“A Almeyda yo lo sigo viendo como a un ídolo”
Acevedo, que juega el primer partido en el año, revela la admiración por su socio: “Me encantaba verlo en la tribuna como me encantaba seguir al River de Ramón”.
Estoy en un momento que me hubiera costato imaginar hace tiempo: en River, de titular y con grandes chances de arrancar jugando. Soy consciente de que a los 24 años me queda mucho por aprender. Pero nadie me saca este sueño…”.
Walter Acevedo habla con la boca casi cerrada, con el corazón y los ojos bien abiertos, con la frustración de sus primeros días en el club tapiada y con la fantasía sobre lo que viene al descubierto. Son las horas previas a su primer partido de la pretemporada. Una lesión en el tobillo izquierdo le impidió estar contra Racing y Boca. Una pronta recuperación le permite jugar frente a Estudiantes.
-Estoy con unas ganas bárbaras de sumar minutos. Necesito ponerme a punto porque se viene un torneo que, como dice Matías, es el más importante para la historia del club.
-No debe ser fácil arrancar justo ante una de las mejores líneas de medios del fútbol argentino.
-Sí. No voy a descubrir nada si destaco a los volantes de Estudiantes. Hace tiempo que están consolidados. Para nosotros es una buena medida, pero sabiendo que el objetivo está en la primera fecha ante Tigre.
-En este inicio de torneo parecés más asentado.
-No me quedaba otra. Había esperado mucho la chance. La tuve nada menos contra Boca en el torneo y la pude aprovechar.
-¿En qué cambiaste? -No había tenido un buen comienzo. Hay que aceptar cuando uno falla. Y Jota Jota, desde que llegó, me hizo sentir importante. Eso lo pude trasladar a la cancha. Sé que todavía tengo mucho para dar. No llegué a mi techo. Sigo advirtiendo errores, fallas, pero siempre trato de mejorar.
-¿Será también que te queda más cómoda la función de doble cinco? -No. No tengo preferencias. Lo hice sólo y acompañado. Sí me siento cómodo cuando tengo libertad para tocar la pelota.
-¿Y estando al lado de Almeyda…? -Ni hablar. Es algo muy lindo. Estar con él es un premio. Lo admiraba como hincha desde la tribuna y lo sigo haciendo ahora. Me encantaba verlo como me encantaba seguir al equipo de Ramón y a Francescoli. Jugar al lado de Almeyda es un regalo que hay que disfrutar. Si bien lo trato con respeto, lo sigo viendo como a un ídolo. Es lo mismo que me pasó con Ariel. No sólo la gente los tiene ahí arriba a ellos: también nosotros.
-¿Inhibe jugar con el ídolo? -Por suerte nos complementamos bien. El me releva, me cuida la espalda y me da confianza para que le pegue de afuera.
-Ese es tu fuerte.
-Es una virtud, y trato de aprovecharla. A veces con un buen pase y otras, con un remate.
-¿Es cierto que el Tolo Gallego te demostró que le entrás mejor con la pelota en movimiento? -El me insistía con que le pegara en los tiros libres después de un toque. Y el día que metí un gol, le terminé dando la razón.
-Te falta un gol así en River.
-Sí, ojalá. También me ilusiono con ganar un título y jugar la Copa con esta camiseta. Sería lo máximo. Pero por ahora el objetivo es sacar al club de esta situación incómoda. Hicimos una buena pretemporada y la vamos a luchar.
-Hablando de la pretemporada: en Mar del Plata te convertiste en el peluquero oficial del plantel.
-Me tocó porque traje la maquinita. Pelé a los chicos nuevos y después seguí con el Colorado Vieta y Tula (utileros). Bah, a todo el que quería.
-¿Al menos te pagaron? -No. Apenas me dijeron gracias, ja, ja.
-¿A quién te hubiera gustado rapar? -A nadie. Yo lo hago para molestar un rato. Igual, quiero dar un perfil serio. El premio al jodón se lo llevan Caruso y Chiche Arano. Es admirable cómo siempre están con la misma cara. Desde las 8 de la mañana levantan al grupo.
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