Argentina nuclear

No se distraigan con boludeces chicos, tomen, sean felices.

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En la última entrada de la saga de artículos que lineka Nicklas, dicen que aparentemente el Gobierno no apoyará al candidato argentino a presidir la organización mundial. Vaya uno a saber por qué.

Ahora, te los ponés a leer y todo arranca desde el fallido experimento nuclear de la isla Huemul y la importación de científicos nazis (muchos menos que EEUU y URSS, pero suficientes como para que Hollywood nos encaje el mote de Refugio Nazi)

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Imbecilidad como la tuya nos privo del creador del principio de incertidumbre

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Me interesó mucho este tema.
Según este artículo de PERFIL, desconozco su veracidad y suelo desconfiar de cualquier medio de comunicación de este país, vienen estirando la postulación de Grossi porque podría generar ‘‘conflictos’’ con la postulación de Malcorra para la ONU.

http://www.perfil.com/politica/el-hombre-nuclear-es-argentino-y-podria-liderar-el-mundo.phtml

@Nicklas; podrás explicar más o menos cómo se vería afectado nuestro país si el director de la OIEA fuese Grossi? Digo porque recuerdo a Malcorra declarar que si ella fuere Secretaria Gral de la ONU ‘‘perdería su argentiniedad’’ osea debiera mantenerse siempre imparcial y no nos podría beneficiar en nada. ¿Cómo sería ese tema en la OIEA con Grossi?

Y una consulta más por curiosidad, ¿tenés idea a que apunta la política del gob de Macri en materia de Energía Nuclear? Más que nada sobre que medidas tomaron, toman o tomarían, porque sabemos que los discursos de los politicos argentinos tienen patas muy cortitas.

Saludos!

Sí, pero no hay mucha info al respecto, solo lo que tiraron en ese blog. Lamentable si ese es el caso. Recién charlabamos del tema con mi viejo. Le comenté que andaba leyendo y me dijo que justo hace un tiempo desde una empresa del complejo nuclear de Ezeiza les consultaron (trabaja en Conarco, se dedican a fabricar equipos e insumos de soldadura) por unos tornillos. Le conté el tema este de Grossi y para él por más que la construcción de Carem siga en marcha la dinámica propia de la economía macrista nos va a meter probablemente en una crisis tan importante que el verdadero potencial de exportación de ese proyecto va quedar muy reducido.

En ese sentido, justo esta semana ví de casualidad esto en el kiosco:

Obvio que la compré. Hay un dato muy interesante ahí. Sobre el proyecto Carem citan a Gadano, a cargo de la Subsecretaría de Energía Nuclear en el Ministerio de Energía,(creada por este gobierno para coordinar estrategicamente a organismos públicos, privados, empresas públicas, privadas o mixtas), quien dice que van a crear una empresa, Carem S.A., para capturar el 20% del mercado mundial de ese tipo de reactores. La empresa tendra que ser “dinámica, pequeña y eficiente para trabajar en la ingeniería básica del proyecto y, a la vez, que puede vender el producto final”. Lo importante: “Vamos a necesitar un socio financiero para esa empresa, con espalda internacional”.. Que temita ese, encima en una país de empresarios cagones como este, que están forrados en guita pero la duermen en inmuebles o paraísos financieros. Lo de “espalda internacional” suena a que buscan empresas de afuera para crear un consorcio mixto a través de Carem S.A.

Lo que sí ya queda claro es que el mercado para esto existe, se va poner calenchi calenchi en el futuro cercano y hay MUUUCHA guita en juego. No la podemos cagar, viejo!

---------- Post Merged on 29-10-2016 at 00:11 ---------- Previous Post was on 28-10-2016 at 23:55 ----------

La info esa de Perfil la dieron también en Ámbito financiero y en el blog ese de la primer página. Es cierto que Grossi no iría a la OIEA en calidad de diplomático representando al país (como lo es ahora siendo embajador en Austria), sino como una persona que, imparcialmente, de todas formas pisaría la pelota para que las potencias no sigan embarrando el desarrollo nuclear de países no desarrollados pero con programas nucleares exitosos y fundamentalmente pacíficos, como el nuestro. Sobre el contexto particular que engendra a un tipo como Grossi, acá hay algo:

[SPOILER]Argentina Nuclear, 2016 – V
octubre 5, 2016
Sigue Daniel Arias con su campaña para que Argentina consiga la dirección del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Aquí nos cuenta historias y realidades de la Cancillería argentina poco conocidas.

Cómo fabricar un Rafael Grossi: Cernadas, Saracho, la DIGAN

El Programa Nuclear Argentino nació de un error de Perón, pero además y fundamentalmente, de cómo Perón corrigió su error. Sobre eso volveré después.

Son asuntos de hace 70 años, lo que me obliga a recurrir a fuentes históricas. Me da grima reconocer que todos –salvo Roberto Mariscotti- son más jóvenes que yo. Grossi hereda toda esa historia vieja del Programa Nuclear, pero sale de otra más reciente.

A Max Cernadas, hoy embajador en Hungría, tengo sí o sí que presentarlo en acción. Es compañero de promoción y colega de Rafael Grossi. Corre 1984 y Max, de entonces 24, tiene un rostro aniñado, un bigotito estilo “Sargeant Pepper’s” y es un ínfimo “note taker” de la Dirección de Asuntos Nucleares y Diplomáticos de la Cancillería (DIGAN).

Max está pasando la ordalía de dos años de física, ingeniería y política nuclear estudiados en la empresa INVAP, según convenio establecido entre el embajador Adolfo “Chin-chín” Saracho y el doctor Conrado “El Petiso” Varotto, titulares respectivos.

Cernadas, contrariando su formación de abogado y diplomático, está con la nariz hundida en un perplejo libro de radioquímica cuando lo llaman de urgencia a la guardia de la entrada. Los gendarmes están en pánico: acaban de llegar sin invitación o preanuncio el embajador estadounidense de Ronald Reagan, Frank Ortiz, y comitiva. Que exigen paso franco para entrar a la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu o “Pilca”, distante 80 kilómetros, la más reservada del país. Así de pesados, nomás.

Max, aterrado, pide instrucciones a su jefe en Buenos Aires. El tucumano Saracho le dice: “Arréglese, amigo. Pero a éste tipo me lo para en la puerta. No puede entrar ni siquiera al CAB (Centro Atómico Bariloche, un sitio muy visitable) sin invitación previa. Éste no es su patio trasero ni una república bananera. Y Ud. se lo va a meter en el marote a Ortiz”.

El Tex-Mex Frank Ortiz, republicano de derecha, está muy sacado ante la inesperada demora. Lo secunda un discreto hato de mamuts de 1,90 metros de los del Secret Service, tipo “Men in Black”, y a su diestra campea canchero su “science advisor”, Bill Tillney, un cowboy con cerebro de físico y físico de Marine, y de yapa agente de la CIA.

Durante las primeras tres horas, Cernadas dejó a entrar al “team” yanqui hasta la cafetería del Centro Atómico, pegada a la puerta. Ahí los sentó, ordenó que un par de gendarmes con FAL se hicieran visibles afuera, y se las arregló solo él y con su alma “para entretenerlos”, mientras Ortiz se ponía muy matón y chirriaba de furia. Él era el embajador de los EEUU y negarle entrada a una instalación nuclear era admitir que ésta era “proliferante”.

¿Cernadas se imaginaba, tan joven, las consecuencias negativas para su carrera? ¿O acaso se creía que adentro de la Cancillería Argentina él, Ortiz, no tenía aliados en contra de aquella ridícula aventura nuclear de la Argentina, el enriquecimiento de uranio? Max sabía exactamente a quiénes se refería Ortiz, se imaginaba qué pasaría si llegaba a tenerlos de jefes (desgraciadamente, eso sucedió), sonreía sin convicción, sudaba frío y se imaginaba sin forzar mucho la imaginación un futuro ignominioso para su carrera. Pero seguía explicándole al Ortiz con toda cortesía que no le iba a franquear paso a Pilca ni ebrio ni dormido, y que gestionara un permiso formal a través del Departamento de Estado con el Canciller Caputo.

Pero (carraspeo cortés, aquí), le advertía a Ortiz que, dado el consenso del presidente Alfonsín y de Caputo en la materia, no era imposible que recibiera una respuesta negativa. Aunque tal vez eso tuviera consecuencias negativas –indeseables, por supuesto- para la carrera de Ortiz.

A esa altura de la pulseada ya se había corrido la bola por todo el Centro Atómico Bariloche y empezaron a caer por el café, relamiéndose de contentos, los profesores y estudiantes del Instituto Balseiro. Venían a clavarle banderillas a “los gringos”.

“Les damos acceso a Pilca, pero a condición de que se reexamine la deuda externa argentina”, tiró uno. “Y a que se desmonte la base que la OTAN está construyendo en Mount Pleasant, en las Malvinas”, añadió otro. “Y además –remató algún ingenioso- queremos derechos de inspección a las plantas de enriquecimiento de uranio estadounidenses. Sospechamos seriamente (cara de consternación) que las usan para hacer armas de destrucción masiva”. Y así siguieron un rato.

Horas más tarde, en su retirada con la sangre en el ojo, Ortiz masculló una estela de “chingatumares” y “fucks” que llegaba hasta el aeropuerto y el avión, y quedó flotando semanas en el arrachado viento patagónico. Poco después, Bill Tilney regresó solo, alquiló una camioneta y trató de llegar desapercibido a Pilca por su cuenta, a través de esos 60 kilómetros de ripio poceado, donde alguna vez rompió punta de eje un camión Unimog tratando de llevar suministros a la instalación nuclear. Pero a Tinley lo frenó un tronco de lenga brutamente atravesado de parte a parte del camino vacío. Raro, en una zona estepárida y sin bosque.

En fin, aquella tarde Max Cernadas y su libro posterior, “Una épica de la paz” (Eudeba, 2016), se ganaron el derecho de ser una de mis mayores fuentes.

La “aneda” me sirve para presentar a la DIGAN: ésta era y a veces vuelve a ser un grupo de élite dentro de la Cancillería, diplomáticos casi sin emplumar elegidos incluso antes de haber egresado del Instituto del Servicio Externo de la Nación (ISEN).

Ahí nomás les caían dos años de especialización en asuntos nucleares dictados por INVAP en todos los centros atómicos de la CNEA, aunque no por ello cobraran un centavo más o ganaran puntaje en la carrera. Jóvenes, fanáticos, patriotas, irreverentes, trabajólicos, los “diganistas” vivían ansiosos por irse a vender fierros nucleares criollos a destinos considerados “de mierda” por sus colegas finolis de “la línea Revlon” (Londres, París, Nueva York) de la Cancillería. A los que soportaban con cortesía, pero sin entusiasmo, y viceversa.

Secuestrados por Saracho a tiempo completo desde pichones, no sabían de tiempo libre o de sus esposas, si las tenían. Pero el infernal tucumano de todos modos les sacó cualquier remanente de energía y horarios cuando organizó “el Grupo de los Seis”, junto con Suecia, la India, Tanzania, México y Grecia, países juramentados para romperle… los relatos pseudo-pacifistas a los EEUU y a la URSS. Sí, la India ahí, con su programa bélico, era un integrante discutible, pero aportaba número.

Obviamente, la DIGAN cambió para mal en épocas de Di Tella y muchos –entre ellos Saracho y Grossi- se subieron a los botes salvavidas. Pero en 1984, impetuosa y nuevecita, aquella era la auténtica nave de los locos. Caputo y su “vice”, “Jorgito” (primo de Jorjón) Sábato la defendían. Como periodista científico reciente, yo solía pasar un par de horas semanales en aquel lugar. El café era abominable, pero el sitio era una mezcla de conspiración y mentidero donde se aprendían cosas.

[/SPOILER]

Y respecto a Macri, el presupuesto para la construcción de Carem parece estar garantizado, son 2.000 millones de pesos para el 2017. Al menos figura en el proyecto de presupuesto que giró el gobierno al Congreso. Pero claro, las cuestiones que dije antes: se esta necesitando y buscando “espalda financiera” para, si todo sale bien y a futuro, dar a basto a la potencial demanda internacional de centrales de este tipo.

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Bueno, eso está muy bien. Ojalá sea así. Asociarse a un capital que pueda sostener el proyecto y ayudarlo a crecer.

Ahora, si la candidatura de Malcorra además de incluir el acuerdo con el Reino Unido le jode la postulación a Grossi,y encima para perder… es para matarla.

Que tenemos potencial para ser grosos en la energia nuclear y en muchas otras cosas no hay dudas, pero el principal problema de la Argentina es la clase de gente que habita este suelo, tenemos mentalidad tercermundista y de pais colonizado.

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Parece que seguirá nomas Amano al frente de la OIEA y a Grossi lo congelan para una hipotética candidatura en 2021.

En fin, parece que a este gobierno no le interesa jugar fuerte por lo nuclear.

Revivo porque la Agencia Tecnología Sur Sur (TSS) publicó en diciembre una serie de notas tituladas “Argentina, Irán y Venezuela: el falso triángulo nuclear” que vienen al pelo para desmitificar una de las grandes operaciones de prensa vinculadas al caso Nisman que se viene cociendo. Presten mucho atención sobretodo a la tercera parte, creo que el tema se entiende mejor si se comienza por el final:

http://www.unsam.edu.ar/tss/argentina-iran-y-venezuela-el-falso-triangulo-nuclear-tercera-parte/

Sucintamente, Argentina de ninguna manera proveyó ni pede proveer a Irán o cualquier otro país de tecnología para reprocesar plutonio (el elemento para la fabricación de bombas).

Ya que revivo, les aviso que la obra del reactor modular pequeño Carem se puede volver a parar. Techint demanda que los contratos firmados se actualicen por inflación. A este ritmo, la van a terminar muy entrada la década del 20. Estamos peligrosamente bajando el ritmo en la carrera por la bolsa de los USD 80.000 millones

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Pero como al sionista Nisman no lo mato un comando irani - cubano - venezolano segun la teoria fundamentadisima de la doctora carrio?

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Macri la concha de tu madre

En EEUU otra gente seriamente rica, filantrópica y temerosa de las “class actions”, literalmente gritan que hay que volver a lo nuclear y ponen plata en ello, como Bill Gates (ver aquí). Dicen que por ahora –nos guste o no- la fisión es la única fuente eléctrica disponible a toque de botón y libre de emisiones invernadero. Si se quiere disponibilidad eléctrica 24x7x340 horas /días / año (15 para mantenimiento), las opciones son todas peores.

En el caso de Gates, su pulsión atómica es triple: además del instinto de conservación de especie están su nacionalismo y sus intereses: EEUU no tiene ningún reactor vendible ni siquiera en su mercado interno desde 1981, año en que Gates llegó a ser quien sería, al decir de Borges. El liderazgo mundial en centrales nucleoeléctricas grandes (de 900 MW para arriba), tras asentarse en la Francia de los ’80 a los ’90, pasó con el fin de siglo a China, Rusia, la India y Corea.

Gates cree tener una minicentral muy disruptiva, la TerraPower, con combustible líquido (sales derretidas de uranio) capaz de volver a sentar al Tío Sam en la mesa del póker energético futuro. Si no lo logra, será un juego bastante nuclear y asiático, con Occidente de mirón, salvo Rusia, hasta donde le cabe la occidentalidad.

Pero el Tío Sam trata de comprar otro asiento más grandote en esa mesa: la central compacta modular NuScale, copiada descaradamente del CAREM argentino, ya con luz verde regulatoria en fase 1, “siting” decidido en el Idaho National Lab, propietario municipal (UAMPS, Utah Associated Municipal Power Systems), cash-flow asegurado y 80 firmas proveedoras encolumnadas tras la constructora FLUOR, ingeniería y montajes. En 2020 arrancan e irán a velocidad warp.

Estamos durmiendo. Moreno tiene razón, es mejor que el gobierno se vaya o que lo vayan por el Congreso.

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no voy a leer todos estos copy pastes

me imagino que no estaran echandole la culpa a macri de esto no? bien sabemos que las bases chinas de esta mierda las puso Cristina Fernandez de Kirchner

No es tan así, hay mucha mezcla de culturas. Hay gente que hace grande al país, y hay gente tercermundista como decís, lamentablemente estos últimos son la mayoría, pero hay gente con potencial como el primer mundo, no todos son unos trogloditas. Los que estudian ingeniería habrán tenido compañeros que hicieron dos años nomas para irse al balseiro

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de que hablan maldita sea
eso me pasar por no leer esos copy pastes aburridos

no hace falta dandy, lee el titulo, lo que puso ese chico y lo que yo le respondi

mucha informacion para mi

Acuerdo con China para construir otra central nuclear. Creo que era un acuerdo que se había cancelado hace un tiempo.

A ver muchachos este país es una cagada…o son muy jóvenes o son viejos que ven la novela turca y a Tinelli o infunabkes todo el dia

Es un espanto. Observen:

China presta a la Argentina 10 mil millones de dólares para la central nuclear que nos va a vender

En todo caso, hasta aquí la información. Nuestro experto en temas nucleares, Daniel Arias, tiene una evaluación muy negativa del asunto y la expresa:

“Esto que se acaba de firmar casi a escondidas es muy inferior a la propuesta inicial acordada entre China y Argentina en 2014, a la de Aranguren en 2017 y a la del susodicho cacique petrolero en mayo de 2018, y a todas las que siguieron. Va a ser difícil empeorarla.

De intereses nomás, ahora los chinos se fueron del 4% al 5,5% anual. De una financiación regalada, que la China National Nuclear Company nos daba para “primerear” a la rusa ROSATOM en Sudamérica, nos estamos yendo a una bastante más de mercado. Bíblicamente, es la primogenitura por un plato de lentejas.

La Hwalong-1 se compra con una participación argentina del 15%. Lo lógico es el 50%, más o menos lo que vale la obra civil (pozos y hormigón, al menos un 40%) más todo lo que se logre negociar de componentes electromecánicos y electrónicos de industria nacional. Atucha I se compró con un 31% de participación argentina asegurada y eso en 1967: era nuestra primera central.

Jamás el Programa Nuclear Argentino hizo una compra tan “llave en mano” como ésta de la Hwalong-1. No es una vuelta a los ’60 sino a los ’50, cuando la CNEA era una entidad académica.

Y hay una “rebaja china” de U$ 1000 M sobre el precio total que se compensa con una partida extra de financiación de U$ 2500 M, a disposición no de NA-SA sino del Tesoro Nacional. Esto en Argentina significa “caja política”, especialmente en tiempos electorales. Esos U$ 2500 millones, estimadas y estimados y timados, sirvieron para aceitar la compra y pueden darlos por desaparecidos. Hasta nuevo aporte chino, de aquí a unos años.

Y lo habrá, o los habrá, porque está en el interés propagandístico chino que la central llegue a entrar en línea y mostrarla. Nuevos préstamos en su momento serán negociados en especies, por ejemplo con más núcleos “made in China” y menos núcleos argentinos. Y la plata vendrá desde Beijing, porque también es de interés chino: una Hwalong-1 con núcleos exclusivamente chinos termina costando, al fin de su vida útil, el equivalente de 3 Hwalong-1. Bíblicamente, empieza el milagro de la multiplicación de los panes (para los chinos) y de los peces (sólo que los pescados somos nosotros).

Peor aún, con las 230 cesantías que hubo en 2018 en la Unidad de Gestión de NA-SA (su grupo de arquitectura nuclear) y el nuevo directorio a cuyo frente está el sociólogo Julián Gadano, a cargo de ir desmontando el Programa Nuclear desde que asumió, queda cantada otra cosa. El papel de la constructora estatal argentina de centrales de ahora en más será el de mirón durante la obra. Es más, en cuanto la misma esté funcionando, si el gobierno nacional es éste o alguna metástasis de éste a futuro, se intentará privatizar la gestión de la Hwalong-1 en alguna “utility patriótica”.

NA-SA, después de todo, terminó saliendo buena e incluso muy buena tras haber nacido por los motivos erróneos. La inventó Menem, tras cerrar las dos unidades de diseño y construcción de centrales de la CNEA. Eran ENACE, copropiedad CNEA 75% y SIEMENS 25%, y la Dirección de Centrales Nucleares (DCN) de la casa.

NA-SA fue creada para privatizar el parque nuclear existente (Atucha I y Embalse), pero ningún “capitán de industria” -como los llamaban edulcoradamente Clarín y La Nación- levantó la mano ni hizo ofertas. Y es que las dos centrales en línea ya promediaban la mitad y un tercio de su vida operativa respectivamente. Peor aún, por ser un prototipo, Atucha I, inaugurada en 1974, había necesitado de una reparación integral no prevista entre 1988 y 1989. Vista la oferta, dijeron los capitanes, era mejor negocio cobrar peajes en las rutas, o vaciar los trenes.

Peor aún, cuando se inventó NA-SA para privatizarla, estaba incluido aquel molesto compromiso contractual de terminar Atucha II. Bueno, hombre, lo que es prometer, sale gratis, trató de tentar Menem a los capitanes. Pero ojo. ¿Y si a futuro salía elegido algún gobierno loco que se tomara ese inciso al pie de la letra y tratara realmente de aplicarlo? Son imponderables, pero unos años más tarde, es lo que le pasó a don Franco Macri con el Correo Argentino, en épocas de Néstor Kirchner. Expropiado por incumplimiento grave de inversiones fijadas en contratos…

Los gobiernos locos están en nuestro ADN, carraspean, nerviosos, los capitanes. Quienes no se hicieron billonarios firmando cheques.

Otra cosa es si el día de mañana algún Julián Gadano o similar te ofrecen operar la Hwalong-1 nuevecita, joya nunca taxi, sin compromiso de terminar o iniciar nada que lleve el adjetivo “nuclear”. En tal caso los tiempos dan bien: las 4 Hwalong-1 chinas y al menos 2 pakistaníes hoy en obra ya van a estar operativas, y habrán acumulado entre todas algunas miles de horas en funcionamiento como para saber si esta máquina nueva es pato o gallareta. Mientras eso no suceda, la operación no es privatizable, como la de ningún prototipo, y menos con una vida útil planificada de 60 años.

Con este contrato NA-SA planifica su futura autodestrucción. Su presencia en obra de la Hwalong-1 será casi simbólica, y su existencia ulterior, si la central entra en línea y resultó buena, se volverá redundante. Se autoeliminará de la ecuación, o alguien usará en ello su daga de misericordia. No sólo desde hace unas semanas NA-SA tiene un nuevo directorio al uso, sino que desde 2018 a hoy pasó de 3400 profesionales, técnicos y operarios especializados a 2800. Y descontando…

Terminada la obra, la electricidad de la Hwalong-1, es previsible, no la venderá NA-SA. Nadie se asuste si ésta vez entre los que levanten la mano con un Rólex en la muñeca pidiendo operarla aparezcan algunos nombres nuevos, ajenos a nuestra añeja patria contratista. Corresponderán a señores nacidos en las poderosas ciudades-puerto chinas. Nadie se asuste si el kilovatio/hora pagado por el consumidor final sale un poco caro. Nadie se asuste si a partir de entonces el estado nacional queda efectivamente desligado de todo otro proyecto nucleoeléctrico, y la CNEA residual es canibalizada, destripada de laboratorios y relegada a asesorar obras de medicina nuclear y purgar una macilenta vida académica.

Entre tanto, ¿en qué quedan las 130 empresas privadas argentinas que terminaron Atucha II y las 100 que retubaron Embalse? Pintadas en la pared. Mirando nomás esa cifra ridícula, 15% de participación nacional, que en 1967 habría sido rechazada en términos rugientes por las cámaras industriales argentinas, resulta obvio que esta Hwalong-1 vendrá, al parecer, no sólo con ingenieros sino con técnicos y tal vez incluso obreros chinos, y no está descartado que operadores chinos, y que los argentinos “la miraremos pasar”.

Suponiendo -es sólo un decir- que los U$ 2500 “a disposición del Tesoro” terminen en la obra de la Hwalong, la presunta rebaja que nos hacen los chinos deja la central en más o menos U$ 8.800 el kw instalado. Es un precio aparentemente mejor en U$ 1000 por kw instalado que el de la oferta de 2014 por una CANDU de 740 y la Hwalong. Pero en el camino, la Argentina perdió:

  • 51 años de investigación, desarrollo e inversión industrial en uranio natural

  • El cierre del ciclo de combustibles

  • Los 740 MW de Atucha III CANDU en un predio ya licenciado para su instalación, y la dirección de su obra,

  • La mayor planta de agua pesada del mundo, la PIAP de Neuquén, que ahora cierra justo cuando se abre la demanda de la India

  • 130 empresas metalmecánicas, electromecánicas y metalúrgicas que se transformaron en proveedoras nucleares calificadas entre 2006 y 1018* El aprovechamiento en nuevas obras de los 400 ingenieros nucleares nuevos creados por la terminación de Atucha II y el retubamiento de Embalse

  • Probablemente, en los hechos también la dirección de obra de la Hwalong-1, ya que literalmente los de la CNNC “la bajarán de un helicóptero”

  • Probablemente, la operación estatal de la Hwalong-1

  • Una financiación del 4%, ahora recargada con un 1,5% adicional

¿Cómo llegamos de una oferta ya acordada entre China y Argentina de 2 centrales y enorme participación nacional a esta porquería de una sola central, y que usa un combustible que no nos interesa mayormente, y para peor “llave en mano”? El toque M, que viene a ser como el del rey Midas, pero al revés.

Y sin embargo, hay que decirlo, la opción y hasta nuevo y menos descerebrado gobierno, es puro vacuno fiambre, es decir Vaca Muerta. El lado positivo de este nuevo acuerdo por la Hwalong-1 es que la CNEA y NA-SA todavía no se mueren. La Secretaría de Energía (petroleros) se apropió del Programa Nuclear Argentino cuando estaba razonablemente saludable y creciendo, y lo hizo ingresar al hospital. Ahora con esta firma lo pasa a Intensiva, pero todavía no oficialmente a la Chacarita. Va en esa dirección, pero faltan unos años.

El sociólogo Julián Gadano, a cargo de la Subsecretaría de Energía Nuclear, ya embistió el témpano -en cumplimiento de órdenes- con ese bello Titanic que pusieron a su cargo, barco que quizás tendría sus problemas, pero no estaba mal. Ahora las opciones para los miles de profesionales y técnicos nucleares argentinos empiezan a ser un bote, o un salvavidas, o bracear hasta la hipotermia.

Y no obstante, también hay que decirlo, parte del establishment mediático y diplomático que ladra lo que manda La Embajada está furioso con tanta intromisión china en el patio trasero natural de los erróneamente autodenominados americanos.

Es una lástima para los ladrantes que los EEUU desde 1981 no logren venderse una central nuclear ni a ellos mismos: hasta que logren licenciar el NuScale -copiado de nuestro CAREM- y construirlo, las máquinas que hacen son demasiado caras o complicadas o ambas cosas en el mercado actual.

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