Aeropuerto en Villa María

CORDOBA

[b] Soja, Drogas y Azafatas en Villa María  [/b]

Por Santiago Oliva  Juventud Proyecto Sur Córdoba 
En las afueras de Villa María, el gobierno nacional está construyendo un aeropuerto con dudosos beneficios para la gente.

  	 	   	   	   	  
  [IMG]http://www.infosur.info/n/local/cache-vignettes/L400xH267/foto_de_accastello_en_el_aeropueto-5ed5a.jpg[/IMG]

  Foto: Eduardo Accastello en el aeropuerto. 
   	
  
  	    3-Ago-2010 | 	Aclaremos: nosotros jamás  vamos a estar en contra del desarrollo tecnológico en materia de  transporte, sin embargo, en una Argentina donde se ha profundizado el  modelo neoliberal agro-minero-exportador, teniendo como consecuencias  altas tasas de mortalidad infantil por hambre y enfermedades curables,  veinte muertos por jornada en accidentes de tránsito, e insoportables  saqueos a bienes estratégicos como el petróleo, las aguas del subsuelo y  las reservas metalíferas, creemos que la construcción de un aeropuerto  en el sur de Córdoba es tan incoherente como el famoso tren bala.


Observemos: Villa María se encuentra en un área de agricultura y  ganadería intensivas, que condicionada por el contexto internacional y  las políticas de los últimos gobiernos fue dejando de ser una de las  principales cuencas lecheras, para transformarse en una capital de la  patria sojera. Durante los años de Menem se introdujo la producción  transgénica y desde ese momento la soja se extendió como el primer  cultivo agrícola del país, abarcando 18 millones de hectáreas y  esperándose para este 2010 una producción superior a los 50 millones de  toneladas, golpeando duramente la soberanía alimentaria y el suelo de  los argentinos. En este sentido, la historia nos enseñó que cuando los  imperialismos necesitaron materias primas contaminantes y destructivas,  América Latina estuvo a sus servicios dejándose manosear por tristísimos  galanes: recordemos las cañas de azúcar en el nordeste de Brasil, el  algodón en México y el café en Colombia. Ahora los imperios necesitan  soja y Argentina posee notables condiciones para su producción, luego,  Argentina debe hacer soja y regalarla a los dueños del mundo, quienes a  su vez nos venderán tecnología en acuerdos «estratégicos» que nos  dejarán más fundidos que antes. Pero volvamos a los copilotos y las  turbinas. La nueva estación aeroportuaria surgió de un convenio firmado  por Vialidad Nacional y Municipalidad de Villa María, teniendo un costo  de 29 millones de pesos y adjudicada por Electroingeniería, una turbia  socia del kirchnerismo.


La pista tendrá 2100 metros, permitiendo el aterrizaje de aviones  Hércules y Boeing 737, priorizando el desarrollo del corredor  agroalimentario y/o sojero de la región, siendo acompañada por una  superficie cubierta de 762 metros cuadrados donde pulularán los  shoppings, 775 metros de hangares, un obsevatorio meteorológico y un  edificio para bomberos. Parafernalia acorde a la vulgaridad vivida.


Ahora bien, que vayamos como ganado a esos mercados para mirar un par  de aviones y adquirir un televisor con el cual verlo a Tinelli nos puede  alarmar, pero lo que realmente nos preocupa, es la desfachatez de estos  tipos que planean hacer un aeropuerto para sacar soja y profundizar el  esquema de dependencia, en vez de reconstruir un tendido ferroviario o  usar esa plata para fabricar un barco granelero. No podemos dejar de  pensar en cómo, sabiendo las problemática nacionales, una persona elige  hacer un aeropuerto para comercializar porotos cuando hay otro a muy  pocos kilómetros, en Córdoba; y un río navegable a 300 kilómetros: el  Paraná. No obstante, existe un elemento que no hemos tocado y que puede  servir para continuar dándole vueltas al asunto: la falopa. En el año  2001 según informes de El Diario del Sur de Córdoba sabíamos que el  conglomerado Villa María-Villa Nueva de 88.810 habitantes (INDEC, 2001),  escondía más de 25 mayoristas de cocaína y 100 punteros que distribuían  la droga en distintos lugares de las dos orillas, comercializando por  aquel entonces 5.000.000 de dólares anuales, los cuales hoy, casi diez  años después, se han multiplicado varias veces. Por último, veamos  algunos datos de Villa María que la volverían una ciudad óptima para la  distribución de estupefacientes hacia todo el país por vía terrestre y  aérea: en el año 1872 estuvo a punto de ser declarada capital de la  República porque era prácticamente el centro geográfico del país;  actualmente es una ciudad de paso, cruzada por las rutas nacionales 9 y  158. La ruta 9 la une hacia el sureste con Rosario y Buenos Aires; hacia  el noroeste con Córdoba, Tucumán, Salta y Bolivia, convirtiéndola en  una inexorable posta durante cualquier viaje por las zonas más pobladas  del país. La ruta 158, por su parte, es uno de los principales  corredores de transporte entre Brasil y Chile. Todas estas  circunstancias, entonces, nos hacen sospechar bastante de las nobles  intenciones de Cristina Fernández, Eduardo Accastello y los empresarios  aeronáuticos.

Soja, Drogas y Azafatas en Villa María - InfoSUR - Sitio oficial del Movimiento Proyecto Sur

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[b] Soja, Drogas y Azafatas en Villa María  [/b]

Por Santiago Oliva  Juventud Proyecto Sur Córdoba 
En las afueras de Villa María, el gobierno nacional está construyendo un aeropuerto con dudosos beneficios para la gente.

  	 	   	   	   	  
  [IMG]http://www.infosur.info/n/local/cache-vignettes/L400xH267/foto_de_accastello_en_el_aeropueto-5ed5a.jpg[/IMG]

  Foto: Eduardo Accastello en el aeropuerto. 
   	
  
  	    3-Ago-2010 | 	Aclaremos: nosotros jamás  vamos a estar en contra del desarrollo tecnológico en materia de  transporte, sin embargo, en una Argentina donde se ha profundizado el  modelo neoliberal agro-minero-exportador, teniendo como consecuencias  altas tasas de mortalidad infantil por hambre y enfermedades curables,  veinte muertos por jornada en accidentes de tránsito, e insoportables  saqueos a bienes estratégicos como el petróleo, las aguas del subsuelo y  las reservas metalíferas, creemos que la construcción de un aeropuerto  en el sur de Córdoba es tan incoherente como el famoso tren bala.


Observemos: Villa María se encuentra en un área de agricultura y  ganadería intensivas, que condicionada por el contexto internacional y  las políticas de los últimos gobiernos fue dejando de ser una de las  principales cuencas lecheras, para transformarse en una capital de la  patria sojera. Durante los años de Menem se introdujo la producción  transgénica y desde ese momento la soja se extendió como el primer  cultivo agrícola del país, abarcando 18 millones de hectáreas y  esperándose para este 2010 una producción superior a los 50 millones de  toneladas, golpeando duramente la soberanía alimentaria y el suelo de  los argentinos. En este sentido, la historia nos enseñó que cuando los  imperialismos necesitaron materias primas contaminantes y destructivas,  América Latina estuvo a sus servicios dejándose manosear por tristísimos  galanes: recordemos las cañas de azúcar en el nordeste de Brasil, el  algodón en México y el café en Colombia. Ahora los imperios necesitan  soja y Argentina posee notables condiciones para su producción, luego,  Argentina debe hacer soja y regalarla a los dueños del mundo, quienes a  su vez nos venderán tecnología en acuerdos «estratégicos» que nos  dejarán más fundidos que antes. Pero volvamos a los copilotos y las  turbinas. La nueva estación aeroportuaria surgió de un convenio firmado  por Vialidad Nacional y Municipalidad de Villa María, teniendo un costo  de 29 millones de pesos y adjudicada por Electroingeniería, una turbia  socia del kirchnerismo.


La pista tendrá 2100 metros, permitiendo el aterrizaje de aviones  Hércules y Boeing 737, priorizando el desarrollo del corredor  agroalimentario y/o sojero de la región, siendo acompañada por una  superficie cubierta de 762 metros cuadrados donde pulularán los  shoppings, 775 metros de hangares, un obsevatorio meteorológico y un  edificio para bomberos. Parafernalia acorde a la vulgaridad vivida.


Ahora bien, que vayamos como ganado a esos mercados para mirar un par  de aviones y adquirir un televisor con el cual verlo a Tinelli nos puede  alarmar, pero lo que realmente nos preocupa, es la desfachatez de estos  tipos que planean hacer un aeropuerto para sacar soja y profundizar el  esquema de dependencia, en vez de reconstruir un tendido ferroviario o  usar esa plata para fabricar un barco granelero. No podemos dejar de  pensar en cómo, sabiendo las problemática nacionales, una persona elige  hacer un aeropuerto para comercializar porotos cuando hay otro a muy  pocos kilómetros, en Córdoba; y un río navegable a 300 kilómetros: el  Paraná. No obstante, existe un elemento que no hemos tocado y que puede  servir para continuar dándole vueltas al asunto: la falopa. En el año  2001 según informes de El Diario del Sur de Córdoba sabíamos que el  conglomerado Villa María-Villa Nueva de 88.810 habitantes (INDEC, 2001),  escondía más de 25 mayoristas de cocaína y 100 punteros que distribuían  la droga en distintos lugares de las dos orillas, comercializando por  aquel entonces 5.000.000 de dólares anuales, los cuales hoy, casi diez  años después, se han multiplicado varias veces. Por último, veamos  algunos datos de Villa María que la volverían una ciudad óptima para la  distribución de estupefacientes hacia todo el país por vía terrestre y  aérea: en el año 1872 estuvo a punto de ser declarada capital de la  República porque era prácticamente el centro geográfico del país;  actualmente es una ciudad de paso, cruzada por las rutas nacionales 9 y  158. La ruta 9 la une hacia el sureste con Rosario y Buenos Aires; hacia  el noroeste con Córdoba, Tucumán, Salta y Bolivia, convirtiéndola en  una inexorable posta durante cualquier viaje por las zonas más pobladas  del país. La ruta 158, por su parte, es uno de los principales  corredores de transporte entre Brasil y Chile. Todas estas  circunstancias, entonces, nos hacen sospechar bastante de las nobles  intenciones de Cristina Fernández, Eduardo Accastello y los empresarios  aeronáuticos.

Soja, Drogas y Azafatas en Villa María - InfoSUR - Sitio oficial del Movimiento Proyecto Sur