Argentina intentará juzgar los crímenes del franquismo

EL PAIS › ARGENTINA PUEDE INVESTIGAR LOS CRIMENES DEL FRANQUISMO

Aquí, allá y en todas partes

         [i]La Cámara Federal anuló la decisión de la jueza  María Servini de Cubría, que había archivado la denuncia de familiares  de víctimas del franquismo.   Ordenó que se envíe un exhorto a España para que informe si allí hay  alguna causa judicial abierta donde se estén investigando estos hechos.[/i]

                                                                                                                     [[cerrar](http://javascript%3Cb%3E%3C/b%3E:;)]
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                       [IMG]http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif[/IMG] Por Diego Martínez
                     Los  crímenes del franquismo no quedarán impunes. Aun si todos los  funcionarios, militares y dirigentes de la Falange estuvieran muertos,  los familiares de las miles de víctimas podrán ejercer el derecho a  conocer el destino final de sus seres queridos. Si no lo investiga la  Justicia de España, lo hará la Justicia argentina. La decisión, un hito  en la historia de la aplicación de la jurisdicción universal para juzgar  delitos de lesa humanidad, la tomaron ayer los jueces Horacio Cattani y  Martín Irurzun, al declarar la nulidad de la resolución de la jueza  federal María Servini de Cubría que, a instancias del fiscal Federico  Delgado, había rechazado un pedido de investigar presentado por  descendientes de víctimas y por organismos de derechos humanos de la  Argentina.
El intento de investigar los crímenes del dictador Francisco Franco  entre 1936 y 1952 le costó al juez Baltasar Garzón una acusación por  prevaricato, la suspensión temporaria en el cargo y un proceso que  podría concluir con su inhabilitación. La actuación del magistrado que  en los ’90 impulsó la investigación de los crímenes en Sudamérica, sin  embargo, fortaleció el reclamo de los descendientes de las víctimas, que  comenzaron a organizarse hace quince años, y derivó en movilizaciones  masivas en toda España.


Ante la parálisis del proceso y la persecución al juez, la  Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica de España, junto con  familiares de víctimas de dirigentes asesinados y organismos de derechos  humanos, presentaron en Argentina, el 14 de abril, una denuncia para  terminar con más de setenta años de impunidad. La primera negativa  corrió por cuenta de Delgado, quien no rechazó el principio de  jurisdicción universal, pero consideró que la investigación de Garzón no  estaba cerrada, sino “a la espera de que el Tribunal Supremo se expida  sobre el punto”. El 7 de mayo, en base al dictamen fiscal, Servini de  Cubría sostuvo que no podía investigar de oficio y rechazó el pedido.

Cattani e Irurzun, miembros de la Sala II de la Cámara Federal, consideraron que la resolución de Servini de Cubría “carece de fundamentación y sustento” y cuestionaron la decisión por no controlar la legalidad del dictamen fiscal que la jueza consideró vinculante. También la criticaron (e indirectamente al fiscal) por “no haber evaluado si la información en la que el fiscal basó su postura desestimatoria –obtenida en Internet– representa sustento suficiente” para rechazar la apertura de la investigación.

Además de declarar la nulidad de la resolución, los camaristas le ordenaron a Servini librar exhorto al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para que informe “si efectivamente se está investigando la existencia de un plan sistemático generalizado y deliberado de aterrorizar a los españoles partidarios de la forma representativa de gobierno, a través de su eliminación física, llevado a cabo entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977”.

El detalle de las fechas no es menor: Garzón extendió su investigación hasta 1952, cuando terminaron las mayores matanzas del régimen; los abogados encabezados por el argentino Carlos Slepoy pidieron que la investigación alcanzara hasta el fin del régimen en 1977. Extender la indagación un cuarto de siglo implica ampliar el universo de imputados. Mientras España se tome su tiempo para responder, los querellantes le pedirán a la jueza que solicite todas las medidas de pruebas requeridas, comenzando por la identificación de todos los ministros, altos mandos de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil y dirigentes de la Falange.

La segunda buena nueva de la Cámara fue su aceptación de un criterio amplio en materia de legitimación para querellar. Servini había aceptado en el rol a Darío Rivas, hijo de Severino Rivas, ejecutado cuando era alcalde de Castro de Rei, pero había rechazado a Inés García Holgado, sobrina nieta de Elías García Holgado, fusilado cuando también era alcalde en Salamanca. Los jueces destacaron que debe aplicarse el principio general por el cual toda persona ofendida por un delito de acción pública tiene derecho a constituirse como querellante, más allá del grado de parentesco, y recordaron que todos tienen idéntico derecho a la verdad, que es parte de un más amplio derecho a la Justicia.

“Esperemos que la jueza esté a la altura de la enorme trascendencia internacional que tiene esta causa”, se esperanzó Slepoy. El abogado recordó especialmente que, igual que las Madres de Plaza de Mayo, entre doscientas y trescientas personas caminan en ronda, todos los jueves, en la Puerta del Sol, en Madrid, con pancartas de sus seres queridos asesinados. “El proceso está naciendo con enorme fuerza. Lo que pueda hacer la Justicia argentina va a ser de enorme trascendencia.”


Aquello por lo que Baltazar Garzón fue destituído en España. Recordemos que Baltazar Garzón enjuició en su momento en España al represor argentino Scilingo y lo condenó por haber participado de los “vuelos de la muerte” a 640 años de cárcel, y que entre otras cosas gracias al testimonio que dio ante él hoy podemos juzgar en nuestro país a la cúpula de las fuerzas armadas… Sería una muy linda devolución de gentilezas.

EL PAIS › ARGENTINA PUEDE INVESTIGAR LOS CRIMENES DEL FRANQUISMO

Aquí, allá y en todas partes

         [i]La Cámara Federal anuló la decisión de la jueza  María Servini de Cubría, que había archivado la denuncia de familiares  de víctimas del franquismo.   Ordenó que se envíe un exhorto a España para que informe si allí hay  alguna causa judicial abierta donde se estén investigando estos hechos.[/i]

                                                                                                                     [[cerrar](http://javascript%3Cb%3E%3C/b%3E:;)]
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                       [IMG]http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif[/IMG] Por Diego Martínez
                     Los  crímenes del franquismo no quedarán impunes. Aun si todos los  funcionarios, militares y dirigentes de la Falange estuvieran muertos,  los familiares de las miles de víctimas podrán ejercer el derecho a  conocer el destino final de sus seres queridos. Si no lo investiga la  Justicia de España, lo hará la Justicia argentina. La decisión, un hito  en la historia de la aplicación de la jurisdicción universal para juzgar  delitos de lesa humanidad, la tomaron ayer los jueces Horacio Cattani y  Martín Irurzun, al declarar la nulidad de la resolución de la jueza  federal María Servini de Cubría que, a instancias del fiscal Federico  Delgado, había rechazado un pedido de investigar presentado por  descendientes de víctimas y por organismos de derechos humanos de la  Argentina.
El intento de investigar los crímenes del dictador Francisco Franco  entre 1936 y 1952 le costó al juez Baltasar Garzón una acusación por  prevaricato, la suspensión temporaria en el cargo y un proceso que  podría concluir con su inhabilitación. La actuación del magistrado que  en los ’90 impulsó la investigación de los crímenes en Sudamérica, sin  embargo, fortaleció el reclamo de los descendientes de las víctimas, que  comenzaron a organizarse hace quince años, y derivó en movilizaciones  masivas en toda España.


Ante la parálisis del proceso y la persecución al juez, la  Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica de España, junto con  familiares de víctimas de dirigentes asesinados y organismos de derechos  humanos, presentaron en Argentina, el 14 de abril, una denuncia para  terminar con más de setenta años de impunidad. La primera negativa  corrió por cuenta de Delgado, quien no rechazó el principio de  jurisdicción universal, pero consideró que la investigación de Garzón no  estaba cerrada, sino “a la espera de que el Tribunal Supremo se expida  sobre el punto”. El 7 de mayo, en base al dictamen fiscal, Servini de  Cubría sostuvo que no podía investigar de oficio y rechazó el pedido.

Cattani e Irurzun, miembros de la Sala II de la Cámara Federal, consideraron que la resolución de Servini de Cubría “carece de fundamentación y sustento” y cuestionaron la decisión por no controlar la legalidad del dictamen fiscal que la jueza consideró vinculante. También la criticaron (e indirectamente al fiscal) por “no haber evaluado si la información en la que el fiscal basó su postura desestimatoria –obtenida en Internet– representa sustento suficiente” para rechazar la apertura de la investigación.

Además de declarar la nulidad de la resolución, los camaristas le ordenaron a Servini librar exhorto al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para que informe “si efectivamente se está investigando la existencia de un plan sistemático generalizado y deliberado de aterrorizar a los españoles partidarios de la forma representativa de gobierno, a través de su eliminación física, llevado a cabo entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977”.

El detalle de las fechas no es menor: Garzón extendió su investigación hasta 1952, cuando terminaron las mayores matanzas del régimen; los abogados encabezados por el argentino Carlos Slepoy pidieron que la investigación alcanzara hasta el fin del régimen en 1977. Extender la indagación un cuarto de siglo implica ampliar el universo de imputados. Mientras España se tome su tiempo para responder, los querellantes le pedirán a la jueza que solicite todas las medidas de pruebas requeridas, comenzando por la identificación de todos los ministros, altos mandos de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil y dirigentes de la Falange.

La segunda buena nueva de la Cámara fue su aceptación de un criterio amplio en materia de legitimación para querellar. Servini había aceptado en el rol a Darío Rivas, hijo de Severino Rivas, ejecutado cuando era alcalde de Castro de Rei, pero había rechazado a Inés García Holgado, sobrina nieta de Elías García Holgado, fusilado cuando también era alcalde en Salamanca. Los jueces destacaron que debe aplicarse el principio general por el cual toda persona ofendida por un delito de acción pública tiene derecho a constituirse como querellante, más allá del grado de parentesco, y recordaron que todos tienen idéntico derecho a la verdad, que es parte de un más amplio derecho a la Justicia.

“Esperemos que la jueza esté a la altura de la enorme trascendencia internacional que tiene esta causa”, se esperanzó Slepoy. El abogado recordó especialmente que, igual que las Madres de Plaza de Mayo, entre doscientas y trescientas personas caminan en ronda, todos los jueves, en la Puerta del Sol, en Madrid, con pancartas de sus seres queridos asesinados. “El proceso está naciendo con enorme fuerza. Lo que pueda hacer la Justicia argentina va a ser de enorme trascendencia.”


Aquello por lo que Baltazar Garzón fue destituído en España. Recordemos que Baltazar Garzón enjuició en su momento en España al represor argentino Scilingo y lo condenó por haber participado de los “vuelos de la muerte” a 640 años de cárcel, y que entre otras cosas gracias al testimonio que dio ante él hoy podemos juzgar en nuestro país a la cúpula de las fuerzas armadas… Sería una muy linda devolución de gentilezas.

Va a quedar en la nada.

Atroden.