El hecho de que Aguilar haya ido a buscar a Ramón Díaz –el último técnico con el que hubiese querido sentarse a conversar– habla de que no hay proyecto, de que sólo quiere apagar un incendio que no deja de propagarse. Aunque lo nieguen, la oferta que le hicieron fue exorbitante, una cantidad obscena que River no hubiese podido pagar de ninguna manera. En todo caso, iban a deberle también a Ramón.
Passarella, por ejemplo, pasó esta semana por el club para cobrar su deuda (todo 2007), pero apenas logró que se la documentaran en seis cheques que el Gran Capitán podrá cobrar entre enero y junio de 2008. El tema es cómo van a pagarles a los jugadores, a quienes también se les deben casi un año entre primas y premios. La mayoría se quiere ir, porque en River parece ser la única manera de cobrar la deuda o bien juntarse con una plata que les haga la diferencia. La mecánica es venderlos y exigirles la condonación de la deuda, bajo amenaza de que sus pases se caigan. Y el jugador, seguramente abrumado por el insoportable día a día del club, aceptará. De esa manera, los principales dirigentes disponen de abultadas sumas cuyo destino final es un misterio insondable.
En este contexto, la dirigencia millonaria tuvo el tupé de ofrecerle una fortuna a un técnico que al presidente le genera escozor,
pero Aguilar descree de su capacidad. Aún hoy.
Pero hay otra realidad: Aguilar también respira aliviado porque lo suyo, después de todo, fue una movida para la tribuna. En ese contexto, que el Pelado no haya aceptado es su escenario ideal. “Fuimos a buscar a Ramón y nos dijo que no. Hicimos todo lo posible.”
Ahora tiene la coartada perfecta para buscar un entrenador que le guste. O que quiera meterse en el desquiciado e incumplidor Mundo River.
Esta es la parte más difícil.
El hecho de que Aguilar haya ido a buscar a Ramón Díaz –el último técnico con el que hubiese querido sentarse a conversar– habla de que no hay proyecto, de que sólo quiere apagar un incendio que no deja de propagarse. Aunque lo nieguen, la oferta que le hicieron fue exorbitante, una cantidad obscena que River no hubiese podido pagar de ninguna manera. En todo caso, iban a deberle también a Ramón.
Passarella, por ejemplo, pasó esta semana por el club para cobrar su deuda (todo 2007), pero apenas logró que se la documentaran en seis cheques que el Gran Capitán podrá cobrar entre enero y junio de 2008. El tema es cómo van a pagarles a los jugadores, a quienes también se les deben casi un año entre primas y premios. La mayoría se quiere ir, porque en River parece ser la única manera de cobrar la deuda o bien juntarse con una plata que les haga la diferencia. La mecánica es venderlos y exigirles la condonación de la deuda, bajo amenaza de que sus pases se caigan. Y el jugador, seguramente abrumado por el insoportable día a día del club, aceptará. De esa manera, los principales dirigentes disponen de abultadas sumas cuyo destino final es un misterio insondable.
En este contexto, la dirigencia millonaria tuvo el tupé de ofrecerle una fortuna a un técnico que al presidente le genera escozor,
pero Aguilar descree de su capacidad. Aún hoy.
Pero hay otra realidad: Aguilar también respira aliviado porque lo suyo, después de todo, fue una movida para la tribuna. En ese contexto, que el Pelado no haya aceptado es su escenario ideal. “Fuimos a buscar a Ramón y nos dijo que no. Hicimos todo lo posible.”
Ahora tiene la coartada perfecta para buscar un entrenador que le guste. O que quiera meterse en el desquiciado e incumplidor Mundo River.
Esta es la parte más difícil.
esa es la manera de llevar a un club a la quiebra el que quiera un club en quiebra que se lleve a aguilar
yo creo que si aguilar focalizara toda la agilidad y estrategia que usa en vez de para robar todo lo que puede , para sacar adelante el club lo podria hacer sin ningun problema, es una lastima que alguien tan capaz solo se concentre en robar y mentir, de hacer las cosas un poco bien podria robar el doble o quien dice el triple, como en su momento hicieron otros presidentes.
buenisima jaja…
era chiste no???