Pasen por acá, que vamos a charlar un ratito de los primitos… hay que aprovechar la ocasión. :mrgreen:
Es sabido que yo no comulgo mucho con el Kanser, sobre todo con su persona, pero esta vuelta tengo que reconocerle algunas buenas. En cambio, a los primitos le está yendo bastante para el ocote (cosa que se disfruta), más teniendo en cuenta que el domingo juegan contra un equipo en serio, y que si hicieron papa con ALL BOYS, no quiero ni imaginarme lo que puede llegar a ser contra Vélez. Ya sé, es fóbal y los partidos hay que jugarlos, pero quería plantear algunas cositas que se me vienen a la mente, fruto de ver los partidos de Boca en una parrillita de por acá, acompañado del parrillero y el dueño, ambos conspicuos hinchas xeneixes que desde hace un tiempito a esta parte me han llegado a enseñar vocablos nuevos en el arte de insultar. :twisted:
Yo, la verdad, no entiendo UN JORACA lo que hicieron los bostis. En cambio, lo de Passarella, si bien con algunas fallas, viene siendo bastante atinado.
Por empezar, River trae de DT a Cappa. Un tipo al que algunos dirán “es un chamuyero”, pero que es un tipo que a priori, profesa el tipo de fútbol que más resultados le ha traído a River en su historia. Precisaba un arquero, fue a buscar al arquero que mejores resultados le había dado en los últimos tiempos. Fue a buscar delanteros, archi necesarios por si el pibe Funes Mori no estaba a la altura de las circunstancias, y (si bien no están en óptima condición física) trajo a Pavone y a Caruso, dos delanteros medianamente a tono con River (y por cierto, por robo mucho más a tono que los refuerzos de la época de Aguilar y que esa payasada llamada Canales que trajo el Kanser). Precisaba un cinco por si a Almeyda no le daba la nafta, y trajo un cinco bastante interesante (Acevedo), y otro que es una intriga, pero que de última está para sumar. Y trajo a Maidana, un central que empezó a dar garantías que hace rato que no se veían por Núñez, además de Ferrero, que si bien este último partido no jugó bien, viene laburando bastante bien en líneas generales.
Claro, algunos refuerzos más no hubiesen venido mal (volante por izquierda, por ejemplo), pero dentro de todo se reforzó criteriosamente, sin ninguna idea loca, manejado por un tipo que medianamente cultiva un fútbol a la altura de River. OK, todavía falta mucho, cuidemos la vela que la procesión es larga, todavía se ven desprolijidades y lagunas MUY pronunciadas (sobre todo los ST), y se ha tenido toda la ayuda de la diosa Fortuna que antes nos escupía en el ojo. Pero a lo que apunto es a otra cosa: supongamos que el arranque de River hubiese sido todo lo contrario (algo así como lo que fue el de boquita :mrgreen:) y supongamos que a Cappa en la fecha 5 había que darle un voleo en el ojete: el DT que viniese de acuerdo a esta hipótesis se iba a encontrar con un equipo bastante interesante para dirigir, con algunos jugadores de muy buen pie, y con alternativas de recambio en casi todos los puestos.
Ahora bien, habiendo terminado el análisis de River (y en esta cadena de aciertos, así como lo mato siempre, le doy crédito a Passarella, responsable de que esto sucediese), vamos a ver lo que hicieron los primitos (muejeje :mrgreen:).
Después de darle un shot en el ojete al “manager” que era el payaso Krusty, entran a pasar por una serie de alternativas bastante interesantes en el perfil de DT. Primero cocinaron a fuego bien lento a Abel Alves (un tipo que en las Inferiores les había servido, y que pagó caro tanto el plantel de rotos que tenía como sus propias boqueadas) y después cocinaron bastante rapidito a Pompei. Entonces, dijeron: bueno, vamos a tener que traer un DT que nos garantice apagar el incendio. Lo tenían medio visto a Russo, DT con el que ganaron su última Libertadores (aunque no fuese garantía de nada, estoy seguro de que los hinchas algo más de paciencia le iban a tener) y no, dijeron “vamos por el último campeón”. Y trajeron a Borghi. Pero no sólo trajeron a Borghi, sino que además le trajeron todo lo que pidió prácticamente, salvo a Mr. Magoo Rodrigo Fierro (:mrgreen:).
Fantino suele llenarse la boca hablando de que Boca es línea de 4, y no línea de 3, y todos los blablabla. Es un pelotudo. Pero en cierto punto (punto pequeñito, por cierto, pero punto al fin) tiene razón: para defender con 3, tenés que tener ciertas cosas en claro. O sea, en general y como bien dijo Bielsa, los equipos que defienden con 3 suelen terminar defendiendo con 5. Hasta ahí todo OK. Ahora bien, para defender con 3 tenés que tener algunas cosas medianamente aceitadas. Primero, 3 centrales que se banquen las circunstancias. ¿Qué hizo Boquita? Trajo 3 centrales completamente nuevos, y ni siquiera se les ocurrió traer aunque fuese dos que ya hubiesen jugado juntos. Y eso sin contar las malas ventas de jugadores que les resultaron para el orto (Paletta, por ejemplo) y para los cuales, por caso, dejaron ir a defensores como Maidana, que lo estamos disfrutando nosotros desde este campeonato.
Después jubilaron a Ibarra (se quedaron sin nadie que les haga el carril derecho, porque no podemos contar a Méndez que tiene la reacción de un 3CV andando a GNC), y trajeron a Clemente de última y un poquito lesionado. Y para completarla, trajeron un arquero nuevo que no tiene ni la más puta idea de lo que es Boca (como que es hincha de River, aparte de no ser muy del estilo de los últimos arqueros inmundos) y armaron una defensa completamente nueva que está llena de talonarios para que saquen número los delanteros y defensores contrarios para cabecear en los córners TENIENDO 3 CENTRALES. No está nada mal la idea de defender con 3, sólo que lleva tiempo de elaboración. Cosa que Borghi tranquilamente podía hacer en un Argentinos que tenía el objetivo de cosechar puntos nada más (y en el cual salir campeón fue un “bonus track” de la campaña, digamos), pero no iba a tener mucho tiempo de congeniarlo en un Boca que venía de 3 incendios seguidos. Es que sí, cuando a vos se te quemó la casa y tenés las maderas echando humo todavía, no se te va a ocurrir pintar las paredes con nafta. Bueno, a los visionarios de la vereda de enfrente, sí.
No solo eso, como para hacerla bien completa y con moñito, le entregaron las llaves del vestuario al jugador más camarillero de sus últimos tiempos, y encima, en vez de cobrarle, le pagaron fortunas.
Ahora bien, si Borghi sigue sin dar pie con bola y se tiene que terminar yendo, ahora viene lo interesante: que el equipo y sus refuerzos están pensados con la idea de estructurarse con 3 EN EL FONDO. Y que el campeonato que viene sólamente pueden incorporar cuatro refuerzos. O sea, que esta que se mandaron, siga Borghi o venga el que venga, les puede costar bastante carita.
Digo yo… están a puntito caramelo. ¿Le quedará mucho futuro a Jorge Amor en Boca? Porque no sé… yo me palpito que en cualquier momento los enfurecidos del barrio del Caminito le ponen la cabeza en una pica. :mrgreen:
Abrazos, Martín.