Sed de justicia
El juez se tomó a Los Borrachos sin soda: procesó a los Schlenker y a Adrián por instigación al delito y podrían darles hasta casi siete años de prisión. Aguilar, en cambio, quedó más aliviado aunque lo seguirán investigando.
Cuando la Justicia quiere, puede. Y Los Borrachos del Tablón acaban de entenderlo. El juez Zamudio analizó a fondo las pruebas presentadas por el fiscal José María Campagnoli contra Alan, Adrián y el resto de los barras que participaron en la gresca de los quinchos del Monumental, el 11 de febrero, previa al partido contra Lanús, y decidió: procesó a los Schlenker y a Rousseau por instigación a cometer delitos en un evento deportivo y lesiones leves en riña, que sumados tienen por pena hasta seis años y medio de prisión. A otros tres barras (Alexis “Neurona” Decoste, Christian “Del Oeste” Ghisletti y Gonzalo Acro) sólo les imputó las lesiones (son excarcelables) mientras que a otro supuesto Borracho, Luis Gaspar, le dictó falta de mérito por no tener pruebas suficientes de que estuvo en el hecho.
La resolución de Zamudio, de 46 carillas, es muy interesante: como no pudo probar el robo con armas que era el pedido del fiscal (a los policías que quisieron intervenir en el hecho les sacaron sus handys y las gorras, pero éstos no identificaron a sus agresores), les imputó instigar a otros a cometer ese delito, basándose en los testigos que dijeron que Alan, William y Adrián comandaban a los grupos que se enfrentaron, y también en escuchas telefónicas donde se refiere al trío como los líderes de la barra. Si bien la defensa ya avisó que apelará la medida, los tres quedaron en situación complicada: los Schlenker tienen antecedentes por agresión y cualquier pena que les impongan podría ser de cumplimiento efectivo. Lo mismo para Adrián, que además está siendo investigado en la emboscada de su grupo al de Alan tras el partido con Independiente. Y en Tribunales se dice que hay escasas chances de que la Cámara los salve y lo más probable es que para fin de año vayan a juicio.
En cambio, el juez decidió que no había material suficiente para procesar a José María Aguilar por encubrimiento. Igual, Zamudio no lo dejó tranquilo, ya que le dictó la falta de mérito, figura que implica que lo seguirá investigando. El presidente de River pidió algunas medidas para probar que no tuvo nada que ver (básicamente, que declaren los médicos del club y el personal de Seguridad para decir que nunca recibieron órdenes de ocultar el asunto) y sus abogados confían en que al final del camino terminará sobreseído.