Está claro que los sentimientos deportivos se sostienen sobre un alfiler. Por lo menos en la Argentina, el desequilibrio se potencia a niveles cósmicos según los caprichos de una pelota, la aptitud de un DT o la idoneidad de un árbitro, pero casi nunca por la (in)capacidad de una dirigencia. Y River no es ajeno a ello.
No puedo dejar de sorprenderme en exceso por los méritos que algunos le adjudican a Simeone (para mi parte importante, no fundamental) planteando la conquista de un torneo de 19 fechas como si se tratara del mundial de los mundiales. Pero también tengo dos cosas claras: respeto a full esas opiniones y se que vienen de hinchas sufridos. Y el sufrimiento no entiende de razones, sólo importa dejar de sufrir. Pasa que en la Argentina, el fútbol dejó de ser fútbol. El fútbol es vida (o muerte), y quizás en ese zigzag encontremos muchas de las miserias que nos rodean. Vivir cotidianamente como si todo se tratara de un River – Boca, desde el colegio, hasta si nos gusta el heavy, el rock, la cumbia o el punk o si tal es mejor que yo por la ropa que usa, siempre acarrea el mismo resultado: nadie gana.
Pero ese es otro tema…Yo no soy hincha –por lo menos al mismo nivel que ustedes- porque mi profesión me impide gambetear el análisis y el razonamiento. Tampoco fui sufrido, porque mientras era un tipo de tribuna y no de sector de prensa, River brindaba alegrías deportivas con frecuencia de pestañeo y en versiones dignas de teatro. Pero… por eso… no estoy en condiciones de irrespetar a un hincha que recibe semejante caricia de los jugadores y de Simeone (para mi en ese orden) y que a la vez padece a la peor dirigencia de la historia de River. La misma dirigencia que mañana pondrá un afiche diciendo que bajo su gestión se ganaron 4 campeonatos. Cuatro, como el póker. Claro, si estos tienen una cara de póker que ni te cuento…
Me estoy yendo por las ramas… pero qué lindo sería ver un afiche que diga: “River, el más grande lejos (pese a Aguilar)”. Creo que en esa leyenda se abriga un sentimiento común a todos los hinchas de River, mucho más que en uno que pretenda cargar al eterno rival.
Hago un llamado a la atención de los hinchas. Les pido que cuando la nostalgia los asalte con este torneo, no sólo recuerden la irrupción de Buonanotte, la pegada de Abelairas o los destellos de Ortega. También les pido que recuerden que más allá de técnicos que no supieron encontrarle la vuelta o jugadores comprados en La Salada del fútbol, River arrastró durante casi media década a una dirigencia que fue REELECTA pese a incrementar el pasivo del club a montos bochornosos, a vender jugadores con edad de matineé, a integrar a los barras para que suspendan el estadio, a firmar contratos con equipos de segunda de Suiza o incorporar hologramas como Loeschbor, Oberman, Escalona, Máximo Lucas, Del Campo, Cristián Álvarez, etc.
También les pido que equilibren las palabras de Carrizo y de Ahumada y no pretendan que se expresen como premios Nobel de Literatura. No lo son. Son dos jugadores de fútbol salidos de las inferiores que se equivocaron en sus dichos, pero que no mataron a nadie. En todo caso, que se cuestionen sus vocabularios, pero que eso no incida en el análisis deportivo porque ambos fueron de lo mejor del equipo en el torneo y, oh casualidad, es casi seguro que no estarán el próximo semestre con la camiseta de River, por lo que creo que no soy un delirante si pienso que los dos fueron utilizados por la dirigencia para desviar el foco crítico hacia un escenario ajeno a la CD.
Quiero felicitar a Diego Simeone por el título. Lo aplaudo de pie por fortalecer al equipo después del cachetazo de la Copa, por recuperar a Villagra, por darle rodaje definitivo a Buonanotte y confianza a Abelairas (que no es lo mismo que potenciarlo, porque la pegada el Pitu ya la tenía de fábrica), por tener un excelente manejo de la administración física y transformar el Irak de lesionados de Passarella en este Aruba (metáfora no válida para el Sanatero de Villa Urquiza) donde el único a pasar por el quirófano será Nico Sánchez (otro doble operado de Seveso y van…). Lo congratulo porque su manual de excusas es mucho más flaco que el de la mayoría de sus colegas.
Lo quiero felicitar a Simeone porque lo más importante es ganar y él ganó. De eso no existe ni la más mínima duda. Pero también, entre periodistas, hinchas y simpatizantes existe el análisis. El cómo. El cómo del fútbol es cómo cuando te dan un chicle por primera vez. Vos sabés que una vez en la boca lo tenés que masticar, degustar, hasta hacer globito si tenés ganas, pero que si directamente lo tragás, hasta te podés llegar a ahogar.
El cómo del fútbol, el mereciómetro, se divide sustancialmente entre jugar bien y jugar mal. ¿Qué es jugar bien? Jugar bien es superar al rival, saber defenderse y atacar, tener variantes, sorpresa, manejar los tiempos (saber masticar), etc. Muchos necios y muchos oportunistas quisieron emparentar el jugar bien con el lirismo y crear una división entre fantasistas que no les importaba un carajo y resultadistas. Jugar lindo es un aspecto puramente estético: rabonas, tacos, caños, 20 pases seguidos (hacer el globito con el chicle). Y eso difícilmente te lo pueda regalar un DT. A mi humilde entender, jugar lindo parte de la inspiración de los jugadores con esa capacidad, siempre y cuando a todos se les respete la naturaleza de su juego y no se los quiere resumir a un pedacito de terreno o agobiarlos tácticamente. En síntesis, ganar es lo que te da títulos, jugar bien es lo que te lleva a ganar y jugar lindo es lo que te permite quedar en los primeros planos de la memoria. Este River ganó y, por momentos, jugó bien.
Este River le pegó una patada en el culo, como tantos otros equipos en los últimos tiempos, a los lugares comunes que instala el periodismo incapaz de analizar y que siempre pretende tener LA ULTIMA PALABRA. Primero, eso de que las cuatro patas tienen que funcionar. Segundo, que los chicos son acompañantes pero no ganan campeonatos. Y tercero, lo que me toca analizar, que un técnico siempre es más importante que los jugadores.
A Diego Simeone ya le reconocí un montón de cosas. Ahora, brevemente y para no herir susceptibilidades, voy a aclarar porqué para mi este River fue campeón tanto por virtudes propias como por –algo menos- contexto del torneo (se que alguna vez dije que sería un campeón inmerecido y me arrepiento, aunque no me arrepiento de decir que fue el mejor entre pocos rescatables, un campeón 6, 7 puntos).
Repito que no entiendo, basándome en argumentos, contenidos futboleros y fría estadística, como varios le adjudican el 99% de mérito al DT. Que debería quedar entonces para entrenadores criticados por la mayoría como Pellegrini (un torneo, una final de sudamericana con Lobo de 4, Tula de 2 y Ahumada de 3 por emergencia) o Astrada (1 título, 2 semis de Copa, racha con Boca).
Me gustaría, sin sacarle un milésimo del mérito que le corresponde al Cholo, decir que en mi análisis aprueba con la nota necesaria pero no con honores. No puedo endiosar a alguien que no buscó alternativas en inferiores ni siquiera para las prácticas (quizás no las necesitó para los partidos, perfecto, pero en 6 meses no ir a ver nunca a los pibes fue un error) o que dice ser ofensivo pero no trabaja en ataque (26 goles en 18 partidos habla de lo flojo del torneo).
También se equivocó en la lectura que hizo del plantel y en la política de refuerzos. Durante los festejos dijo en más de una ocasión que River jugaba como jugaba porque “tiene un plantel raro, con muchos defensores y delanteros y pocos mixtos como Abelairas o Augusto”. Sin embargo, dos de los refuerzos fueron…. defensores, marcadores centrales para ser exactos. Uno, que alternó mucho más malas que buenas como Cabral, fue un expreso pedido del DT que habilitó otra fantochada de Aguilar y compañía comprometiéndose a pagar 1,5 millones de dólares por la mitad de su pase (o 3 por el total) cuando un grupo empresario había comprado la mitad en 1,4 millones. Ah, Cabral tenía como procedencia a Locarno. De Cólon, vía Locarno, llegó Omar Merlo, el central zurdo que pidió el Cholo para después darse cuenta de que no era zurdo. Merlo le costó sus buenos billetes al club pero sólo estuvo en el banco contra América en México.
También llegó un mixto, como supuestamente es Rodrigo Archubi, quien tampoco jugó demasiado. El refuerzo que más participó es Sebastián Abreu. Discutir la capacidad goleadora del uruguayo es absurdo. Nadie hace 250 goles en su carrera de casualidad. Con Abreu entran a jugar los contextos. Este River no tiene jugadores que jueguen para Abreu, y ahí se equivocó el Cholo al traerlo. Porque no sólo el uruguayo fue condenado a algunos silbidos, sino que Falcao se destiñó. Los mejores partidos de River, los que mejor jugó, y hasta por lapsos lindo, fue cuando solamente uno de los dos estuvo en cancha. Mucho dirán que Abreu hizo siete goles en la Copa, pero 3 se los hizo a San Martín de Porres, uno fue de penal contra CASLA y otro de carambola en México.
En la recta final del torneo a Simeone lo ayudaron en grande aquellos que él se planteó despreciar, los supuestamente individualistas. El caso más notable es el de Ortega, de desterrado a salvador y pieza vital. También el del chileno contra Colón y Gimnasia, figura cuando es delantero, calesitero cuando es volante. Casualmente jugadores que gambetean o hacen la pausa, algo que al Cholo no parece gustarle mucho según se deduce de sus propias palabras: “Quiero un equipo rápido, que no pare la pelota en la mitad de cancha”. ¿Hay velocidad que valga sin precisión? Luego el Cholo dijo que River sufrió porque atacó y defendió todo el tiempo….Pequeña gran contradicción.
Insisto, no puedo endiosar a un DT que no supo plantear –inicialmente o durante el transcurso-, a mi entender, los 3 partidos más importantes del semestre: Boca, San Lorenzo y Olimpo. Sí, contra Olimpo también, porque una vez más apostó a un Falcao en una posición absurda y a un Abreu que no se siente cómodo ni hace sentir cómodos a los juegos de Ortega y Buonanotte. Y esto lo sostengo aunque River le haya merecido ganar a Olimpo 4 a 1.
No es casualidad que el Enano haya sido el goleador de River en el torneo. Permítanme la vanidad, pero lo pedí de titular hace dos años y me decían que un pibe de su estatura no podía jugar. No se qué tendrá que ver eso con la capacidad, pero bueh… La cuestión es que Buonanotte fue el tipo que menos pelota le dio a Simeone desde el punto de vista táctico y de allí los resultados. La jugada del gol de tiro libre le corresponde totalmente a él y a Abelairas, aunque un poco más al zurdo de Olavarría, que durante la semana le sugirió al DT copiar la jugada que había ensayado Gandín contra River. Y ni hablar del segundo gol. Todos escuchamos cuando Tití dijo: “El Cholo le gritó a Buonanotte que no se mueva ni loco de la izquierda aunque no le den la pelota”. ¡Menos mal que no le hizo caso! Como contra Lanús, los sanjuaninos, Gimnasia, ayer, etc. El único gol que hizo de once, once, fue contra Central. Buonanotte necesita tener la cancha de frente para explotar habilidad, pegada y pase, no estar condenado a tirar centros o intentar gambetear al rival para que le hagan un penal. Pegado a la raya, como es la idea original de Simeone, casi siempre pierde la pelota. Debatí esto una vez con un forista. Una cosa es jugar por izquierda y otra aparecer. Creo que ya no quedan dudas de que Buonanotte tiene que jugar libre.
Por último, y sólo a manera de detalle, no me parece bien que un líder de grupo de la vuelta olímpica en solitario o festeje por su cuenta. Me parece demagogo y en un mundo egocéntrico como el fútbol eso puede traer roces. El Cholo debió entender que la gente lo iba a corear porque él fue uno de los que le sacó la espina del sufrimiento. El reconocimiento llega sólo, no hay que ir a buscarlo. Y así como llegó el aplauso de la gente, también llega mi aplauso para jugadores y cuerpo técnico. Aplauso que ojalá algún día se transforme en ovación. Felicitaciones jugadores, felicitaciones Simeone (me encantó que hayas dicho que ahora hay que mejorar) y sobre todo, felicitaciones Nelson Vivas, piloto de tormentas con el Guly y al profe Ortega, el primer PF en 5 años en tener nota positiva. Felicitaciones a los hinchas y memoria: a no hipotecar convicciones, a respaldar Simeone aún si las cosas arrancan mal pero también remarcando sus errores. Todo se trata de equilibrio. Ah, y a no olvidarse que el tipo que más goles en contra hizo sigue jugando hasta diciembre de 2009. Que este campeonato no sea una regalía para él, al contrario, que se demuestre que en al menos un sentido, el más valedero de todos, los hinchas y socios de River están más allá del resultado.
Mercado de pases
Habrían llamado desde la Lazio para pedir que Carrizo no ataje el último partido. Abelairas estaba prácticamente vendido al Porto, pero el pase se cayó porque al club portugués seguramente le van a confirmar una sanción económica y deportiva por casos de corrupción.
Pablo Sabbag, representante de Augusto Fernández, se reúne en los próximos días con gente cercana a Zahavi para definir el destino del jugador. Zahavi quiere que vaya a Grecia, pero el pibe y Sabbag pretenden otro mercado. Una chance es la Lazio, otra la Fiorentina.
Si Ramón Díaz asume en el América, es muy probable que Mauro Rosales vaya a jugar a ese club.
Hasta hace una semana, Ahumada tenía grandes chances de pasar al AEK de Grecia. Parece que su representante, Néstor Sívori, traería una oferta de Italia.
Alguien me dijo que de los jugadores que deben regresar, el Cholo tiene la idea de evaluar a un par durante los primeros días de la pretemporada. Me dijeron que no le desagrada Patricio Toranzo.
Se van a ir al menos dos de los marcadores centrales, uno de los volantes centrales y 2 o 3 de los delanteros. Falcao casi seguro.
Tuve la oportunidad de estar en un lugar en el que un colega habló con Santiago Solari. Esto fue hace menos de 20 días. En aquel momento, el jugador le dijo al periodista que su idea era quedarse al menos 2 años más en Europa.
Un dirigente de los más importantes habló con Juan Pablo Sorín. Juampi está haciendo evaluaciones físicas y aún no tomó una decisión. Si decide que su paso por Alemania llegó a su fin, tiene grandes chances de volver.
Están siguiendo a tres arqueros extranjeros: un uruguayo “de primer nivel” (no me dijeron el nombre), un argentino que está en un Europa y otro sudamericano.
Francéscoli recomendó que sigan a dos jugadores de River de Montevideo: Montelongo y Urretavizcaya.
Si me entero de algo, les aviso a través de alguno de los moderadores.
Abrazo y perdón por la extensión.-
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