Una vez mas la violencia se hizo presente en un estadio del futbol Chaqueño. En el partido de anoche, donde Sarmiento venció a los formoseños en el estadio Centenario los hinchas locales se enfrentaron con la policía, y donde los propios jugadores del decano participaron de la gresca.
Finalizando el partido un grupo de hinchas del decano se preparaba para invadir, por lo que la policía se desplazó en el campo de juego, mas precisamente detrás del arco que da a la tribuna local, para evitar cualquier tipo de incidentes.
Quizás por falta de criterio o ineficacia, la policía en vez de formar un cordón humano reprimió a los hinchas con gas pimienta, mientras que los bomberos arrojaron agua a los simpatizantes que estaban subidos al alambrado.
Esta situación provocó la reacción de los jugadores de Sarmiento, donde tanto Carreras como Reynoso se tomaron a golpes con la policía, tal fue la situación que el propio capitán tomó del cuello al jefe del operativo y donde además Carreas recibió un disparo en su pantorrilla.
Mientras tanto los hinchas arrojaban todo tipo de elemento al campo de juego, donde además de piedras y palos también rompieron un puesto de venta de comidas.
Otra vez lo que debía ser una fiesta se vio empañada por la violencia, y donde lo lamentable es que esta vez también participaron los jugadores del plantel profesional de Sarmiento, quienes deberían dar el ejemplo.
Una vez mas la violencia se hizo presente en un estadio del futbol Chaqueño. En el partido de anoche, donde Sarmiento venció a los formoseños en el estadio Centenario los hinchas locales se enfrentaron con la policía, y donde los propios jugadores del decano participaron de la gresca.
Finalizando el partido un grupo de hinchas del decano se preparaba para invadir, por lo que la policía se desplazó en el campo de juego, mas precisamente detrás del arco que da a la tribuna local, para evitar cualquier tipo de incidentes.
Quizás por falta de criterio o ineficacia, la policía en vez de formar un cordón humano reprimió a los hinchas con gas pimienta, mientras que los bomberos arrojaron agua a los simpatizantes que estaban subidos al alambrado.
Esta situación provocó la reacción de los jugadores de Sarmiento, donde tanto Carreras como Reynoso se tomaron a golpes con la policía, tal fue la situación que el propio capitán tomó del cuello al jefe del operativo y donde además Carreas recibió un disparo en su pantorrilla.
Mientras tanto los hinchas arrojaban todo tipo de elemento al campo de juego, donde además de piedras y palos también rompieron un puesto de venta de comidas.
Otra vez lo que debía ser una fiesta se vio empañada por la violencia, y donde lo lamentable es que esta vez también participaron los jugadores del plantel profesional de Sarmiento, quienes deberían dar el ejemplo.