“Conozco a Aguilar de cuando me pedía autógrafos”
El relator habla de su pelea con Sand y de su debilidad por Ortega. “El futbolista de hoy define su vida sentimental muy rápido. Yo banco a Crespo, que se casó a los 30”. Dice que River necesita un DT motivador y una limpieza en el plantel.
Lito Costa Febre ¿el Millonario de River Monumental? .“Pará, Gallina me gusta más. Es más popular”, acota Atilio. Su relación con el fútbol empezó en el patio de la casa de la ciudad de Alberti armando un arco con dos latitas y esperando los martes, cuando, con la caída del sol, llegaba la revista Goles. “Un día de me metí debajo de las sábanas con un espiral al lado de la cama por los mosquitos y me quedé dormido sin darme cuenta de que la sábana se estaba prendiendo fuego. Vino mi vieja y me dijo: ‘¡Todo por escuchar a ese loco que ni sabés quién es, te voy a matar!’. Ese loco era Victor Hugo Morales a quien amo profesionalmente”.
-“Relata Atilio Costa Febre desde la cancha de River”, ¿te acordás?
-¡Sí! Año 1985. Yo era periodista y no tenía idea de ser relator. Parnisari me pidió la entrada y no tuve opción. Estaba en Nuñez haciendo la conexión de un River-Argentinos. Ese mismo día canto gol del paraguayo Villalba y lo había hecho Francescoli. ¡Me quería matar!
-¿Y cuándo te sentiste protagonista?
-En la previa a mis primeros 90 minutos en cancha de Huracán, relatando Tigre-Chacarita. No dormí durante 48 horas de los nervios. Ahí me di cuenta de que el camino dentro del periodismo deportivo estaba en el relato.
-Hace 17 años que seguís a River, ¿sufrís enajenación mental frente al micrófono?
-Trato de ser equilibrado en el elogio y la crítica pero, por ejemplo, Ortega es mi gran debilidad. En una de sus últimas recuperaciones cuando le hizo un gol a San Lorenzo largué el micrófono. Yo sabía lo que le estaba pasando pero no era público todavía.
-¿Acaso fue uno de tus mejores relatos de gol?
-Me queda el de Enzo a Talleres sobre la hora que le da el campeonato a River, los de Crespo en el 96…
-¿Te agranda intuir que nadie puede ocupar tu lugar?
-Algún poderoso de los medios podría, pero la gente es mi gran capital. Impuse un estilo y eso no se lo regalo a nadie. Trabajé desde espacios marginales y nunca tuve que reptar sobre el poder del fútbol, ni me gustó ser amigo de los futbolistas. A veces he tenido problemas.
-¿Tal vez Sand?
-La que se escuchó no era mi voz. En mi cabeza no entra la amenaza.
-¿Pudieron hablar?
-Le dejé un mensaje en su casa y nunca contestó.
-¿Está bien que el plantel no le responda al director técnico?
-¡Obvio! Decime cuántas veces Ortega obedeció a un DT. Los desobedientes, muchas veces, cambian el curso de un partido. Francescoli, Jota Jota, el Beto Alonso, Passarella…
-¿Qué cosas le dirías a Daniel?
-No quiero hablar con él. No se bancó mis críticas y quiero señalar que mi archivo respalda que fueron previas a lo acontecido.
-¿Te hizo ruido que Aguilar ratificara a Pellegrini y a Passarella?
-Lo conozco a José desde la época en que me pedía autógrafos. Se equivocó en no renovarle el contrato un año más a Ramón, en prolongar un año a Pellegrini, en no dejar ir al Negro Astrada cuando él quería, en traer a Merlo y bancó demasiado a Pasarella.
-¿River necesita un complejo vitamínico o un antidepresivo?
-De todo un poco, un psicólogo, un técnico motivador y una profunda limpieza en el plantel actual.
-¿Qué te sugieren los romances públicos de los jugadores?
-El futbolista de hoy define su vida sentimental muy rápido. Me gusta Crespo, que se casó a los 30…
-¿Más o menos como te pasó a vos?
-Yo, a los 20, corría a las minas por las calles de mi pueblo y ganaba seguido.
-¿Te bancás el primer y el segundo tiempo?
-El primero, segundo, alargue, tercero y lo que sea.
-Y ya que de pibe eras un gran arquero, ¿me confesás tus golazos?
-No se pueden decir.
-¿Pero no dijiste que estabas preparado para atajar las difíciles?
-¡Sí, pero también te dije que estoy casado desde hace diez años!