Dejo una nota que escribí para un folleto que van a entregar en la cancha pero la fecha me cagó y la pongo antes acá
Todos querían verlo a él
Nació en la ciudad santafesina, el 12 de Febrero de 1909 y es uno de los grandes responsables de la popularidad que adquirió River Plate en la década del ‘30.
En 1932, Bernabé venía de marcar 19 goles en 13 partidos con la camiseta de Tigre. Antonio Liberti, por ese entonces Presidente de la Subcomisión de Fútbol de River, fascinado por sus goles, no dudo en traerlo. El club, que en ese momento tenía su estadio en Av. Alvear y Tagle (Recoleta), desembolsó 35 mil pesos, una cifra récord para la época.
Su debut coincidió con un regreso: la camiseta de la banda roja. Ese día marcó dos goles, dos taponazos fieles a su estilo. En las fechas siguientes, no se cansó de hacer goles. “El Mortero de Rufino”, llamado así por la potencia de sus disparos, ya era un fenómeno popular.
En el partido en que River enfrentó a Independiente para definir la punta del campeonato, Bernabé estaba sentado en uno de los bancos del vestuario, mirando el suelo, lubricando sus botines, cuando dos zapatos de vestir detenidos frente a él le llamaron la atención. Levantó la cabeza y se encontró con una figura conocida, la del Presidente de la Nación, Agustín P. Justo, quien le dijo: “¿Usted es el famoso Bernabé? Quería conocerlo porque usted sale en los diarios más que yo”.
Era un fenómeno que iba más allá del fútbol, logró duplicar la cantidad de entradas vendidas por el club, gente ajena al fútbol iba a la cancha solamente para verlo a él, y no defraudó al público: 44 goles en 33 partidos y el primer título profesional para River.
Sus registros fueron impresionantes: 27 goles en 30 partidos, en 1933; 30 goles en 29 partidos, en 1934; 25 goles en 28 partidos, en 1935; 23 goles en 23 partidos, en 1936; y 27 goles en 30 partidos, en 1937.
El fenómeno fue tan grande que hasta tuvo una película que retrataba su vida, llamada “El Cañonero de Giles”, filmada en 1936.
En 1938, ya con 30 años, no podía competir, maltrecho debido a los reiterados golpes durante los partidos que le provocaron múltiples desgarros, y con un pibe que prometía al acecho: Ángel Labruna.
En 1941 se le realizó un partido homenaje frente a Peñarol en el Estadio Monumental, que sin ninguna duda se construyó gracias al gran Bernabé. Luego de su retiro trabajó desde 1943 hasta 1956 como empleado en el club y falleció en 1972, a los 63 años, dejándonos su gran recuerdo y su 1,04 promedio de gol por partido, una “fiera”.
Cita del tango “Bernabé Ferreyra – La Fiera”:
“Muchachos tengan cuidado
que… se aproxima “La Fiera”.
Gloria a ti campeón
de la potente patada
que ya se quedó grabada
por tu súper condición.
El futbol de tu Nación
te consagro muy sincero
el terror de los arqueros
por tu soberbio tapón.
Hurra mil veces campeón
jugador extraordinario
sos alma, sos corazón
del Club de los “millonarios”.”