
El equipo de Gallardo dominó claramente a su rival y mejoró respecto a partidos anteriores, pero pagó carísimo el impuesto a su falta de gol (rasgo que abarca toda esta etapa y no es novedad exclusiva de este año). Sin embargo, el entusiasmo choca contra decisiones como subirle el precio a la categoría de los adversarios de la Libertadores, privilegiar al individuo (Driussi) por sobre el colectivo y cambios difíciles de compartir.
Este es un tema de discusión derivado de la entrada https://lapaginamillonaria.com/opinion/analisis-river-vs-barcelona-no-alcanza-con-merecer