El ex gobernador sostuvo que no quería que su testimonio termine perjudicándolo.
Neuquén > El ex gobernador Jorge Sobisch declaró ayer que no recuerda haber asumido la responsabilidad política de la violenta represión policial en la que fue asesinado el docente Carlos Fuentealba el año pasado en Arroyito.
Al declarar durante más de una hora y media en el juicio oral al cabo Darío Poblete –único imputado en la causa, denominada Fuentealba I-, el ex mandatario, en cambio, sostuvo que dio instrucciones al jefe de la Policía de ese entonces, comisario general Carlos Zalazar, para que el operativo se lleve a cabo sin violencia.
Durante su larga exposición, en la que respondió a preguntas -requeridas casi en su totalidad por el abogado querellante, Gustavo Palmieri- subrayó no recordar que en una conferencia de prensa realizada a horas de la represión asumió la responsabilidad política del operativo.
La respuesta del ex mandatario provocó un sostenido murmullo de los numerosos docentes que cubrieron gran parte de la sala, que dividieron con familiares del testigo y también con numerosos ex funcionarios de su gobierno.
Asimismo, Sobisch afirmó no haber conversado con el ex subsecretario de Seguridad de la provincia, Raúl Pascuarelli, hasta el momento en que “le pidió la renuncia por razones obvias”.
Pascuarelli fue visto en medio del conflicto por varios testigos, inclusive policías, cuando se movilizaba con el ex comisario general Carlos Zalazar, en una camioneta Ranger 4x4, en medio de la violenta represión.
Luego remarcó que también prescindió del ex jefe de Policía, porque había que “contribuir a la paz social” e inmediatamente dijo que las razones no se vincularon con el procedimiento, “sólo por la paz social”, reiteró.
Sobisch se presentó ayer a declarar, un día después del que fijó el tribunal, en una jornada en la que reinó la tensión, especialmente cuando el ex funcionario llegó a la sede de la Legislatura y luego cuando partió ayudado por un operativo de distracción de la Policía provincial.
El ex mandatario admitió haberse reunido el día 3 de abril del 2007 con el ex jefe de policía Zalazar en la residencia de la costa, y que sus instrucciones fueron precisas: “Permitir que los docentes se manifestaran libremente” y que “no se utilizara la violencia”.
Sobisch, que en ningún momento dejó de mirar de frente al Tribunal de sentencia, reiteró a lo largo de su testimonio que siempre instruyó a la Policía evitar la violencia y que los operativos son ejecutados por profesionales que “no son manejados por el poder político”.
Añadió que las decisiones y el estudio del terreno es una cuestión policial, dejando entrever con claridad que la cruda represión del 4 de abril del año pasado es una cuestión que alcanza solamente al personal policial que fue movilizado hasta la zona de Arroyito.
Decisión por mayoría
Quedó claro que el testigo fue informado convenientemente sobre el desarrollo del juicio, al punto que sostuvo que su presencia en la sala de audiencias no se produjo por unanimidad. Es cierto. El vocal Luis María Fernández se opuso a su comparencia en forma reiterada.
Sin embargo, antes de comenzar con el interrogatorio pudo expresar, sin impedimento alguno, las situaciones que se generaron a partir de la convocatoria a testificar que fuera resuelta por los jueces, Mario Rodríguez Gómez y Héctor Dedominichi.
Sobisch dijo entonces que, a pesar de no haber recibido la notificación, decidió presentarse para cumplir con su obligación como “ex intendente, ex gobernador y también como ex presidente del Movimiento Popular Neuquino”.
Añadió que “no tengo que contestar preguntas que me incriminen”, aunque explicó que el Tribunal “sin lugar a dudas, actuará en consecuencia”.
Asesino, asesino
La presencia en la sala de audiencias del ex gobernador, que por dos días mantuvo expectantes a los cientos de docentes que estoicamente siguen las alternativas del juicio dentro y fuera del ex edificio parlamentario, podría decirse que fue superada sin contratiempos.
En cambio, su salida fue altamente complicada, a pesar de estar enclavado en medio de numerosas oficinas policiales.
Fue acompañado por varios efectivos hasta que abordó un flamante automóvil y vertiginosamente abandonó el lugar por la calle Corrientes hacia el Sur.
El rodado también fue ocupado por dos hijos varones, que ingresaron a la sala de audiencias y escucharon sus declaraciones: Gastón y Federico Sobisch.
Mientras tanto, cientos de docentes que se apiñaron a las vallas de contención ubicadas por personal, se presume de la Comisaría Segunda, en la esquina de Chile y avenida Olascoaga, durante largos minutos no pararon de gritar asesino, asesino y de insultar al ex titular del Poder Ejecutivo Provincial.
Otros maestros, alertados de que podía escabullirse por el lado Este, corrieron por la calle Perticone con el firme propósito de reprocharle haber ordenado la represión policial, que terminó con la vida del docente Carlos Fuentealba. La iniciativa resultó abortada por la nutrida intervención policial.
El maestro, de 40 años, fue mortalmente herido por un proyectil de gas lacrimógeno disparado por una pistola reglamentaria. El cartucho calibre 38,1 impactó de lleno en la cabeza y le produjo la fractura y hundimiento del cráneo.
El ex cabo primero José Darío Poblete, imputado como el autor material del homicidio, fue procesado con prisión preventiva por el titular del Juzgado de Instrucción Cuatro, Cristian Piana.
El magistrado lo responsabilizó de homicidio doblemente calificado por alevosía y uso de arma de fuego en carácter de autor, agravado por ser miembro de la Policía de la Provincia de Neuquén.
«Hubo falsedad en lo que se dijo»
Neuquén > «Es claro que hubo falsedades en lo que dijo, que se tergiversó la realidad respecto de la que se presentó hace un año y pico atrás y nosotros creemos que esto es un estado de sospecha razonable para que luego de esta causa, algún representante del ministerio público, a propuesta nuestra, inicie una investigación respecto a la conducta del señor Jorge Sobisch», aseveró ayer el querellante Gustavo Palmieri, al término de la última jornada de audiencias del juicio a Darío Poblete
::::::: DIARIO LA MAANA NEUQUN :::::::
Que caradura este asesino ahora niega haber dado la orden de represion que HDP por dios el año pasado una semana despues de la represion habia dicho que habia dadao laorden y que lo volveria hacer miren
Sobisch: “Volvería a hacer lo mismo para que se cumpla la ley”
Ojala lo metan en la carcel el unico lugar donde deberia estar esta lacra.