniendo la oportunidad de darle una buena lección a Boca. Almeyda dijo que no festejaba empates, cosa que hizo inmediatamente en partidos venideros.

La fecha 13 implicaba una visita a All Boys en Floresta. El Albo desde que retornó a primera fue un dolor de cabeza para el Millonario. Acá también dolió algo, pero no la cabeza sino los ojos. Insoportable empate sin goles en el Malvinas Argentinas, otro papelón futbolístico de un club que se jactó en toda su historia por el respeto al juego y a la pelota. Lo peor de esta jornada fue la expulsión exagerada de Ponzio. Había que jugar entonces contra Unión en el Monumental, un Tatengue colista y con un nivel de juego deplorable. Lo mejor estuvo en que Rodrigo Mora, con muchos vaivenes, es cierto, pero insistimos en que se consolidó como uno de los mejores jugadores de River y en esta oportunidad lo refrendó con dos goles. Lo peor, la lesión de Barovero, lo cual significaba la vuelta al arco de Vega, en concreto, la vuelta a decirle adiós a la victoria. En un partido entresemana, River jugó ante Atlético Rafaela en cancha de estos últimos y otra vez, despiadado nivel de juego para los valientes que se bancaron semejante bodrio. Empate sin goles pero acá ya se notaba otra falencia aun más grave.
La preparación física de River fue pésima a lo largo de todo el certamen. A las lesiones de todos (?), había que sumarle los casos graves. Alejandro Kohan dio muestras de total irresponsabilidad en este sentido, faltaba que los rompiera a martillazos nomás. Del partido con la Crema el que pagó con rotura de ligamentos fue Pezzella, uno de los chicos que lentamente se iba consolidando atrás. Pero así como Ramiro Funes Mori, Maidana y Aguirre, otro jugador se rompió los cruzados, lo cual está indicando que la ignominia era a todo nivel. No solo jugaban mal sino que también estaban preparados para jugar mal.
La cadena del desánimo continuó en cancha de River, con otro horripilante 0-0, ante Argentinos Juniors. La falta de ideas de River en ese partido solo se vio en una producción del Prende y Apaga. Pese al empate, el Keko Villalba aun al día de la fecha continúa gritando un gol suyo sobre la hora con todo tipo de coreos, aunque no fue convalidado. La antepenúltima jornada mostraba un clásico más devaluado que un lecor trucho, Independiente-River y a hacer lo que se podía. Fue otra desazón, esta vez matizada con goles. El Rojo golpeó de entrada con gol de Fredes como para que uno tome noción de la mierda en la que se vive (?). Bottinelli lo empató, luego Sánchez lo puso en ventaja al Millonario pero el equipo de Avellaneda siempre dispuso de las mejores llegadas y luego de otra estupidez de Vega, ni ganas de referirnos a esto ya, llegó al empate por medio de Galeano. Lo malo, otra actuación para el olvido, otra más. Lo bueno, fue el último partido de Almeyda como entrenador de River. Passarella le pegó un llamadito y le dijo “ehhhhhhhhhhhhhhhhhh ehhhhhhhh ehhhhhhh” y tema terminado. Era el final de algo que tendría que haber terminado apenas consumado el ascenso, pero que se extendió mucho más de la cuenta.

La salida fue rápida, despedida del plantel y enseguida a buscar otro entrenador. Todo hincha de River, o al menos en su inmensa mayoría, pedía por el regreso de Ramón Díaz. Incluso Ramón mismo se pedía (?). Passarella aprovechó la volada de darle el gusto a la gente al mismo tiempo que hizo aprobar un balance de lo más mentiroso que se vio en años y al menos en este tema le cedió la presión a Ramón. Recogió el guante el Pelado, dejó que Gustavo Zapata entrenara el equipo contra Lanús, con victoria incluida por el gol de Mora. Allí quedó el Granate a las puertas del título y un Guillermo Barros Schelotto que sigue quejándose porque River hizo tiempo. Estaba todo listo para el debut de Ramón, ante los sanjuaninos.
La sensación fue que el Pelado dirigió la primera práctica así: -¿Nombre? -Abecasis. -¿Puesto? Lateral derecho. -Bueno, vas de 4. Vos, ¿nombre? -Lanzini. -¿Puesto? – Enganche. -Bárbaro vas de enganche. Y así con el resto. Luego de un primer tiempo malo, Ramón en el entretiempo seguramente comentó la posibilidad de que se dieran dos o tres pases seguidos, que esa revolucionaría proeza ayudaría tal vez a llevarse los tres puntos. Así fue, luego de muchísimo tiempo River jugó al fútbol, se pasó la pelota y llegó al gol. Muy buena victoria ante San Martín para llegar a unos míticos 29 puntos (?).
Que quede claro, más allá de la figura del Pelado Díaz no se cae en una idealización absurda. Recién arranca esto y habrá que ver qué sucede. Atendiendo los refuerzos que pide imposible idealizar algo además. Pero era tan paupérrimo lo anterior que alcanza con que Ramón sea un técnico, solo con eso, a lo cual se le agrega el plus de poder bancarse él solo la presión de la gente y la gloria del tiempo atrás. No es de extrañar que se sentó y lo primero que dijo fue que River debía cambiar de mentalidad. Listo, enunciarlo ya predispuso a todos de otra manera y se salió de ese pozo depresivo generalizado, enrivotrilizado que había antes. Aparece 2013 con algo de esperanza, con mucho trabajo por delante y con la sensación de que con poco puede alcanzar. Aparece, en definitiva, con la ilusión de que River vuelva a ser.

Muchos (?) para mi gusto, ni me molesté en leerlo todo. Le quita gracia al texto.

Hubieses puesto lo mas resaltante, y el link de la nota por si alguien quiere leerlo todo.

Es la posta, parece un pibito cualquiera el que los escribio :lol:

:lol: :lol: :lol: :lol: :lol:

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!

Almeyda y la reputísima madre que te recontra remil parió. :evil: :evil: :evil: :evil:

Tiene toda la razón del mundo. Sobre todo con lo de equipo pelotudo. :evil:

:lol: :lol: :lol: :lol: :lol:

:lol: :lol: :lol: :lol: :lol:

Fue el final de algo que no debería ni HABER EMPEZADO.

:lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol:

La verdad, excelente. El flaco destila veneno del bueno jejeje, es muy de mi palo.

Abrazos, Martín.

Jajajajaja se me hizo muy dificultoso seguir leyendo después de lo de Roa, leí el resto y es genial pero me quedé con lo primero, que hijo de su madre !!!

Gracias River. :mrgreen:

Es excelente La Redo. Yo me cago de risa leyendo. [MENTION=2584]El Mencho[/MENTION]; si no me equivoco posteaba ahi.

Me encanto.

Es excelente, lo leí todo, lo único que jode un poco son los (?), pero tiene un humor bárbaro y cuenta la realidad tal cual es.

Hace varios años que no escribo en La Redó porque la cedreseé toda y me pasé a las filas de Enunabaldosa hace alrededor de 4 años.

Siempre me molestaron los (?) de La Redo. Pero est nota la deberia leer ariel001.

Inteligente, gracioso y filoso texto. Para guardar.

Lo postié todo para quien tenga ganas de leerlo entero y el que no, pues no. Para eso es la Ley de Medios (?).

Está buena la nota. Aunque la leí por partes porque me aburrí (?)

La redó es una buena página. Hay algunas secciones muy copadas como Grandes jugadores europeos o El mundo a sus pies.

o los Oscarusos, míticos.

Con Almeyda y sus declaraciones se hicieron una panzada…

Por los remarques y los (?), pensé que era una mierda pésimamente redactada por algún loquillo suelto por internet, pero lo acabo de leer (insomnio, je) y solo puedo decir que es una maravilla

Almeja hijo de puta

Excelente nota, me copa leer las notas que saca La Redo, se manejan con mucha ironía y te hacen reír un montón. Lo único que por ahí rompe las pelotas son los (?).