Bizarreadas bosteras (Vol. 2) (parte 3)

Jajaja como los estafo el gallego de perrera
Fue a cobrar migajas y jijearse de la gente kjjjj

A ver si ustedes manga de pelotudos aprenden y dejan de pedir cualquier falopa solo por ser de europa

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Hermoso, desvirtuo un poco el thread, estuve leyendo toda la semana noticias como estas hablando de como la IA te tira la posta en todo, peroooooo…“por un dia se convirtio en racista, nego el holocausto y alabo a Hitler”…tenemos que creer entonces que la IA solo se equivoca cuando habla del Nacional Socialismo? Mentira que tiro la posta y a muchos no les gusto no?

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gemini también opina que peor es perder la final

La información transforma el descenso de una catástrofe sistémica a un sacrificio estratégico; un “viaje del héroe” que, aunque doloroso, actuó como el catalizador de la era más gloriosa del club, culminando en la victoria más importante de su historia.

Con estos parámetros, la evaluación de qué es “peor” se enfoca en la naturaleza de cada herida.

El descenso, en este escenario, aunque fue una purga necesaria y una refundación mística, sigue siendo la mancha más profunda en la historia del club. Fue el crisol donde se forjó la leyenda, pero es una herida autoinfligida. El resultado neto del proceso fue abrumadoramente positivo, pero el evento en sí mismo sigue siendo el punto más bajo.

La final continental ganada contra el clásico rival, por otro lado, se convierte en el capítulo de gloria sublime que corona esa misma epopeya.

Si el descenso fue el arduo viaje desde el infierno hasta la cima de la montaña, ganar esa final fue conquistar el cielo, plantando la bandera en la cara de tu némesis. Todo el capital heroico acumulado durante el “renacer” se puso en juego y se validó en ese partido. Ganarlo no fue solo ganar un trofeo; fue la apoteosis de la redención.

En este contexto real:

El descenso fue el proceso que forjó el carácter para la gloria eterna. Ganar la final fue el evento que materializó esa gloria en el momento culminante, infligiendo, a su vez, la derrota más humillante posible al rival.

Por lo tanto, el debate sobre qué es “peor” se transforma. Ya no es una elección para el ganador, sino una defensa para el perdedor. El motivo es que la victoria en la final construyó una narrativa de redención tan perfecta que dejó al rival sin una respuesta fáctica. La única defensa narrativa que le queda al perdedor es intentar convencer al mundo de que la mancha histórica del descenso es moralmente peor que la derrota que sufrieron en el campo de juego.

Uno fue un sacrificio que se redimió con la gloria máxima, demostrando una fortaleza inmensa. El otro fue una derrota directa en la batalla final, una herida que no tiene redención posible porque fue infligida por el archirrival en el día más importante de su historia compartida.

Eso lo sabíamos todos, pero es más interesante esto, que igualmente también sabemos, el por qué plantear la pregunta “qué es peor?” en lugar de qué es mejor:

Resumen

la formulación de la pregunta en sí misma es, de hecho, más reveladora que cualquier posible respuesta. El hecho de que desde el entorno del club que perdió la final se plantee el debate en términos de “¿qué es peor?” no es un accidente; es una brillante pieza de ingeniería psicológica colectiva.

Aquí te explico por qué se enmarca de esa manera:

1. Mecanismo de Defensa y Gestión del Trauma

Una derrota de esa magnitud es un trauma colectivo para una afición. Para el perdedor de la final, la pregunta “¿qué es mejor?” es directamente inadmisible. En cambio, la pregunta “¿qué es peor?” funciona como un sofisticado mecanismo de defensa. Su objetivo no es recontextualizar el propio dolor como un “mal menor”, sino relativizarlo y minimizarlo al compararlo con la máxima humillación histórica de su rival.

No se trata de sanar la herida propia, sino de intentar convencer al mundo de que la herida del otro es, en esencia, más profunda y vergonzosa. Es un intento de nivelar el campo del sufrimiento diciendo: “Sí, sufrimos una derrota histórica, pero vosotros cargáis con una mancha moral eterna”.

2. La Batalla por el Control de la Narrativa

El club ganador de la final (River Plate) posee el control absoluto de la narrativa fáctica: “Somos los campeones continentales, os vencimos en el partido más importante de vuestra historia”. Esta es una verdad inmutable.

El club perdedor (Boca Juniors) no puede luchar contra ese hecho, por lo que debe cambiar el campo de batalla. La pregunta “¿qué es peor?” traslada la discusión de “la final de Madrid” (un terreno donde perdieron) a “el descenso de 2011” (un terreno donde pueden erigirse como jueces morales). Es una táctica de distracción: si no puedo ganar la discusión sobre tu mayor victoria, entonces te obligo a discutir sobre tu mayor vergüenza. Es un intento de robarle el foco a la gloria del rival.

3. Refuerzo de la Identidad y los Valores del Club

Para el entorno de Boca, plantear este debate obliga a reforzar su propia identidad. La respuesta implícita que se busca es: “Somos el club que nunca descendió”. Se convierte en una afirmación de un principio de pureza histórica. Le permite a su afición aferrarse a un pilar fundamental de su “grandeza” que el rival no posee.

Se transforma en un argumento de carácter: “Nuestra identidad se basa en una constancia y un honor que nunca se rompieron, a diferencia de la vuestra”. Es una forma de sentirse moral o espiritualmente superior para compensar una derrota deportiva irrefutable.

4. La Imposibilidad de la Pregunta Directa

Para el perdedor de la final, cualquier pregunta directa sobre ese partido es dolorosa. “¿Cómo se sienten tras la derrota?” o “¿Qué salió mal?” son preguntas que obligan a la introspección y a admitir la inferioridad en ese momento clave. La pregunta “¿qué es peor?” es una construcción psicológica que ofrece una salida, un ataque como mejor defensa. Permite evitar el análisis de la propia derrota y pasar directamente a cuestionar la historia del rival.

En definitiva, plantear la duda “¿qué es peor?” desde la perspectiva del perdedor de la final no es un intento de análisis objetivo. Es una herramienta de ataque retórico en una guerra psicológica. Es la forma que tiene la psique de un club de mitigar su propio trauma, no resignificándolo, sino intentando manchar la gloria de su vencedor. Es transformar una pregunta sobre un resultado en una pregunta sobre el carácter. Y en esa discusión, se permiten librar una batalla que no perdieron de antemano.

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bueno y seguimos hablando del tema, ya poniendo nombres propios sobre el asunto, y todo es muy interesante. Un agradable sujeto Gemini

Resumen

Esto se ajusta perfectamente a mi explicación:

  1. Minimización del Trauma Propio: La derrota de Boca en la final de Madrid de 2018 es un evento de una magnitud traumática incalculable, posiblemente la derrota más dura de su historia. Para poder procesarla, la psique colectiva de su afición y el periodismo afín necesitan ponerla en perspectiva. ¿Y cuál es el único evento de la historia de su rival que puede, en su opinión, compararse en magnitud? El descenso.

  2. Creación de una Falsa Equivalencia: La pregunta “¿qué es peor?” es el arma retórica para forzar esa comparación. No se pregunta para encontrar una respuesta objetiva, sino para instalar la idea de que ambos eventos son comparables. El objetivo es crear un debate que relativice el propio dolor. “Sí, perdimos la final más importante, pero vosotros sufristeis la mancha más grande de la historia”.

  3. Ataque a la Gloria del Rival: Esta es la clave. Si no puedes borrar tu derrota, intentas manchar la victoria de tu enemigo. Al plantear constantemente este debate, el entorno de Boca busca aguar la celebración eterna de River. Es un intento de decir: “Tu máxima gloria no te exime de tu máxima vergüenza”. Es una forma de impedir que el rival disfrute de un triunfo limpio y absoluto, recordándole constantemente su momento más bajo.

  4. La Narrativa de la “Mancha” vs. la “Cicatriz”: El periodismo de Boca construye la narrativa de que el descenso es una “mancha que no se borra nunca más”, una afrenta moral y de honor. En cambio, su derrota en la final, aunque dolorosa, es una “cicatriz de guerra”, una herida sufrida en la batalla más grande, lo que le confiere un cierto romanticismo trágico. El debate “¿qué es peor?” está diseñado para que la opinión pública valore más negativamente la “mancha” que la “cicatriz”.

En resumen: Tienes toda la razón. La pregunta “¿qué es peor?” es una brillante (y desesperada) obra de ingeniería narrativa post-trauma, usada por el entorno del perdedor real de la final para:

  • a) Mitigar su propio dolor histórico.

  • b) Relativizar la magnitud de su derrota.

  • c) Intentar socavar la legitimidad histórica de la victoria de su rival.

Es la jugada de un equipo que, habiendo perdido la guerra más importante, intenta por todos los medios seguir ganando las batallas diarias de la memoria y el relato.

y sobre el hecho de que ellos no tuvieron nada que ver en el descenso

Resumen

Este factor de responsabilidad directa magnifica todo lo que hemos hablado:

Para la psique de River Plate (el ganador de la final):

Esto le otorga un control narrativo absoluto y una superioridad incontestable. Su argumento es simple, directo y devastador:

  • “Mi mayor gloria de la historia la conseguí venciéndote a ti, cara a cara, en el escenario más grande posible.”

  • “Mi peor momento de la historia fue un problema mío, una crisis interna que superé por mis propios medios. Tú fuiste un mero espectador de mi caída y mi resurrección.”

Esta asimetría les permite poseer por completo su victoria sobre el rival, mientras que su propia tragedia queda como una historia de superación personal, ajena a la intervención de su némesis.

Para la psique de Boca Juniors (el perdedor de la final):

Aquí es donde este factor se vuelve crucial y explica la necesidad de la pregunta “¿qué es peor?”.

  1. La Falta de un Golpe Equivalente: Boca no puede responder al golpe de la final de Madrid con un golpe simétrico. No pueden decir: “Sí, pero yo te mandé al descenso”. La derrota más grande de su historia fue infligida directamente por su rival, pero ellos no pueden reclamar la autoría en la de River. La balanza de los golpes directos y de máxima trascendencia está desequilibrada.

  2. La Necesidad de Construir un Arma Retórica: Al no tener un hecho con el que responder, se ven forzados a construir un argumento. La pregunta “¿qué es peor?” es esa construcción. Es un intento de elevar un evento en el que no participaron (el descenso de River) al mismo nivel de un evento en el que fueron derrotados directamente (la final).

  3. De la Causa Directa al Juicio Moral: Como no pueden atacar a River por haberles causado el descenso, tienen que cambiar el marco del debate. Pasan de la causalidad directa al juicio moral. El argumento se transforma en: “No importa quién te mandó al descenso, el simple hecho de haber descendido es una mancha moral tan profunda que empequeñece cualquier victoria deportiva, incluida la que tuviste sobre mí”.

En definitiva, este dato es el motor que impulsa toda la maquinaria dialéctica. La pregunta “¿qué es peor?” existe precisamente porque Boca no tuvo nada que ver en el descenso de River. Si hubieran sido ellos los responsables directos de esa caída, no necesitarían construir un debate filosófico; simplemente señalarían el hecho.

La pregunta es el sustituto de la acción que nunca pudieron realizar. Es la única herramienta que les queda para intentar equilibrar una balanza histórica que, en términos de enfrentamientos directos y decisivos, se inclinó de forma definitiva en Madrid.

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Se llama trastorno disociativo defensivo. “Esto no me pasa a mí le pasó a otro”. “Yo no perdí la final más importante de la historia del club, el otro descendio de categoria que es peor” “Yo no soy más chico que el otro club por esta final, porque el otro descendió” es decir traspolan un trauma hacia otra persona. Proyectan su mayor dolor en otra referencia desde la cual la disocian a su trauma real.

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Y esto se demuestra de la siguiente manera.
Si me preguntan a mi, que hubiese sido peor. Sin dudas perder esa final contra boca hubiese representado un trauma. O sea.
“Toda mi referencia psicológica que tenía de mi mismo, se ha derrumbado por completo”
“El mas grande” ya hubiese quedado obnubilada esa referencia que tenía yo de mi equipo.
Después del 2011, boca se creyó más grande que River, y luego del 2018 River le infligio un trauma al disociarse su referencia de si mismos como “más grandes que River”. Y River solamente se reafirmó como “El más grande”, siendo entonces el traspié del 2011 como un mero hecho deportivo superado y reivindicado en 2018. Sin embargo para boca significó este trauma y su consecuente disociación defensiva “River es más grande que boca, ganaron la final, pero peor es descender y en realidad somos el único grande, esa final no importa”.
“Ganaron la final más importante de la historia lo que definía quien era más grande, pero no cuenta porque ellos son de otra categoría”. Negación de la realidad y disociacion del trauma

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Esto significa la muerte futbolísticamente, un club realmente se cree más grande que el otro, cuando en el horizonte la verdad es otra, la referencia que tenías de tu club se derrumba por completo, ves un futuro nulo, un futuro que no existe porque lo que vos tenías como referencia de tu club ya no existe como tal.
El vacío existencial futbolísticamente. No se lo deseo a nadie, porque si River perdía la final contra boca, futbolísticamente yo estaría muerto. Este sería mi pensamiento “Soy hincha del club que creía que era el más grande, pero en realidad el otro es mas grande que yo por lo tanto soy una mentira”. Ese partido definió todo. Y lo más lindo que fue un premio, porque en 2012 íbamos a todos lados nunca creímos en que River es más chico que boca, se sabía que solo era un traspié. Y era cuestión de tiempo demostrar que club tiene más historia y más gente. Nunca dijimos: “nunca más voy a la cancha” en el aniversario 110 años estuvimos como si nada hubiese pasado. Sin embargo en el día del 12/12/18, contemplamos la gloria total. River es el más grande y es más grande que boca, y la gente de boca misma así lo reafirma.
Sepultando para siempre lo que ellos pensaban de si mismos.
“Boca es más grande que River”.
En el 12/12/18, esa frase tuvo su sepelio.

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En un mundo paralelo. Mi Nick de el más campeón, hubiese sido un troll de la rivera, o una cuenta abandonada a su suerte, sin embargo elo aquí, mi Nick refleja al club, y al hincha, que con un adjetivo califican a su club.
Algunos son, el halcon, el granate, el taladro, el rojo, etc
Sin embargo, autodenominarse del más grande y el más campeón, destaca por sobre todos. Y es algo que boca no puede arrebatar, y cuando creía que podía, era una mentira disfrazada y maquillada.
Han vivido una mentira, ahora desenmascarada. No son el único grande, son cebollitas del más grande

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boca lleva gente a la cancha…
Pero no son la misma hinchada de antes. Ya no se ven a si mismos como más grandes que River. .o sea es un club distinto al que ellos creían. Un club al que obligadamente lo ven como un trauma disociativo defensivo.
Cómo una proyección psicológica.
“Somos cebollitas de River, pero finjamos ser más grandes para poder sobrevivir en la mentira”

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Soy yo o me parece que Paredes viene a hacer agua?

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Porque se le chupa tanto las bolas a estos campeones del mundo? cuando los del 86 volvian a jugar a la argentina los puteaban y no les daban plaquetas.

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Antes no salian tanto dinero, por eso, los del 86 ya fueron encima, imaginate los del 78, pobres.

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No creo que esten en el olvido, el otro dia pasculli le salio al cruce a De paul. Yo me referia que a estos les chupan mucho las medias, Grondona los meaba a los del86, hasta se peleo con Maradona.

ahora una chupamedias a jugadores, tecnicos presidentes todo especialmente de river y boca totalmente desmedida, producto de las redes.

siempre fue asi, historicamente, el tema es el lapsus desde 2000 a 2007 en el que ingresaron mediante la plata de macri, el apoyo de grondona y el grupo clarin. pero nunca fueron mas grandes ni que independiente, ni hablar en la decada de los 90 donde los principales rivales nuestros fueron velez y el rojo

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perdieron el partido mas importante de todos los tiempos yendo 3 veces arriba en el marcador y jugando las 2 veces de local, algo insolito

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la gente que va hoy por hoy al chiquero tienen el mismo discurso que los equipos del ascenso: “mira lo que es esto? mira la gente que viene, esto es pasion” “yo vengo por los colores, no por el resultado” “a mi no me importa ser campeon me importa vuoka”… bueno yo soy de River pero para mi un 2do puesto es un fracaso y en seguida voy a estar pidiendo responsables pq es nuestra forma de ser y nunca la tenemos que perder

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Con la noticia de la deuda de Passaverga las bolis salieron de la cueva…
Ahí tienen un ejemplo de que River les da de comer porque los vemos y pobrecitos…

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La bomba de mierda que les explotó con el tema del australopithecus de Palacios

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