Bizarreadas bosteras (Vol. 2) (parte 3)

Un despropósito fichar a Russo. Le cuesta hablar, agarrar el vaso de agua, beber el agua. Está demasiado simpático con los periodistas porque se sabe prontamente muerto y, como casi toda persona, quiere finalizar bien este recorrido terrenal.
No le queda más de un año y medio.

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